Aparentemente tu estilo de mimos puede decir MUCHO sobre tu relación

A menudo es una idea tardía mientras te duermes junto a tu pareja (o mientras te tomas de la mano), pero si aún no te tomas los mimos en serio, ya es hora de que lo hagas.

Acurrucarse en el sofá, en la cama o en una manta en el parque es una parte importante de la relación. No solo la posición preferida -para acurrucarse, por supuesto- puede revelar lo que sienten el uno por el otro, sino que también hay muchos beneficios para la salud que se derivan de una buena sesión de acurrucamiento.

Resulta que tocarse es algo que los humanos deseamos por naturaleza. Así que, si eres el que siempre busca una excusa para un abrazo extra o insiste en que un buen atracón de Netflix es mejor estando cerca del otro, puedes culpar a la biología.

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"El contacto físico es una necesidad humana básica que fomenta el vínculo, el apego y la conexión", afirma la Dra. Sarah Hunter Murray, doctora en medicina y terapeuta sexual. "Comienza desde el momento en que nacemos con el contacto piel con piel entre el bebé y su cuidador. Y aunque el contacto físico puede ser diferente a medida que crecemos, la necesidad de contacto continúa durante toda nuestra vida."

Por supuesto, para algunas personas, ser una almohada humana para su pareja no siempre vale la pena despertarse empapado de sudor, así que los abrazos pueden ser un imposible. Y si tiendes a priorizar la comodidad en solitario, eso no significa que no sueñes con tu pareja en un romántico montaje a cámara lenta.

Pero para aquellos que duermen mejor con los brazos de su pareja alrededor, esto es lo que podría decir sobre ti y los beneficios de acurrucarse.

Sí, tu lenguaje corporal dice mucho más de lo que crees, incluso cuando estás durmiendo. La forma en que las parejas se colocan en la cama puede "hablar de cómo se miran el uno al otro para apoyarse, cómo se apoyan el uno al otro -literal y emocionalmente- y cómo se sienten de cómodos con la cercanía y la intimidad", dice la experta en relaciones, Jane Greer, PhD, y autora de What About Me?

Si usted y su pareja duermen en esta posición de acurrucamiento significa que se ven cara a cara. Greer dice que las parejas que se acurrucan "fusionan sus cuerpos como si fueran uno solo, por lo que puedes ver que se visten igual o que disfrutan de las mismas cosas". Incluso hay "cierta similitud" en estas parejas, añade.

Esta disposición protectora para dormir "puede hablar de que una persona se siente muy segura en los brazos de su pareja", explica Greer. "Sienten que su pareja puede ayudarles a apoyarse tanto física como emocionalmente". Cuando se trata de problemas y dificultades personales, esta persona puede apoyarse en su O.S.

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Esta posición refleja el respeto mutuo. Cada uno de vosotros está cómodo separado y es consciente del espacio del otro, pero seguís estando ahí para el otro. "Quieres tocarte, pero no hasta el punto de sentirte demasiado envuelto", o como si estuvieras sacrificando tu propia comodidad por la suya.

Aunque tú y tu pareja tengáis vuestros propios espacios, seguís deseando una conexión, dice Greer.

Aunque esta posición de abrazo puede parecer reservada para la etapa de la luna de miel, Greer dice que abrazarse mientras se duerme significa que están "realmente interesados el uno en el otro", y eso no tiene por qué desaparecer. Las parejas que lo hacen "no quieren perderse nada". Pueden compartir su comida, sus asuntos personales y detalles íntimos sobre ellos mismos con el otro.

Esta posición dice "'Te cubro la espalda'", dice Greer. La persona que acuna al otro comunica que entiende que su pareja puede sentirse desatendida o que necesita apoyo.

7. Lados opuestos

Si te das cuenta de que tu pareja se ha ido repentinamente al otro lado de la cama, eso podría significar que se siente "mucho menos cómodo con el afecto físico y las caricias" en este momento y podría ser señal de un problema.

Pero si esto es algo habitual, sólo significa que tienes confianza en la relación y que no necesitas "compartir el espacio", dice Greer.

Dormir de esta manera indica que tú y tu pareja queréis seguir conectados, según Greer. Se trata de "sentir la seguridad de que os estáis agarrando el uno al otro".

