13 protuberancias en la piel que son totalmente normales y que no deberías reventar
Cuando te miras el maquillaje en el espejo y descubres un gigantesco bulto que no tienes ni idea de lo que es, es tentador ponerte a trabajar en tu cara. Pero los expertos coinciden en que, cuando se trata de la mayoría de los bultos y granos de la piel, lo mejor es no tocarlos.
"Reventar cualquier cosa hace que tu piel se rompa físicamente, haciéndola más susceptible a la infección y a un problema aún mayor que el que había originalmente", dice Dendy Engelman, MD, dermatóloga certificada en Manhattan Dermatology and Cosmetic Surgery en la ciudad de Nueva York. Además, si no te resistes a la explosión, te garantizas la aparición de cicatrices y un largo proceso de curación, dice la doctora Noelani González, directora de dermatología estética del Mount Sinai West.
Lo mejor es abastecerse de productos de cuidado de la piel de venta libre aprobados por los dermatólogos, o dejar que los profesionales se encarguen de ello en sus consultas con láseres y aparatos seguros para la piel a los que no tienes acceso en casa. Y el tratamiento más inteligente dependerá de la causa exacta de tus molestos problemas cutáneos, ya sea un grano duro bajo la piel o pequeñas protuberancias blancas en la cara.
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Aquí tienes todos los detalles que necesitas sobre 12 baches comunes, y un amistoso recordatorio de que definitivamente no deberías cogerlos:
1. Granos de acné quísticos 
Los granos quísticos se producen muy profundamente bajo la superficie de la piel, formando un nódulo rojo y sensible que no sólo es doloroso, sino que es mucho más difícil de tratar con medicamentos de venta libre. "La inflamación que acompaña al acné quístico puede dificultar el proceso de curación y, a menudo, dar lugar a cicatrices permanentes que son imposibles de eliminar", dice el Dr. Engelman.
Los quistes se encuentran tan por debajo de la piel que ni siquiera se puede llegar a la protuberancia y se queda una mancha de sangre", dice el Dr. Joel Schlessinger, dermatólogo certificado.
La causa: "El acné quístico está provocado por las fluctuaciones hormonales y las bacterias del acné", dice el Dr. Schlessinger, "los niveles hormonales elevados desencadenan una producción excesiva de grasa, lo que hace que los poros se hinchen. Cuando esta grasa no puede llegar a la superficie de la piel, se rompe por debajo y hace que la inflamación se extienda al tejido circundante" Otras causas son las bacterias en los folículos pilosos y la disminución de la renovación celular en los pacientes con acné, que provocan la acumulación de queratina en los poros, dice el Dr. González.
El tratamiento: En lugar de ir a por ello con los dedos, reserva una cita con tu dermatólogo, que puede tratar adecuadamente la situación (normalmente en forma de inyección de cortisona para acabar instantáneamente con la hinchazón) e incluso puede salvarte de la cicatriz por completo.
2. Milia 
¿Alguna vez has notado cómo esos pequeños bultos blancos en tu cara (también conocidos como milia) se niegan a salir por mucho que lo intentes? Pues no te preocupes. Son realmente inviables, al menos sin la ayuda de un dermatólogo o un esteticista.
La causa: Los milios no están llenos de suciedad, aceite o mugre. Son quistes diminutos e inofensivos que se producen cuando las células cutáneas muertas quedan atrapadas bajo la piel, dice el Dr. Schlessinger. "Hurgar en ellos suele tener poco o ningún efecto, y al intentar reventarlos es probable que la piel se enrojezca, se irrite y se inflame, con los milios todavía intactos", dice el Dr. Schlessinger. Ouch.
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El tratamiento: "Si le molesta, programe una cita con su dermatólogo, que probablemente le extraerá con una herramienta esterilizada y calentada", dice el Dr. Engelman. También puedes utilizar una crema con retinoides para ayudar a suavizarlos más rápidamente, aunque los milios suelen desaparecer por sí solos.
