10 beneficios del matcha que te harán querer beberlo todos los días

En los últimos años, el matcha ha crecido en popularidad debido a su color verde brillante, sus beneficios para la salud y el hecho de que hace un encantador café con leche. El matcha forma parte de la familia del té verde, pero es único. A diferencia de las formas tradicionales de té verde, en las que las hojas se remojan en agua, el matcha es un polvo hecho de hojas de té molidas. Por ello, cuando se consume matcha, se obtiene una mayor concentración de los nutrientes de las hojas (traducción: más beneficios).

Hoy en día, se puede encontrar en cualquier cafetería americana. Pero la rica historia del matcha se remonta al siglo XII y ha sido un componente importante de la cultura japonesa del té durante más de 800 años. "La historia más famosa es que el monje budista japonés Myoan Eisai partió hacia China en busca de té verde. Eisai se dio cuenta de que beber matcha antes de meditar le ayudaría a mantener la concentración, y trajo el matcha a Japón", dice Asako Miyashita, MS, RDN, nutricionista dietista registrada en Nueva York.

Es importante señalar que el matcha japonés y el matcha americano existen en burbujas separadas. La versión americana del matcha se puede encontrar en los cafés con leche matcha en lugares como Dunkin', mientras que el matcha japonés está muy relacionado con la ceremonia del té, una forma ceremonial de preparar y presentar el té verde (que nunca estaría disponible en un autoservicio).

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Teniendo esto en cuenta, estos son algunos de los beneficios del matcha que podrían convencerte de cambiar tu café diario por un matcha latte diario. Si quieres hacer matcha en casa, sigue adelante.

El té verde contiene un tipo de antioxidante llamado catequinas, así como otro grupo llamado polifenoles. "El polvo de matcha ofrece una megadosis de estos poderosos antioxidantes, que pueden ayudar a reducir el daño celular y prevenir enfermedades crónicas", dice la nutricionista Jenna Gorham, RD, fundadora de Jenna Gorham Nutrition Consulting en Bozeman, Montana.

El matcha también contiene diversas vitaminas, como la A, la B, la C, la E y la K, dice Miyashita.

Miyashita recomienda probar el matcha en lugar del café durante una semana si tienes problemas de piel, debido a sus altísimos niveles de vitaminas. La vitamina C estimula la producción de colágeno cuando se ingiere, según este estudio de la revista Nutrients. Y la vitamina B puede ayudar a promover la renovación celular de la piel, según un estudio de la revista Advances in Skin & Wound Care.

El polvo de matcha tiene aproximadamente el triple de cafeína que otros tipos de té preparados, dice Gorham. El té negro tiene 47 mg de cafeína por taza y el té verde 28 mg, mientras que el matcha tiene 70 mg de cafeína. Esto supone el mismo beneficio energético -o algo menos- que una taza de café, que tiene unos 96 mg de cafeína por taza (teniendo en cuenta que los distintos cafés tienen diferentes niveles de cafeína).

"El polvo de matcha contiene L-teanina, un aminoácido que ha demostrado reducir el estrés", dice Gorham. Un estudio de 2016 encontró que beber una bebida con alrededor de 25 mg de L-teanina como el té verde puede ser extremadamente eficaz para reducir el estrés y aumentar el neurotransmisor ácido gamma-aminobutírico (GABA) en el cerebro. "La gente dice que cuando bebe matcha, tiene un estado de alerta suave y no experimenta un 'bajón de cafeína', lo que podría tener que ver con el componente de L-teanina", añade Gorham.

En un estudio de 2017 publicado en Food Research International, las personas que bebieron matcha específicamente (y no solo té verde) experimentaron un ligero aumento de la atención y la velocidad de procesamiento una hora más tarde, probablemente debido a una combinación especial de L-teanina, un importante polifenol potencialmente potenciador de la energía llamado galato de epigalocatequina (EGCG) y cafeína.

Así que en tus días de trabajo más ocupados, derrochar en un matcha latte (que puede costar más de 5 dólares, si el polvo de matcha es de buena calidad) puede ser la inversión perfecta. O siempre puedes hacer uno tú mismo.

