Louis Vuitton otoño/invierno 2012-13

Louis Vuitton otoño/invierno 2012-13

Marc Jacobs ha enmendado con esta colección un poco lo que hizo con la de su propia marca. Decimos un poco porque no lo vemos para nada en estado de gracia. ¡Con lo que él era siempre! Sin ir más lejos, la última colección P/V fue una pasada y la anterior a esa, la del O/I 20011-12, inspirada en la película Portero de Noche y en el fetichismo, fue increíble. Pero esta última esta bien, como de 6,75; pero esta nota se nos queda corta, sabiendo que él perfectamente puede llegar a la Matrícula de Honor.

La colección ha girado en torno a los viajes en tren, unos viajes no como los hacemos ahora, que en Atocha tienes que subir a toda prisa al vagón o las puertas se te cerrarán en la cara. Este tren es más elegante, pues llevas hasta un botones que te acompaña con tu equipaje. Un equipaje exquisito pues viene firmado por la casa francesa.

Marc Jacobs ha hecho bien una cosa: remontarse a la historia de la marca y crear un producto que la homenajee. Louis Vuitton comenzó siendo una empresa que hacía maletas y equipajes para estos viajes de ensueño.

La idea es muy buena, pero el desarrollo nos gusta menos, y es que hemos visto muchas cosas de la colección de Marc plasmadas en ésta otra (¿se está quedando sin ideas?), momentos como las superposiciones (vestido+pantalones), los sombreros enormes como de El Sombrero Loco y el gusto por las levitas y los abrigos por debajo de la rodilla. Si no nos convencieron en la Semana de la Moda de Nueva York, tampoco lo hacen en la parisina.

El diseñador hace hincapié en los estampados geométricos, muy sesenteros y muy Prada O/I 2012-13, salvo que los del neoyorquino son más grandes y que se combinan con otras prendas lisas.

Destacamos de toda la colección los detalles y los complementos. Los botones grandes en las prendas nos parecen magníficos y las plumas que engalanaban los sombreros, hacían lo que podían con una prenda que ya estaba perdida desde un primer momento. Las bolsas de equipajen son soberbias y se apuesta para el día a día por un bolso de mayor tamaño y más rígidos que los vistos en colecciones pasadas. La sombrerera y los bolsos con pelo ponen elevan la nota de esta colección que se queda rozando el notable.