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¿Qué hacer cuando se te rompe un espejo?

CONSEJOS PARA EVITAR EL DESASTRE

espejo

Aunque no seas supersticiosa, si se te rompe un espejo siempre te quedas con ese mal cuerpo que siembra la duda: ¿y si es verdad? ¿y si, por una tontería tengo siete años de mala suerte? Puede que no temas que se te cruce un gato negro o pasar bajo una escalera, pero, por muy segura que seas, siempre hay ese poquito de “y si” al que no puedes silenciar. Te vamos a dar unos consejitos tanto si eres de las que dice “doce más uno” o no crees en las supersticiones. Después de todo, más vale prevenir que curar, ¿no crees?

 

¿Por qué se cree que los espejos rotos traen la desdicha?

 

Empecemos por el principio, la historia de la mala suerte asociada a los espejos viene de una época anterior a los mismos. Al principio de las civilizaciones, se pensaba que aquello que reflejaba un río, un lago o un estanque le pertenecía y formaba parte de alguna manera de él. Si al observar estas imágenes se movían y se veían turbias, era porque algo malo iba a suceder. Con la invención del espejo, se adaptó esa tradición al nuevo objeto, ya era donde se veían ahora los reflejos; y como no hay movimientos turbios en el espejo, se pensó que el mal presagio vendría al romperse.

 

¿Qué hacer cuando se rompe un espejo?

 

Lo primero, claro está, es recoger los pedazos con muchísimo cuidado, a ver si la primera desgracia va a ser un buen corte. Usa una escoba y un recogedor y elimina hasta el pedacito más pequeño. Ahora que el peligro más evidente está resuelto, vamos a lo que nos interesa: alejar la mala suerte de nosotras. Una de las creencias más populares dice que si reutilizamos los trozos del espejo roto, no tendremos la maldición al otorgarle al objeto una nueva vida. Prueba a hacer manualidades con ellos o conviértelo en polvo y guárdalo en un frasco como decoración.

 

La sal siempre es una ayuda

 

En todas las culturas se considera que la sal es un símbolo de buenos augurios, así que puede ser una buena solución tener un puñadito de sal siempre a mano. Cuando se rompa tu espejo bastará con que cojas un poco de sal con la mano derecha y la lances hacia atrás por encima de tu hombro izquierdo. Esto hará desaparecer cualquier sombra de mala suerte. Pero, ¿y si no te consideras supersticiosa y te avergüenza hacer algo así? ¡un baño de sales! ¿Por qué no? Si lo que ahuyenta el mal fario es la sal, tú ponla donde quieras, ¿y dónde mejor va a estar que dentro de tu bañera con agua templadita? Haz desaparecer la mala suerte y el estrés que te ha ocasionado el accidente.

 

La luna lo sabe todo

 

Siendo mujeres, todas nos sentimos algo lunáticas. Nuestro satélite repercute en las cosechas y las mareas y su ciclo, como el nuestro, dura 28 días. Así que si tenemos algún mal, dejemos que la luna nos ayude. Hay quien cree que para que no nos afecten los siete años de mala suerte que nos traerá el espejo roto, bastará con reflejar la luna en uno de los pedacitos. Deberás tenerlo guardado hasta la primera luna llena que haya después del accidente; si te es posible envuélvelo con alguna de tus piezas de ropa. Un pañuelo que tenga tu olor será ideal. La primera noche de luna llena, asómate a tu ventana y usa el trozo de espejo para reflejarla, su poder te protegerá y eliminará la mala suerte.

 

¿Tienes algún amuleto?

 

El ser humano ha usado amuletos desde siempre para protegerse: estampitas, símbolos, ¡hasta ropa interior de la suerte! Estamos seguras de que tendrás algún objeto que te haga sentir especialmente segura, cógelo, ahora es el momento de usarlo. Si no cuentas con ninguno, acude a los clásicos: el trébol de cuatro hojas o la herradura no suelen fallar. Aunque ya que te pones, ¿qué mejor que una piedra preciosa? La ágata, el rubí, el jade y la turquesa, con las mejores piedras para atraer a la buena suerte. ¿No lo crees? ¡Mira que suerte que ya tienes excusa para comprarte un nuevo collar!

 

La mente lo puede todo

 

Como siempre no hay que olvidar que muchas veces, somos nosotras mismas quienes con una creencia atraemos la mala o la buena suerte. Nos condicionamos hasta hacer que pasen cosas de verdad solo por creer que van a suceder. Así que más allá de sales, más allá de amuletos, lo que te recomendamos a pies juntillas si se te rompe un espejo es el pensamiento positivo. Si piensas en cosas buenas las atraerás, confía en ti y en tu poder.

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