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Objetivo: piel sin puntos negros

Los puntos negros pueden ser una de las cosas estéticamente peores. Pocas se libran de ellos y quien no los presenta en un sitio, los presenta en otro, y quien no, en todos. 

Comprendemos esa situación desesperante, que te laves la cara mañana y noche, que le prestes cuidados y que ahí sigan, perennes. Son unos pesados. Puede que, aunque la higiene de tu rostro sea magnífica te sigan saliendo, especialmente por la zona de la nariz y de la barbilla, puede que esto se deba a que no te exfolias, un paso muy importante y que a veces pasamos por alto por pereza. Yo os recomiendo no exfoliar la piel a diario, pero sí tal vez una vez si y otra no con un gel con gránulos, que sea suave, y después, una vez a la semana, uséis un exfoliante más potente y que absorba el exceso de grasa. Te recomiendo el Dark Angels de Lush, que es un todopoderoso en la materia.

Las exfoliaciones me gustan hacerlas con agua caliente que hace que los poros se abran y que hace que el exfoliante pueda trabajar menos. Después, no olvides cerrar los poros, bien con agua fría (lo recomendable si tienes la piel seca) o con un tónico (que no tenga alcohol). 

También, se te ves capaz, puedes hacer las extracciones de los puntos negros en casa, pero eso sí, debes de extremar la higiene, pues te podrías acarrear una infección y que esos puntos negros se transformen en acné, y pases de Guatemala a guatepeor…

De todas formas, si te ves capaz, recuerda usar siempre pañuelos de papel nuevos o gasas estériles, y hacerlo siempre con el rostro después de un buen lavado con agua caliente (por lo que hablamos de abrir los poros) y presionar ligeramente la piel para hacer que el punto negro salga entero. No aprietes demasiado, pues podrías dañarte la piel.

 

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