Esta madre dice que dejó de envejecer a los 20. Nunca adivinarías su edad
Esta madre dice que dejó de envejecer a los 20 y ahora la confunden con la novia de su hijo.
El estrés, dar a luz, el trabajo... todos estos son factores que influyen en nuestro aspecto. La vida adulta es estresante y puede contribuir a que nos veamos más envejecidas. Y tampoco olvidemos el factor más obvio: la edad.
Lo normal es que el paso de los años se vea reflejado en tu piel y tu rostro, es algo que todas hemos aceptado y que intentamos combatir cuidándonos lo mejor posible, durmiendo bien y utilizando las mejores cremas para hidratar y rejuvenecer nuestra piel. Pero este no es el caso de Shimmi Munshi.
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Shimmi es una madre británica que tuvo a su primer y único hijo a los 20 años. Fue madre soltera, y combinar el cuidado de su hijo con su trabajo hicieron que esos años de su vida se convirtieran en los más duros. Siempre pensó que este nivel de estrés y cansancio pasarían factura a su aspecto pero, al contrario de eso, empezó a verse cada vez más joven.
Su hijo creció y ella siguió cumpliendo años, pero por cada año que pasaba no se veía más vieja, si no todo lo contrario. Ahora tiene 41 y le siguen pidiendo el DNI para entrar en discotecas. La gente la confunde con la novia o la hermana de su hijo y ella, aunque se alegra, no tiene ni idea de a qué se debe.
“Me encantaría tener el secreto de la juventud, pero la verdad es que no sé cómo lo hago. Solo uso toallitas de bebé y cualquier crema hidratante que esté de oferta”, confiesa esta mujer, que es la envidia de todos sus amigos y familiares.
Debido a su excelente piel joven, Shimmi ha tenido que escuchar en muchas ocasiones comentarios acerca de las operaciones de estética a las que se habría sometido, pero asegura que nunca ha pasado por el quirófano y que, si hay algo milagroso en todo esto, son sus genes. “Si alguien tiene el mérito de todo esto, son mis padres”.
Shimmi no entiende por qué dejo de envejecer a los 20, pero se siente halagada cuando la confunden con la novia de su hijo. Aunque, cuando se mira al espejo, dice que “tampoco ve dónde está el misterio”.
