Cosas que Carrie Bradshaw lleva y que a ti te quedarían fatal
ADVERTENCIA: NO HAGAS ESTO EN CASA
Cosas que Carrie Bradshaw lleva y que a ti te quedarían fatal
Confiesa, pecadora. Se que te estás volviendo a tragar las andanzas de Carrie y sus amigas en Divinity. Y es que la verdad, no te queda otra. Te los ponen a la hora de comer, a la hora de cenar y para colmo los fines de semana te hacen maratón. No tienes escapatoria posible. Y lo peor de todo es que cada vez que los pillas van por una temporada diferente. El que ves al medio día Carrie está liada con el pesado de Berger, por la noche es de la primera temporada, los personajes hablan a cámara, ella tiene una voz diferente y acaba de conocer a Big... ¡un caos emocional! Pero lo peor de todo es que cada vez que ves un capitulo piensas "uhmmmm esa flor le queda bien ¿debería yo probar a ponerme una?" NO. Error. Moooooock. Sal de esa espiral de autodestrucción.
Patricia Field mezcla a sus anchas y en ocasiones nos hace preguntarnos si el tinte rojo que lleva ha penetrado hasta su cerebro. Ella es la artífice de los looks de las chicas, pero su obra magna es Carrie. Patricia ha convertido a Sarah Jessica Parker en un icono del estilo sin que la actriz se lo propusiera. La ha vestido (a veces) como una mamarracha y nosotros nos hemos quedado con la boca abierta. Si los estilismos que lleva la escritora de la columna "Sex and the City" son no aptos para todas hay algunas claves que si nos las pusiéramos estaríamos matadoras.
Para empezar la flor. Carrie lleva floripondios GIGANTES y eso que SJP es muy pequeñita. Ella lo saca a delante pero si nosotras nos lo pusiéramos pareceríamos el jardín botánico.
La faldita de tul, como si fuese una bailarina moderna que pasea por las calles de NY, en la vida real este tipo de falda solo es apta si eres emo.
La riñonera. De Gucci o no de Gucci. Carrie se pasó una tempoara amortizándola que daba gusto. Nosotras si nos la ponemos puede ser tremenda la situación, ya que correríamos el riesgo de parecer unas domingueras en el chiringuito de playa.
Y por último el sombrerito Mary Poppins. Lo llevó a su llegada a La Ciudad de la Luz y nos pareció très chic pero la línea que separa este momento con parecer la institutriz que viajaba en paraguas es finísima, casi imperceptible. Si no vamos a saber quedarnos del lado que conviene, mejor no arriesgarnos.
¿Recuerdas algún que otro estilismo imposible?
