3 pensamientos que no debes tener cuando estás a dieta

Pensamientos negativos: si estás a dieta, evita pensar en estas tres cosas. 

Si, al igual que mucha gente, te has propuesto comenzar a cuidarte y ponerte a dieta con la entrada del año, hoy queremos darte un consejo que te puede ser útil.

Ya tienes tu dieta diseñada, estás motivada para llevarla a cabo, incluso te has propuesto empezar a hacer deporte. Genial. Pero, desafortunadamente, hay ocasiones en que la motivación de los primeros días se nos va demasiado pronto. ¿Por qué ocurre esto? Seguramente, estamos teniendo pensamientos negativos que no nos ayudan en nada a seguir adelante.

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¿Qué pensamientos debemos evitar cuando estamos a dieta? Hay tres cosas principales en las que debemos evitar pensar en estos días si no queremos rendirnos.

1. Comer se ha vuelto soso y aburrido: no puedes torturarte cada día pensando en que tu nueva comida es sosa y aburrida. Es cierto que echarás de menos la grasa, la sal, el azúcar... pero, si no dejas de pensar en ello, convertirás la dieta en un castigo en vez de en una herramienta para mejorar tu calidad de vida. Cuando este pensamiento te venga a la mente, recuérdate por qué estás haciendo esta dieta, por ejemplo, con frases como: “esta comida es buena para la salud” o “esta comida no engorda”.

2. Comer sano es quedarse con hambre: tienes que pensar que la mayoría de nosotros comemos más de lo que necesitamos, o de lo que deberíamos. De ahí que el truco de las 500 calorías menos funcione tan bien. Por eso, cuando lleves un tiempo comiendo sano, probablemente te acostumbres a cambiar tu concepto de sentirse satisfecho. ¿Estamos hablando de no tener más hambre o de estar hasta arriba a punto de explotar?

3. La comida es felicidad: empieza a relacionar tu felicidad con la gente con la que comes, los sitios en los que lo haces o los eventos a los que acudes, no con la comida en sí que comer en ellos. Relacionar la comida con la felicidad es algo que nos inculcan desde pequeños, pero que puede cambiarse. Disfruta de las experiencias.

Paciencia y mucho ánimo en tu dieta. Recuerda, ¡nada de pensamientos negativos!