Las gafas barrocas de Prada

Este verano me lo pienso pegar entero aterrorizando a mi vecina Rosemary, que está embarazada, y tumbada en mi hamaca bebiendo cócteles de raíz de tamis. Para protegerme del sol, no se me van a olvidar mis nuevas y flamantes gafas de Prada.

Quizás sean un poco excesivas, pero a mi no me importa, yo nací para llamar la atención. Y todo lo que sea bueno para Miuccia, es bueno para mi.

Y es que estas gafas parecen hechas por Brunelleschi, más que por una diseñadora italiana. Me encanta que sus lentes sean tan grandes, así cubren más y disimulo arruguitas, que aunque haya hecho un pacto con el diablo, el tiempo no perdona.