¿Un inocente café? ¡Nada más lejos!
Hay alimentos que nos parecen de lo más inocentes, pero que detrás de ellos se encuentran verdaderas bombas calóricas. Esto sucede con el café. Un café solo o con leche no debería aportar demasiadas calorías, de hecho apoca muy pocas si optamos por leche desnatada, pero en algunas cadenas de café estos pueden engordar lo mismo o más que una hamburguesa completa.
¿Cómo pasa un inocente café a ser una bomba? Pues en cuanto le empezamos a meter natas, siropes (que son todo azúcares), elegimos una leche entera, y le vamos sumando toppings como chocolate en polvo o azúcar de vainilla. Todo esto eleva las calorías de la bebida hasta límites increíbles.
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Si te tomas un uno de estos cafés es como si te estuvieras zampando una comida entera, pero con la única diferencia de que no te saciará nada en absoluto, pero le estarás metiendo al cuerpo una gran cantidad de calorías, que verdaderamente no necesita.
¿Sabías que estos cafés son unos lobos con piel de cordero?