3. Pelos encarnados 
¿Frustrante? Extremadamente. ¿Merece la pena recogerlos, incluso si te acabas de afeitar la línea del bikini? En absoluto.
La causa: "Los pelos encarnados se producen cuando el tallo del pelo queda atrapado bajo la superficie de la piel", dice el Dr. Schlessinger. "Las protuberancias rojas que aparecen suelen picar e inflamarse, pero nunca es buena idea utilizar pinzas o fuerza manual para depilarlos". Apretarlos sólo empeorará la inflamación y la irritación, añade. (Hola, antiestéticas marcas rojas que duran meses).
El tratamiento: Aplicar hidrocortisona, que reduce el enrojecimiento, el picor y la irritación, y lavar la zona afectada con un limpiador exfoliante para que el vello llegue a la superficie de la piel. Si las dolorosas protuberancias persisten, el Dr. González dice que puedes acudir a un dermatólogo que corte la piel y elimine el vello o inyecte esteroides para reducir la inflamación. Consejo profesional para no tener que lidiar con ellos Exfolia antes de afeitarte y aféitate en la dirección en que crece el vello en lugar de hacerlo en contra.
4. Etiquetas de la piel 
"Los papilomas cutáneos son crecimientos adicionales de la piel que suelen aparecer en el cuello y las axilas", dice el Dr. Joshua Zeichner, director de investigación cosmética y clínica en dermatología del Hospital Mount Sinai. Pero hay algunas razones por las que no se debe hurgar en esos pequeños bultos. A saber, los papilomas cutáneos están hechos de carne, y tratar de quitarlos causará dolor y sangrado, dice el Dr. Zeichner. También podría aumentar el riesgo de infección.
La causa: "Suelen aparecer en zonas de fricción, como el cuello, las axilas y la ingle, y se cree que están causadas por el roce de la piel con la ropa", dice el doctor Bruce Katz, dermatólogo de Nueva York. La Dra. González suele ver los papilomas cutáneos en sus pacientes con sobrepeso o que llevan muchas joyas.
El tratamiento: Este es definitivamente un trabajo para profesionales. "Un profesional puede eliminar los papilomas cutáneos congelándolos (una técnica que utiliza nitrógeno líquido conocida como crioterapia), quemándolos ligeramente con cauterio o eliminándolos quirúrgicamente cortándolos", dice el Dr. González. Y si los papilomas cutáneos son lo suficientemente grandes como para interferir en tu vida diaria, tu compañía de seguros podría incluso quitarte la factura, dice el Dr. Zeichner.
5. Herpes labial 
A menos que quieras inspirar un ejército de estos chicos malos, ni se te ocurra tocarlos, por mucho que el herpes labial se parezca a un grano. "Picar el herpes labial puede conducir muy fácilmente a la formación de otra llaga", dice el Dr. Schlessinger. "Al reventarlas se libera un líquido parecido a una ampolla que contiene el mismo virus y que puede extenderse fácilmente a otras zonas, incluso a la cara de otra persona".
La causa: El virus del herpes simple tipo 1 (VHS-1) y el tipo 2 (VHS-2) son los culpables del herpes labial, y son muy comunes, dice el Dr. González. Entre el 50 y el 80 por ciento de los adultos estadounidenses tienen herpes oral.
El tratamiento: Los herpes pequeños pueden curarse por sí solos con la ayuda de tratamientos de venta libre. Pero si notas que el herpes labial aparece con más frecuencia (o que se extiende a zonas más grandes), el Dr. González dice que debes acudir a un médico para obtener ayuda profesional para una medicación más agresiva y, si tienes llagas más de seis veces al año, una medicación preventiva.
