Revelan la extraña dieta de Marilyn Monroe
Así era la dieta que seguía Marilyn Monroe, ¿serías capaz de comer lo mismo que ella?
Marilyn Monroe fue una de las mujeres más deseadas de Hollywood en los años 50. Aunque los cánones de belleza hayan cambiado desde entonces, la preocupación de las celebrities por su físico ya era la misma. En el caso de Marilyn, su belleza natural era innegable, pero no se avergonzaba al confesar cómo trabajaba a diario para cuidar su cuerpo.
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En una entrevista de 1952 para la revista Pageant que ahora ha sido rescatada, la artista contaba qué es lo que comía cada día y qué tipo de ejercicios realizaba para poder lucir el cuerpo más deseado del mundo.
En cuanto a su dieta, Marilyn confesaba que se preocupaba "por no comer demasiado”, justo al contrario que cuando era pequeña, cuando su preocupación era no comer lo suficiente. A la hora del desayuno, Marilyn llevaba a cabo una extraña rutina en la que preparaba un desayuno a base de leche y huevos que luego se comía mientras se duchaba. “Caliento una taza de leche y la vierto sobre un plato caliente, donde bato dos huevos. Después de lo bebo mientras me ducho.” Para completarlo, se tomaba una pastilla multi-vitaminas. “Dudo que cualquier doctor pudiese recomendar un desayuno más nutritivo para alguien como yo”, afirmaba.
Ella misma asegura que, a su alrededor, la gente solía pensar que su alimentación era un tanto extraña. Por la noche, la actriz hacía una cena muy simple basada en carne de ternera, cordero o hígado al horno y cuatro o cinco zanahorias crudas.
A Marilyn no le importaba en qué ciudad le tocara estar ese día, siempre era fiel a su dieta, y también a su rutina de ejercicios. Aseguraba que nunca tuvo problemas para hacer deporte y que había creado su propia rutina. “He desarrollado mis propios ejercicios, para fortalecer los músculos que quiero tener firmes” contaba. “Es una rutina simple para mantener el busto firme”, afirmaba. Esta rutina, que tenía una duración de 10 minutos, se basaba en realizar distintos ejercicios con los brazos para dar firmeza al pecho.
La dieta que seguía Marilyn Monroe demuestra que la obsesión por el cuerpo perfecto siempre ha estado presente, incluso cuando las curvas formaban parte del cánon de belleza.
