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El Grunge más vivo que nunca



Los noventa fueron suyos. Una juventud descarnada y que creía haber perdido la inocencia, cuando nada más lejos, era el caldo de cultivo para propiciar la aparición de una estética que nos acompañaría hasta bien entrada la década.

Unos de los detonantes fue Kurt Kobain con Nirvana y su Nevermind. Ellos, con sus melenas largas y sucias, daban la apariencia de que el estilismo les deda iguall, convirtiéndose eso, sin querer, en una de sus principales claves estéticas. Camisas de cuadros, camisetas desgastadas, vaqueros y botas. Simple pero efectivo. La versión femenina no variaba mucho, sólo cambiaba la largura de la camiseta que se acortaba hasta enseñar el ombligo de la que la llevara.

Courtney Love, mujer de Kobain y líder de Hole también se erguía como otro icono de la época. Sus minivestidos, medias rotas y botas fueron copiados por todas. Estamapados de lunares y hasta ¡de vaca! para mostrar el lado más brillante y alegre de una época en la que las emociones estaban a flore de piel.

https://youtu.be/6QLt3diAsJY

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