9. Diferentes distancias de la cabecera

¿Duerme usted con la cabeza cerca del cabecero, mientras que su pareja duerme acurrucada en la mitad de la cama? "Esto es un reflejo de sus preferencias individuales", dice Greer. Y el hecho de que estas preferencias no estén alineadas no debería comunicarle necesariamente que su pareja no quiere estar cerca. Sin embargo, si has sentido que tú y tu pareja estáis en lugares diferentes, esto podría ser una pista de que no está sólo en tu cabeza.

Pero, independientemente de cómo lo haga, puede estar seguro -sin ánimo de broma- de que tendrá acceso a las ventajas adicionales de un buen abrazo.

Esta pequeña hormona se dispara cuando se establece contacto físico con alguien, lo que significa que los abrazos pueden liberar una gran cantidad de ella. La oxitocina también puede crear sentimientos de excitación sexual y confianza, lo que le ha valido el apodo de "hormona del amor".

Es la influencia de esta hormona la que hace que los abrazos sean agradables, dice Murray, y su presencia explica muchos de los otros efectos positivos de acercarse a alguien. (Dato curioso: esta pequeña hormona también es responsable de la señalización de las contracciones durante el parto y de la producción de leche después del mismo).

¿Te sientes ansioso por una gran presentación que se avecina o estresado por un gran problema en el trabajo? Hazte un hueco para acariciar a tu pareja. "La oxitocina también nos hace sentir más asentados y seguros en nuestro cuerpo", dice Murray. "Los mimos, por tanto, pueden contribuir a reducir el estrés y la ansiedad y aumentar nuestra sensación de calma".

Olvídate de aumentar tu consumo de vitamina C para combatir el resfriado común, e incorpora los abrazos como parte de tu régimen de bienestar. Una investigación realizada por Carnegie Mellon en 2014 descubrió que los abrazos -como ejemplo de apoyo social, en general- pueden protegerte de las debilidades de tu sistema inmunitario que suele provocar el estrés, sobre todo si ese estrés está provocado por una pelea con alguien. Resulta que cuanto más apoyo social sientas que tienes, más apoyo tiene tu cuerpo para combatir la enfermedad.

Para poner a prueba la teoría de la reducción del estrés, los investigadores de la Universidad de Carolina del Norte-Chapel Hill idearon un estudio para comprobar el efecto directo que puede tener el contacto físico con un ser querido. En el ejercicio, se pidió a personas casadas o con una relación duradera que recordaran un acontecimiento reciente que fuera especialmente estresante. A la mitad de ellos se les pidió que dieran a su pareja un abrazo de 20 segundos antes de contar la historia, mientras que la otra mitad se limitó a sentarse con su pareja. ¿Los resultados? La presión arterial y el ritmo cardíaco de los que no recibieron un buen abrazo fueron significativamente más altos que los que sí lo hicieron. La oxitocina es realmente el regalo hormonal que sigue dando.

Tiene sentido que cuando te sientes más cerca de tu pareja emocionalmente, sea más fácil sentirte también más cerca de ella en otras circunstancias. Los investigadores han descubierto que las parejas que se acurrucan después de tener relaciones sexuales manifiestan una mayor satisfacción sexual, por no mencionar que la intimidad física puede llevar a menudo a intimar, señala Murray.

Pero dicho esto, Murray advierte que no se debe ver el abrazo sólo como un medio para iniciar el sexo. Si siempre lleva a la práctica, explica, alguien podría rechazar una sesión de acurrucamiento si no está interesado en ir más allá en ese momento. "Lo lamentable de esto es que en realidad podemos querer acurrucarnos con nuestra pareja por una serie de otras razones", dice, "pero podemos dejar de lado estas agradables sensaciones porque no queremos dar la impresión de que tenemos ganas de sexo".

No, no es solo porque te sientas más satisfecho sexualmente, sino porque de repente te resulta más fácil conciliar el sueño después de abrazarte. Una investigación publicada en la revista Regulatory Peptides ha demostrado que la oxitocina también favorece el sueño en el cerebro de los ratones. No hay datos oficiales sobre si este beneficio se transmite a los humanos, pero ¿por qué no utilizarlo como excusa para abrazar al monstruo que llevas dentro?