El reciente diagnóstico de autismo de mi hijo no fue una sorpresa. Puede nombrar a todos los presidentes de los Estados Unidos y contar hasta 120, todo ello antes de los 4 años.

"Buenas noches, Millard Fillmore. Buenas noches, Calvin Coolidge". Después de que James, mi hijo de 3 años, memorizara los nombres y las caras de todos los presidentes de EE.UU., los incorporó a su rutina para dormir, creando aparentemente su propia versión de "Buenas noches, Luna".

James se interesó por los presidentes después de memorizar la forma de cada estado y territorio estadounidense. Lo sabía todo sobre el abecedario, e incluso descubrió a los 22 meses qué letras minúsculas son idénticas volteadas, y podía contar hasta 120 antes de cumplir los 2 años. También sabe leer unas 15 palabras.

James es académicamente avanzado, pero si le preguntaras su nombre y su edad, probablemente te encontrarías con una mirada perdida. Si le dijeras hola, probablemente permanecería en silencio hasta identificar una letra en una de tus prendas. Entonces diría la letra repetidamente, mucho después de que usted reconociera su comprensión de la misma. Si le decías adiós, no te respondería hasta que no estuvieras fuera del alcance del oído.

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Hay una razón por la que mi hijo tiene áreas de interés específicas pero carece de reciprocidad social y de señales: James tiene un trastorno del espectro autista, según un diagnóstico reciente.

El diagnóstico llegó después de esperar cuatro meses para una evaluación, ya que las tasas de autismo están aumentando y no hay suficientes expertos para todos. James empezó a mostrar signos de TEA -caminar con los dedos de los pies, reacciones gigantescas a los cambios de entorno, resistencia a los cortes de pelo, una repentina aversión a los baños y a la natación después de haber amado ambas cosas- poco antes de que llegara la pandemia.

Aunque he inscrito a James en programas educativos de intervención temprana y en terapia del habla para ayudar a su comunicación, no tengo ningún interés en cambiar su esencia. Es por su neurodivergencia que es tan divertido, entretenido y atractivo.

Tenemos el mismo gusto por las películas familiares, nuestras favoritas son "Solo en casa" y "Dennis the Menace".

James cita películas y programas de televisión con la inflexión, el tono y el ritmo precisos del actor que habla, y lo hace repetidamente hasta que todo el mundo se molesta, excepto nosotros dos.

Esto tiene que ver con su ecolalia, un trastorno que se observa a menudo en los niños del espectro y que consiste en la repetición de las palabras de otra persona.

El verano pasado, salíamos de un parque cuando proclamó: "¡Me llamo Alyssa Callaway!", citando a Ashley Olsen en la comedia de 1995 "Se necesitan dos". James solía recitar frases de películas todo el tiempo, utilizando la emoción que sentía el personaje para describir sus propios sentimientos. Puede que tomara prestada una frase exasperada de Alyssa Callaway para expresar que no estaba preparado para abandonar el parque.

Quiero que se exprese sin tener que recurrir a personajes de ficción, pero también me encanta esta tendencia.

Me duele ver a mi hijo observando a los niños en el parque, lleno de ganas de unirse a ellos pero sin saber por dónde empezar. El médico evaluador de James sugirió que cambiáramos sus tarjetas de presidentes por tarjetas de Pokémon para que pudiera relacionarse más con sus compañeros. Pero no creo que las tarjetas sean el problema, ni que otro tipo sea la solución.

Antes de poder intercambiar cartas de Pokémon, debe sentirse cómodo saludando a otros niños. Entonces, tal vez los rasgos de personalidad relacionados con su diagnóstico -las citas de películas, el amor nervioso por las letras y los números, y el conocimiento de las cifras y la geografía de Estados Unidos- puedan ayudarle a encontrar el tipo de amigo que estará tan encantado con todo esto como yo.