La ciencia empieza a considerar los selfies como “trastorno psicológico”
¿Te haces más de tres selfies al día? La ciencia empieza a considerar la obsesión por el selfie como un trastorno psicológico.
Desde que las redes sociales y los smartphones comenzaron a formar parte de nuestra vida hemos disfrutado de muchos avances y posibilidades que antes no podíamos, como la de estar en contacto con quien queramos cuando queramos, o la de poder contar al mundo lo que hacemos cada día.
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Dentro de todo esto, la imagen ha tomado un papel fundamental. Utilizamos imágenes para todo, enviamos y publicamos fotos de lo que hacemos y de lo que vemos a diario y, dentro de esta tendencia, el selfie se ha convertido en el mayor protagonista.
Hacerse fotos a uno mismo hace años que se ve como algo normal y, en principio, no hay nada de malo en ello. El problema es que algunas personas hacen un uso descontrolado de las autofotos, y seguro que tú también estás pensando ya en alguien conocido.
No es raro ver como personas que conocemos publican varios selfies al día sin ninguna razón, o nos lo envían por Whatsapp cuando les preguntamos dónde están, o los comparten en Facebook para mostrar la ropa que llevan. Según la ciencia, esta obsesión por el selfie delata ciertos problemas mentales que deberían empezar a estudiarse.
El primer estudio sobre el tema se ha llevado a cabo en la India, ya que es el país donde se producen más muertes por selfie al año. Tras estudiar el comportamiento de las personas y compararlo con los selfies que solían publicar establecieron tres categorías para este problema:
Límite: personas que se hacen tres selfies al día, pero no los publican
Agudo: se hacen tres selfies al día, todos para publicarlos
Crónico: se hacen selfies constantemente y publican más de seis al día.
Janarthanan Balakrishnan, uno de los líderes del estudio, asegura que “típicamente, aquellos que tienen la condición sufren de una falta de confianza y están buscando encajar con los demás, y pueden mostrar síntomas de otro tipo de actitudes potencialmente adictivas”.
Los autores de este estudio que demuestra que la obsesión por el selfie debe ser tomada como un trastorno mental, esperan que su estudio sirva para impulsar otras investigaciones que busquen entender este comportamiento y ayudar a las personas que lo sufren.
