¿Por qué nos enamoramos de una persona y no de otra?

¿Por qué nos enamoramos? ¿Qué hace que nos enamoremos de una persona y no de otra? Esta es la explicación psicológica. 

Algunas mujeres dicen preferir a los chicos morenos, otras le dan más importancia a que sea alto, otra, que tengan los ojos azules. Sin embargo, a la hora de enamorarnos de verdad, hay muchos otros factores que influyen y estos aspectos físicos quedan relevados a un segundo plano. Esto se debe a que, a la hora de enamorarnos, los psicólogos afirman que influyen dos factores principales. Así lo explica la psicóloga Ciara Molina, autora de Emociones expresadas, emociones superadas: “Lo que hace que nos enamoremos de una persona y no de otra se debe principalmente a dos factores, por un lado lo que se conoce con el nombre de la bioquímica del amor, y por otro lo derivado del sistema de creencias (pensamiento), necesidades, gustos y experiencias personales que se complementen o asemejen con los nuestros. Es decir, comporta tanto un componente físico como psicológico”. Cuando nos enamoramos de alguien, estamos teniendo un deseo sobre la imagen de la persona por la que nos sentimos atraídos. En el periodo de enamoramiento dejamos de ser racionales, nos dejamos llevar e intentamos agradar a la persona de la nos enamoramos por encima de todo. 

¿Qué es la bioquímica del amor? 

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Si nunca has oído hablar de ello, debes saber que por bioquímica del amor entendemos todo un conjunto de reacciones emocionales que circulan por nuestro cerebro a través de una serie de descargas neuronales y una concentración de hormonas. Cuando ambas cosas interactúan, se produce una sensación placentera que conocemos como “amor”. Una de las características principales de este fenómeno conocido como bioquímica del amor, es que no funciona siempre del mismo modo, si no que va cambiando a medida que una relación avanza. Por eso, en una relación amorosa se pueden identificar cuatro fases. 

Enamoramiento. Es lo que vivimos en el primer año o año y medio de una relación. Como ya te habrás dado cuenta, es la fase más pasional, donde lo que predomina es el deseo sexual. Esto se debe a constante liberación de ocitocina y vasopresina, hormonas que contribuyen a la felicidad y la pasión. 

Amor romántico. En esta etapa, la pasión pasa a ser sustituida por una especie de obsesión por la persona que amamos, convirtiendo el amor casi en una necesidad. Esto se debe a la combinación de norepinefrina y dopamina, dos hormonas que hacen que enfoquemos nuestra atención sobre algo en concreto, en este caso, nuestra pareja.

Amor comprometido. En esta fase, la pasión sexual deja de ser el centro de la relación, dejando paso a emociones más relajadas y satisfactorias, como el aumento de compromiso, la negociación de roles o la solución de conflictos dentro de la relación. 

Amor compañero. No todas las parejas pasan por esta fase. En ella, la pasión erótica y romántica se ven muy reducidas por la monotonía y la falta de objetivos en la pareja. La falta de relaciones sexuales hacen que los niveles de oxitocina bajen y el amor se vuelva mucho más relajado, convirtiendo a la pareja, prácticamente, en dos compañeros.

A la pregunta de por qué nos enamoramos de unas personas y no de otras, podríamos decir que tendemos a fijarnos en personas que guardan relación con nuestra forma de ver la vida y con aquello que nos hace sentir plenos. Esta es la parte más reflexiva del proceso de enamoramiento, la cual tiene que complementarse con una reacción instintiva, casi química, sobre la cual no tenemos control.  

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