6. Dermatosa Papulosa Nigra (DPN) 
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Estas protuberancias marrones o negras parecen lunares y se producen en la cara y el cuello, principalmente en la piel de color. La dermatóloga Mona Gohara, MD, dice: "No hay preocupación, excepto los que se molestan por ellos cosméticamente".
La causa: Es genética. "En este momento no se conoce la causa, pero sabemos que es hereditaria", dice el Dr. Gohara.
El tratamiento: Una vez más, estas marcas no son perjudiciales, pero si no te gusta su aspecto, puedes someterte a tratamientos de eliminación en el consultorio. Según la Skin of Color Society, esto incluye "la escisión con tijeras, la escisión por afeitado, la criocirugía, la electrodesecación, el legrado, la dermoabrasión y la eliminación con láser". Sólo tienes que saber que con los tonos de piel más profundos, existe el riesgo de que estos procedimientos desencadenen problemas de coloración de la piel, así que asegúrate de crear un plan de cuidados posteriores con tu dermatólogo.
7. Queratosis Pilaris 
"Apretar o hurgar en estas lesiones provoca efectos de empeoramiento como el enrojecimiento y la posibilidad de cicatrización también", dice el Dr. Engelman.
La causa: Esta afección genética, a menudo conocida como "piel de pollo", está causada por la acumulación de queratina, la proteína que protege la piel, el cabello y las uñas de las infecciones y otras toxinas ambientales perjudiciales. "La acumulación forma un tapón que bloquea la apertura del folículo piloso", añade el Dr. Engelman.
El tratamiento: En lugar de picar, usa un exfoliante químico que tenga ácido salicílico y ácido glicólico, o productos como AmLactin para calmar la inflamación y suavizar gradualmente los bultos con el tiempo, dice el Dr. González. "Si eso no funciona, ve a un dermatólogo o a un esteticista que pueda tratarte adecuadamente", recomienda el Dr. Engelman. Las opciones de tratamiento incluyen el medicamento tópico tretinoína (también conocido como Retin-A) para exfoliar la zona, el láser de colorante pulsado para tratar el enrojecimiento y los peelings químicos, añade el Dr. González.
8. Puntos negros y puntos blancos 
Estos pueden ser algunos de los bultos más comúnmente reventados-pero mantén tus manos alejadas si puedes.
La causa: "Los puntos negros consisten en lo mismo que los puntos blancos -poros que se obstruyen con aceite-, excepto que el aceite se ha oxidado tras estar expuesto al aire, lo que le da un tono negro o marrón", dice el Dr. Schlessinger. "Exprimirlos puede forzar a las bacterias a profundizar aún más y provoca un traumatismo en la piel".
El tratamiento: Los mejores ingredientes para tratar los puntos negros son el ácido salicílico y el retinol. Estos exfoliantes promueven la renovación celular, evitando que las células muertas de la piel obstruyan los poros.
Para eliminar la grasa y la suciedad sin hurgar en los puntos negros ni aplicar presión, utiliza un exfoliante de venta libre como Differin Gel: "Funcionará para llevar los puntos negros a la superficie de la piel, dejándote con un rostro fresco en sólo unos días", dice el Dr. Engelman.
Y busca productos de maquillaje y cuidado de la piel que no contengan aceites ni sean comedogénicos, para asegurarte de que lo que usas en tu rostro no contribuirá a la aparición de futuros granos.
9. Queratosis seborreica 
El Dr. Zeichner dice que las queratosis seborreicas son protuberancias ásperas de color marrón que suelen aparecer en zonas que se exponen mucho al sol, como la cara, el pecho y la espalda. Son totalmente benignas, dice el Dr. González
Pero pueden estorbar, ya que pueden engancharse en la ropa y sentirse escamados.La causa: "Son crecimientos sólidos de piel sobrante que se acumulan en la superficie del cuerpo", dice el Dr. Zeichner. La exposición al sol no ayuda, pero incluso si te enjabonas con protector solar a diario (¡lo cual deberías hacer!), estos bultos podrían estar en las cartas para ti, ya que son genéticos.
