Alexander McQueen conspiración bajo el mar
SARAH BURTON IMPECABLE UNA VEZ MÁS
Alexander McQueen conspiración bajo el mar
El puesto de Sarah Burton es ya indiscutible, si en algún momento se albergaban dudas del trabajo de la diseñadora al frente de McQueen ya están más que disipadas. La que fuera su mano derecha conoce tan bien el ADN de la firma y del mismísimo Lee que temporada tras temporada deja al público sin aliento.
La colección de primavera/ verano 2012 de Alexander McQueen se inspira en el mar, en el fondo marino más misterioso y desconocido. Nada que ver con el fondo marino de Chanel y Karl Lagerfeld, repleto de ninfas nacaradas. El aire truculento y agresivo de McQueen se mezcla con la sinuosidad de los movimientos y las formas del mar, la feminidad de Sarah Burton y la paleta impredecible de la naturaleza.
Como de costumbre el detalle y lujo de las prendas de McQueen no tiene desperdicio, es una pena ya que no tenemos la posibilidad de ver de cerca estas obras de arte y mucho menos tocarlas. Por eso muy complicado describir el nivel de trabajo y artesanía de las prendas. Las modelos eran auténticas diosas con esos vestidos, tan pronto veías la línea imperio, los drapeados y plisados como el bondage y la dureza del cuero y las cuerdas, esas máscaras de encaje sobre todos los rostros y los zapatos imposibles.
Al parecer Madame Gres inspira los plisados y drapeados como Gaudí hace lo propio en la arquitectura de las piezas. La riqueza de texturas es casi indescriptible, puedes ver desde un plisado Fortuny metalizado a capas interminables de sedas estampadas y jacquards de matelassé.
La feminidad de las siluetas desarma y es el punto fuerte de Sarah Burton, cinturas encorsetadas, escotes imperio, vestido babydoll y esa sastrería magistral de McQueen. Al mirar las prendas puedes ver todo el fondo marino al completo, desde los tesoros, las barracudas, ostras, perlas, medusas al mismo petróleo que los aniquila.
Es una colección muy intensa, tan buen punto te muestra un mujer dócil y femenina llena de volantes, como una mucho más dura con cuero, siluetas body-con, y un punto agresivo. Sólo podía ser fruto de Alexander McQueen, una colección con sus claro-oscuros, su visión tortuosa de la vida y los sentimientos. Gracias a Sarah Burton por saber captar una vez más la esencia de la firma enriqueciéndola además con su punto de vista femenino.
