Siempre he sido una gran madre y seguiré siéndolo
Patricia Krentcil está en un buen lugar estos días. Y ese lugar no es una cama de bronceado - en su mayor parte.
La mujer que fue apodada "mamá bronceada" hace una década dijo que se ha desprendido del personaje que la persigue "cada día durante los últimos 10 años".
Mónica Cruz ya ha sido madre de una niña, y su hermana Penélope a visitarla Kim Kardashian ya ha sido madre de una niña
La adicta al bronceado durante mucho tiempo fue acusada de llevar a su hija de 5 años, Anna, a una cama de bronceado con ella; posteriormente fue detenida y acusada de poner en peligro a los niños. Esto la llevó a la cárcel durante una semana antes de ser absuelta de todos los cargos. Krentcil siempre ha insistido en que nunca metió a su hija en una cama de bronceado ni la expuso a la dañina luz ultravioleta.
Pero las redes sociales hicieron su agosto, ridiculizando a la fanática del bronceado y asignándole un apodo que se le quedó como un autobronceador de descuento.
Como dijo Krentcil a Insider, el calvario golpeó su cuenta bancaria, así como su psique. "Cuando 'mamá bronceada' golpeó, yo era un desastre", dijo, y agregó que los honorarios de los abogados para defenderse de los cargos de peligro para los niños "nos costó casi dos casas".
Ha cambiado su vida
Los daños colaterales la golpearon donde más le duele. "No podía broncearme, estaba prohibida", dijo, refiriéndose a su expulsión de varios salones de bronceado locales tras su detención.
Su vida tras el escándalo ha tenido sus puntos álgidos, como convertirse en una habitual del programa de Howard Stern, y sus puntos débiles, como ser reprendida por los transeúntes sobre su paternidad.
Sin embargo, esta mujer de 54 años, madre de cinco hijos, afirma que ha dado un giro a su vida. "Hoy soy una persona totalmente diferente: he cambiado toda mi actitud ante la vida. He dado un giro a mi vida", dijo. "Ya no me faltan el respeto. No salgo de fiesta ni hago locuras".
Dijo que su marido, Richard, murió el verano pasado después de que le diagnosticaran cáncer de colon, COVID-19, y neumonía. "Tuvimos nuestros altibajos, pero era mi mejor amigo", dijo entre lágrimas. Era el segundo marido de Krentcil, con quien compartió dos de sus cinco hijos, entre ellos Anna, que ahora tiene 16 años, y su hijo menor, Addison, de 13.
Aunque ha tenido citas casuales desde la muerte de Richard, dijo que quiere centrarse en su familia: "No me precipito en las relaciones, eso no es lo más importante".
Cortesía de Patricia Krentcil. Krentcil dijo que Richard fue su sistema de apoyo durante la embestida mediática que puso a prueba el temple de la familia. "Se llevaron toda mi alma, se llevaron mi energía", dijo, recordando que los paparazzi se escondían en la vegetación fuera de su casa de Nueva Jersey y rastreaban sus movimientos durante años.Sólo quiere ser una gran
madreDesde que se trasladó a Boca Ratón, Florida -a 1.000 millas del centro de la tormenta mediática que la marcó-, ha tenido el espacio necesario para procesar la fascinación y la desaprobación a la que se ha enfrentado. "Siempre he sido una gran madre y seguiré siéndolo. Cualquiera en mi situación en ese momento concreto habría perdido la cabeza, y yo tuve la energía para mantenerme fuerte en mis peores momentos", dijo, antes de deshacerse en lágrimas.
Krentcil dijo que el circo mediático tuvo un efecto psicológico en sus hijos. "Todos tenemos recuerdos de todo este asunto", dijo.
La madre siempre tenía un consejo para sus hijos: "Siempre les dije que se mantuvieran firmes en su vida. Intento seguir mis propios consejos".
Hoy en día, ha renunciado a broncearse, sobre todo. "Ya no estoy morena. Soy muy feliz. Es agotador mantenerlo".
Como bronceadora reformada, Krentcil dice que está considerando vender la cabina de bronceado casera de 5.000 dólares que tiene en su sótano de Florida.
