Como vestir para ir a un casino

Para cada ocasión, evento o lugar existe un look con el que acertar. Si se piensa probar suerte en un casino, hay que estar guapas e ir elegante, sin excederse en lujo o fantasía. Todas hemos visto la sofisticación con la que el cine presenta estos espacios dedicados a los juegos de azar y apuestas y no querremos faltar al protocolo y a la etiqueta que se exige.

La elegancia es la clave, aunque también la comodidad, ya que se trata de un lugar en el que con seguridad se pasarán algunas horas y habrá movimiento. La oferta lúdica es amplia, y se viene a disfrutar. Podrás probar suerte en la ruleta o echar unas monedas en las tragaperras progresivas, seguro que disfrutas jugando una mano al blackjack y, entre tanto, tomarte una copa en un entorno que generalmente está relacionado con el glamour.

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No es una noche para un vestido casual

La primera norma que hay que recordar es que, aunque se quiera ir cómoda, no es una noche para no tener en cuenta todos los detalles. De hecho, es una oportunidad excepcional para arreglarte y verte como te gustaría estar en una escena de tu película favorita.

Hay que recordar que existe una tradición para ir bien vestida en estos lugares. Y es que, la calidad de la ropa, cuando estos lugares comenzaron a ganar popularidad a principios del siglo XIX, era la señal de distinción para evitar que las clases bajas entraran.  Se trataba de un lugar restringido a la nobleza y a la aristocracia, en la actualidad, está abierto a todo el público, pero la etiqueta en la ropa se mantiene.

No están permitidos los zapatos deportivos, informales, las camisetas o los pantalones cortos. Aunque cada casino tiene su propia norma en este sentido, no son pocos en los que la chaqueta y la corbata son elementos indispensables, sobre todo cuando hay un evento o se asiste de noche. De forma general, hay cuatro categorías o códigos de vestimenta en relación a la etiqueta y cada casino dejará claro cuál es la que acepta. Es fundamental conocer esta información para ir correctamente.

La media etiqueta, el acierto cómplice

La fórmula para ir bien a estos espacios de ocio sin llamar la atención ni por exceso ni por defecto es usar una media etiqueta. Con esta ropa, no se pierde glamour, aunque se trate de un estilo algo menos formal.

La media etiqueta consta de mezclar acertadamente un vestuario formal con el de etiqueta. Aunque parezca complicado, no lo es en absoluto. Los hombres tendrán suficiente con trajes de corte clásico y colores oscuros, trajes sin corbata (a no ser que se exija) o smoking, pero sin la pajarita.

Para las mujeres, los vestidos cortos o de altura hasta la rodilla siempre son un acierto, los que se conocen popularmente como trajes de cóctel. Debe quedar claro que, con esta categoría en la vestimenta, está terminantemente prohibido cualquier prenda vaquera, las mencionadas zapatillas (deportivas o no), camisetas básicas de manga larga (o corta), ningún complemento de cuero o de algodón. En el sentido opuesto, evitar todo aquello que marque exceso de opulencia, como pamelas, escotes pronunciados o joyas grandes.