¿Cuánto cobran las famosas por posar en la alfombra roja?
Descubre cuánto cobran las famosas por lucir un vestido en la alfombra roja.
Las alfombras rojas por las que los famosos pasean sus mejores galas en los eventos más importantes de Hollywood se ha convertido en todo un negocio. Aunque todo parezca casual, está más que estudiado, y tanto el diseñador como la portadora del vestido están ahí por algo. Como declaró recientemente el estilista de Lady Gaga, 'Todo gira alrededor del dinero. ¡Estamos en Hollywood, no en una Iglesia!' Parece ser que tener un estilista no es solo una ventaja sino todo un negocio del que la artista puede sacar bastante dinero. O así lo explica el estilista de Lady Gaga, 'Cuando tienes un estilista, puedes ganar más dinero porque más gente querrá contratarte y a su vez, el estilista ganará más dinero porque subirá sus ventas cuando una artista lleve su ropa'. Así funcionan las alfombras rojas de Hollywood.
Los vestidos más ridículos de las famosas en la alfombra roja Famosas que llevaron vestidos low-cost a la alfombra roja
Pero para concretar más y hablar de cifras concretas, recurramos a las declaraciones de Jessica Paster, estilista de Emily Blunt y Leslie Mann. Paster no tuvo reparo de desvelar en una entrevista que una actriz podía llegar a ganar hasta 250.000 dólares por llevar un vestido a una entrega de premios y 50.000 dólares su estilista por mediar entre la estrella y las marcas de lujo. Dentro de estos negocios, se llegan a establecer relaciones tan fieles como millonarias, cuyo momento top es que la actriz se convierta en la imagen de sus campañas. Es el caso, por ejemplo, de Jennifer Lawrence y Marion Cotillard con Dior, quiénes son fieles a la firma en todas las galas. O la reciente relación entre Alicia Vikander y Louis Vuitton, quienes han firmado un contrato por el que la actriz será desde ahora su imagen oficial.
Hemos alucinado al saber cuánto cobran las famosas por lucir un vestido en la alfombra roja. Eso sí, si en el último momento la artista no se ve guapa, se acabó el negocio. Hollywood, ¡Qué mundo!
