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Esta joven cuenta en una carta el infierno que vivió en su última visita al ginecólogo

VIOLENCIA MÉDICA

violencia medica en el ginecologo Violencia médica. Esta joven denuncia en un carta la violencia que tuvo que vivir en su última visita al ginecólogo.

Acudir a una revisión ginecológica nunca es agradable para una mujer, especialmente si vas a visitar a un nuevo médico por primera vez. Es habitual llegar nerviosa a la consulta, por lo que lo mínimo que esperas es un trato agradable y tranquilizador por parte del profesional. Pero esto no fue así para Violeta Jiménez, una joven mexicana de 27 años que acudió a una revisión y se encontró con la peor experiencia que había vivido con un profesional médico.

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Violeta entró a la consulta ya nerviosa, escuchando cómo el ginecólogo que estaba a punto de atenderla le gritaba a otra paciente y tenía un comportamiento desagradable con otra compañera del centro médico. Violeta explica en su carta que “empezó a realizar el papanicolaou sin avisarme que me iba a tocar”, lo que hizo que se asustara y diera un salto. Seguidamente, la joven comenzó a contarle al médico las pruebas a las que se había sometido anteriormente y sus consultas a la ginecóloga que acudía antes para ponerlo al día de su historial médico, pero a él no le interesaba y la mandó a callar: “cállate, estás muy confundida”.

Tras varias agresiones verbales, la cosa se puso aún más incómoda cuando el médico decidió agarrar a Violeta de la mano, apretando fuertemente, para hacerla pasar de una sala a otra de la consulta, no sin antes hacer comentarios sexuales como “si tú y yo tuviéramos relaciones sexuales sin condón...” o criticar el aspecto de su ropa interior. Violeta comenzaba a sentirse tremendamente incómoda y asustada, pero estaba demasiado paralizada como para hacer nada.

Antes de abandonar la consulta, Violeta pidió al ginecólogo su contacto para estar al tanto de cuándo estaban listos los resultados. Él le dijo que no tenía tarjetas de visita. Entonces Violeta le sugirió que le diera una de sus recetas, ya que en ella aparecía toda la información que necesitaba. Antes de entregarle la receta, el médico escribió en ella “FEA”, y se la entregó.

Violeta se fue a casa totalmente hundida, desconcertada, asustada y, sobre todo, frustrada por no saber qué era lo que debía de hacer. Aunque ya ha puesto su denuncia a la Comisión de Arbitraje Médico de Baja California, ya le han advertido de que es probable que no prospere.

Aquí puedes leer la carta completa de Violeta, en la que relata este episodio de violencia médica. Compártela para que médicos como este no sigan ejerciendo.

 

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