Aunque no hay ninguna investigación específica que demuestre los beneficios anticancerígenos del polvo de matcha en sí, los científicos llevan años analizando el té verde como categoría. Estudios más antiguos han relacionado el potente antioxidante EGCG con la prevención del cáncer y con la prevención del crecimiento de las células del cáncer de colon. Otro estudio indica que el té verde podría ser eficaz en sinergia con los fármacos contra el cáncer para su prevención. El EGCG es el compuesto mágico, que podría inhibir el crecimiento de las células cancerosas al matar las células malignas.

El EGCG ataca de nuevo: La ciencia no ha concluido exactamente por qué, pero una revisión de estudios de 2016 sugiere que, gracias a este compuesto, consumir té verde con regularidad puede suponer una reducción significativa del colesterol malo (a menudo llamado "LDL"). El LDL es el tipo de colesterol que conduce a la acumulación de ácidos grasos en las arterias, lo que, según algunos expertos, aumenta el riesgo de sufrir un ataque al corazón y un derrame cerebral.

La mayoría de la gente no piensa en tomar medidas activas para fortalecer los huesos, pero es importante para su estado físico y su movilidad, especialmente a medida que envejece. Los polifenoles, los compuestos antioxidantes del té verde, pueden aumentar la densidad mineral ósea (es decir, la solidez de los huesos) al reducir el estrés oxidativo que causa la inflamación en los huesos. Esto, a su vez, puede reducir el riesgo de desarrollar osteoporosis, según varios estudios anteriores.

El polvo de matcha tiene un sabor fuerte y terroso, por lo que se suele batir y servir con leche o una alternativa no láctea, como la leche de almendras o de avena. Debido a las calorías añadidas por la leche, la bebida suele ser tan saciante como el típico café con leche a base de espresso.

Pero ten en cuenta que "algunas cafeterías y restaurantes pueden utilizar una mezcla que tiene azúcar y/o leche en polvo para equilibrar el sabor terroso, lo que lo hace menos saludable que el matcha en polvo puro", dice Gorham. Pregunta a tu camarero si utilizan polvo de matcha o una mezcla ya preparada y, en este último caso, qué contiene. "Las leches no lácteas también pueden estar endulzadas, así que ten en cuenta la cantidad de azúcar que consumes, ya que puede anular sus beneficios", añade Gorham.

Hay algunas investigaciones antiguas que sugieren que los colorantes alimentarios artificiales (ya sabes, los que utilizabas para hornear cuando eras niño) pueden ser cancerígenos (relacionados con el cáncer). Por eso, cuando hay una oportunidad de colorear los alimentos utilizando fuentes naturales, hay que aprovecharla.

El polvo de matcha de calidad se cultiva a la sombra en lugar de al sol para obligar a las hojas a producir un exceso de clorofila, según la marca japonesa de matcha BeMatcha. El exceso de clorofila es lo que da al polvo de matcha su intenso color verde, y ese color se apodera de casi cualquier cosa con la que se mezcle.

Así que para hornear, cocinar e incluso para mezclar cócteles, añada un poco de polvo de matcha para obtener una delicia naturalmente verde (¡y nutritiva!). Algo que debes recordar siempre que quieras impresionar a la gente en tu próxima cena.

No tiene que ir a su cafetería más cercana para conseguir matcha. De hecho, puedes hacer una versión en casa con los mínimos artilugios de cocina. "Tradicionalmente, los japoneses utilizan un batidor de bambú y un cucharón para preparar el té matcha. Si no lo tienes, puedes usar una cuchara", dice Miyashita. Así es como se hace:

1. Calienta 2 o 3 onzas de agua a 176°F. Si no tienes un termómetro a mano, puedes comprobar a ojo el tamaño de las burbujas. Busca burbujas que suban medianamente, una cadena de burbujas es demasiado caliente.

2. Coloca de 1/2 a 1 cucharadita de matcha en una taza y añade un chorrito de agua caliente (no hirviendo).

3. Mezcla bien con una cuchara para eliminar los grumos de matcha. Si tienes un batidor de bambú, mezcla el matcha con él hasta que esté espumoso. Ahora que tienes tu matcha concentrado, puedes llenar el vaso hasta el final con agua o leche. (Si no tienes batidor, un tenedor te servirá).