El investigador que demostró que rechazar el aborto tiene consecuencias mortales reacciona ante la sentencia del TSE: "El impacto en las familias ya desfavorecidas va a ser enorme".

Las investigaciones demuestran que las mujeres a las que se les deniega la atención al aborto después de haberla solicitado tienen más probabilidades de permanecer en relaciones abusivas, de dejar de lado sus ambiciones vitales y de desarrollar problemas de salud que ponen en peligro su vida, como la eclampsia y la hemorragia posparto, y de experimentar dolor crónico.

Diana Greene Foster es la investigadora que dirigió el histórico estudio de 10 años, llamado "Turnaway Study", que descubrió las nefastas consecuencias para la salud y las relaciones de las personas a las que se les niega el aborto. En su libro "The Turnaway Study", Foster detalla sus entrevistas con 1.000 mujeres de 30 clínicas de aborto a las que se les denegó el aborto por no cumplir el plazo legal de su estado para hacerlo, por no saber que estaban embarazadas, por sentirse presionadas para mantenerlo o por no poder permitirse un aborto.

"Recibir o ser denegado un aborto no cambia el hecho de que una pareja siga unida. Muchas personas optan por el aborto porque su relación no va bien, no lo suficiente como para mantener un hijo", dijo Foster a Insider.

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Las mujeres a las que se les niega el aborto sufren más ansiedad y complicaciones potencialmente mortales relacionadas con el parto

Una de cada cuatro mujeres estadounidenses abortará a lo largo de su vida, según el Guttmacher Institute.

La mayoría de las personas que pueden abortar dicen que no se arrepienten de su decisión. El 95% de las mujeres del estudio de Foster afirmaron que su aborto fue la decisión correcta para ellas cinco años después.

"Hemos tenido la idea de que el aborto perjudica a las mujeres, y no hemos encontrado ese tipo de daño emocional que la gente podría haber esperado", dijo Foster anteriormente a Insider.

Pero Foster ha comprobado que no conseguirlo puede suponer toda una vida de dolor físico y emocional, especialmente para las familias con menos ingresos. De hecho, las tasas de aborto son las más altas entre las mujeres que viven por debajo del nivel federal de pobreza.

"Este es un problema real que afecta a cientos de miles de personas en nuestro país. Y el impacto en las familias ya desfavorecidas va a ser enorme", dijo Foster.

Además de la carga emocional que supone la denegación de un aborto, también puede dar lugar a complicaciones potencialmente mortales, dijo Foster. En su estudio, dos mujeres murieron por causas relacionadas con el parto.

Y para quienes permanecen en relaciones abusivas porque no pueden acceder al aborto, las consecuencias pueden ser tanto físicas como mentales. Foster dice que nunca olvidará haber entrevistado a Jessica, una madre en una relación abusiva que se identificaba como antiabortista.

En "Turnaway Study", Jessica dijo que tenía que sacrificar sus creencias antiabortistas o dejar a sus dos hijos pequeños sin la atención que necesitaban mientras atendía a un tercer bebé no deseado. Jessica eligió abortar.

"Demuestra lo universal que es la necesidad de atención al aborto", dijo Foster.