Las redes se vuelcan con Alan, el joven transexual que se suicidó por acoso
España se moviliza por el suicidio de Alan, el menor transexual de Barcelona.
Este adolescente transexual de 17 años había conseguido este mismo mes algo con lo que llevaba soñando mucho tiempo: cambiar su nombre en el DNI. A pesar de que se necesita ser mayor de edad y un informe médico para hacerlo, Alan y otro menor de Barcelona habían sido los primeros en conseguir este logro debido a su transexualidad.
Sin embargo, esto no impidió que a Alan le pudiera la presión social y, en especial, el acoso escolar, y acabara quitándose la vida el pasado jueves. A diferencia de otros adolescentes transexuales, Alan contaba con el apoyo de toda su familia (la importancia de apoyar a tu hijo transexual) y el de asociaciones como Chrisallys, que estuvieron con él en cada momento. Pero el bullyin sufrido en su centro escolar había hecho que Alan tuviera que cambiar de instituto en una ocasión. Al repetirse la misma situación en el nuevo centro, Alan acabó siendo ingresado por depresión en el Hospital Clinic de Barcelona.
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El equipo directivo del instituto asegura que ya tenía prevista una reunión a la vuelva de las navidades para hacer frente a la situación de Alan en el centro pero, como ocurre en muchos casos de acoso, llegaron tarde. “No hay palabras para acompañar este dolor ni para expresar la indignación, frustración y vergüenza ante unas administraciones que nunca llegan a tiempo, que van siempre por detrás de las necesidades de la infancia y la adolescencia transexual”, escribió el colectivo Chrisallys en su web tras conocer la trágica noticia.
Alan ha vivido sus primeras navidades acuerdo con su identidad pero nadie imaginaba que serían las últimas. Desafortunadamente, no es la primera vez que un adolescente transexual se suicida, por lo que en ciudades de toda España se convocaron ayer movilizaciones para acabar con la transfobia mientras Twitter se volcaba con el hashtag #YoTambienSoyAlan.
El suicidio de Alan puede que sirva para empezar a luchar contra la transfobia pero, tristemente, por él ya no se podrá hacer nada. Intentemos, al menos, que sea el último.