El tratamiento: En lugar de intentar reventarlas, el Dr. Zeichner recomienda visitar a su dermatólogo si se irritan o inflaman; su derm puede incluso conseguir que su seguro cubra el tratamiento.
"Si te molesta su aspecto, habla con tu dermatólogo sobre un tratamiento llamado Eskata, que es el único aprobado por la FDA para tratarlas", aconseja el doctor Zeichner. Los tratamientos cuestan unos 375 dólares por sesión y suelen requerir dos sesiones para funcionar; cada sesión trata de cuatro a cinco manchas. Si no, se puede optar por la crioterapia para congelarlas o quemarlas suavemente, añade el Dr. González.
10. Lipomas 
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Un lipoma es un depósito de grasa bajo la piel que puede parecer un grano quístico. No son cancerosos y generalmente son inofensivos, aunque pueden llegar a ser dolorosos si crecen demasiado.
La causa: Los lipomas suelen estar relacionados con la genética, así que puedes dar las gracias a tus padres si notas que empieza a salir uno, dice el doctor González.
El tratamiento: Aunque la Dra. Pimple Popper "hace estallar" los lipomas para sus clientes de forma regular, no deberías intentarlo en casa. Abrir la piel hará que se enrojezca, se enoje y potencialmente deje entrar bacterias en la zona. Su mejor opción es que un dermatólogo lo elimine quemándolo o aplicando un láser para reducir las cicatrices.
11. Angiomas de cereza 
Estos bultos benignos de color rojo brillante están formados por pequeños vasos sanguíneos. Suelen aparecer en la cara, el pecho, el vientre y la espalda.
La causa: Su causa es desconocida, pero existe un componente genético que podría hacerte más propenso a padecerlas.
El tratamiento: Teniendo en cuenta que están llenos de sangre, reventarlos definitivamente no es la movida. Sin embargo, la eliminación es bastante sencilla, promete el Dr. González. Una visita a la consulta del dermatólogo para un tratamiento con láser o con cauterización le dejará libre de bultos y cicatrices.
12. Quistes sebáceos 
Otro de los favoritos del Dr. Pimple Popper, estas protuberancias del color de la piel están llenas de un material amarillo parecido al queso que el Dr. González dice que probablemente no querrás ver ni oler. Y aunque suelen ser benignos y asintomáticos, a veces pueden ser dolorosos si se inflaman, infectan o se rompen, añade.
La causa: Estas acumulaciones aleatorias de queratina, que parecen un grano bajo la piel, aparecen en zonas del cuerpo con un alto volumen de glándulas sebáceas.
El tratamiento: "En cuanto al tratamiento, tienes varias opciones", dice el Dr. González. Puedes pedirle a tu dermatólogo que te inyecte esteroides para ayudar a bajar la inflamación y reducir la apariencia de la protuberancia, o tu médico puede realizar una cirugía para remover la cápsula llena de queratina en su interior, lo cual es una muy buena opción ya que es probable que el quiste se vuelva a inflamar a menos que sea removido totalmente.
13. Hiperplasia sebáceaVer esta publicación en Instagram
Estas pequeñas protuberancias amarillentas que salpican la frente o el centro de la cara son supercomunes. Suelen aparecer con la edad y a menudo se confunden con granos o enfermedades de la piel.
La causa: Aunque son totalmente inofensivas, las protuberancias son causadas por un crecimiento excesivo de las glándulas sebáceas de la cara en . Por desgracia, no hay signos ni síntomas a los que prestar atención, simplemente los verás cuando los veas (¡lo siento!).
El tratamiento: Si le molesta su aspecto y añora los días en que su piel era lisa y clara, El Dr. González dice que los dermatólogos pueden quemar ligeramente estas protuberancias con aspecto de rosquilla con electrocauterización, eliminarlas con láser o congelarlas con crioterapia.
