La triste razón por la que las ancianas japonesas cometen robos

Miles de ancianas japonesas cometen robos para ir a la cárcel y la razón es muy triste.

Todos soñamos con una jubilación tranquila, con el dinero suficiente para poder vivir bien, rodeados de nuestra familia. Esta sería la situación ideal para cualquiera, pero el sistema no nos lo está poniendo nada fácil.

En España la cosa no va a mejor, y las pensiones cada vez peligran más y son menores. Pero hay países en los que la situación es aún más lamentable. Por ejemplo, en Japón.

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Japón es un país con una larga esperanza de vida, donde una gran parte de la población tiene más de 60 años. Sin embargo, al contrario de lo que podría parecer, el gobierno no dedica una especial atención a garantizar una vida digna a las personas mayores, que se ven viviendo en la pobreza más absoluta.

Pero el único problema para las personas mayores japonesas, y en concreto para las mujeres, no es la falta de recursos. Muchas de ellas se sienten solas, no tienen familiares ni amigos con los que pasar el tiempo y, cuando los tienen, a menudo son tratadas con criadas, encargadas de trabajar a diario para ayudar a su familiar. En otros casos, sus familiares se acaban gastando su escasa pensión sin ni siquiera pedir permiso.

Esto ha hecho que se cree un fenómeno tan curioso como triste. El número de hurtos menores ha aumentado considerablemente en Japón en los últimos años, y la mayoría de ellos son cometidos por mujeres de más de 60 años. Estos pequeños robos en tiendas y supermercados hacen que aquellas que los lleven a cabo acaben en prisión. Y esto es justo lo que ellas buscan.

De este modo, estas mujeres pobres y sin familia que las cuide, acaben conviviendo con otras ancianas y encontrando la compañía y los cuidados básicos que necesitan en la cárcel.

Actualmente, las cárceles japonesas empiezan a parecerse más a una residencia de ancianos que a una prisión.

Que estas mujeres ancianas japonesas cometan robos para poder vivir una vejez más digna en la cárcel, nos rompe el corazón.