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7 señales de que puedes estar emocionalmente indisponible

Estar emocionalmente indisponible significa que no estás disponible para tus propias emociones y las emociones de los demás. Podrías desviar la mirada, evadir o retirarte cuando las emociones se presentan.

¿Cómo se ve eso?

1. Evitas el conflicto.

Obviamente, el conflicto no es divertido para nadie y hay muchas razones por las que alguien podría querer evitarlo, especialmente si lo asocia con abuso, caos o falta de seguridad. En estos casos, aprendes que las emociones son inseguras.

Sin embargo, evitar el conflicto de manera repetida puede ser una señal de indisponibilidad emocional. El conflicto puede ser una oportunidad hermosa para conectarse profundamente entre sí y conocer el dolor y el pasado del otro.

2. Siempre estás "bien" o indiferente.

Si constantemente dices cosas como "estoy bien" o "no te preocupes" cuando en realidad no estás bien y hay algo que te molesta o inquieta, es un buen indicador de que estás luchando por abordar tus emociones. Preferirías pretender que todo está bien para mantener la paz en lugar de compartir cómo te sientes realmente y confiar en que hay espacio para tus emociones.

3. Tienes dificultades para ser vulnerable.

Quizás compartes hechos generales sobre ti, pero tienes dificultades para abrirte realmente con las personas de confianza en tu vida y contarles sobre tus miedos, dudas e inseguridades.

Preferirías hablar sobre cosas que no te conciernen o mantener el enfoque en otra persona en lugar de en ti mismo. O tal vez seas un gran narrador, pero evites conectar con los sentimientos reales vinculados a tu historia.

Tener dificultades para ser vulnerable es un indicador de que no confías en ti mismo ni en la otra persona con las emociones que existen.

4. Eres poco comprometido o eliges parejas que no están comprometidas.

Esta es una gran manera de protegerte de la necesidad de conectarte con tus emociones. Si eres poco comprometido o eliges a una pareja que lo es, no tienes que estar tan emocionalmente disponible el uno para el otro o para ti mismo. Mantenerlo casual es una buena forma de evitar abrirte a las emociones profundas y evitar tener que deshacerte de las capas.

5. Tienes dificultades para empatizar.

Es muy difícil empatizar con los demás si no has pasado tiempo conectando con tu propia experiencia emocional con compasión, curiosidad y suavidad. Es difícil sostener espacio para los demás cuando no sostienes espacio para ti mismo. Y puede ser realmente confrontante conectarse emocionalmente con otro cuando no estás listo para sentir tus propias emociones.

6. Te sientes abrumado o estresado cuando alguien quiere compartir o profundizar emocionalmente contigo.

Quizás sea una pareja que quiere hablar sobre algo doloroso que está sucediendo en su vida. Quizás sea un amigo que se está confesando contigo sobre un desafío que tiene con uno de sus padres.

Puedes sentirte emocionalmente desconectado en la conversación, notar que estás ausente o sentirte emocionalmente distante mientras escuchas. Puedes apresurar la conversación, empezar a pensar en otras cosas o responder de maneras que intentan cambiar de tema.

7. Retienes cómo te sientes.

Puedes notar sensaciones en tu cuerpo cuando tienes una experiencia emocional, pero en lugar de sintonizar y sentir curiosidad, te desconectas de lo que está sucediendo. Tal vez no te guste cómo alguien te habló, cambió un plan en el último minuto o hizo algo que te hirió, pero en lugar de expresarlo, lo enterras y lo mantienes dentro.

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