El agua micelar se convierte en un básico imprescindible

Hace unas semanas hablamos de este producto aquí. Lo acababa de comprar y aunque no lo había podido probar mucho, ya notaba que se estaba convirtiendo en un must. Ahora que ya han pasado los días, lo confirmo: no puedo vivir sin mi agua micelar.

Lo he seguido usando, pero he alterado un poco mi rutina. Veréis, ahora lo que hago es usar una toallita desmaquillante y acontinuación, con un disco de algodón, impregnado en el agua micelar, lo paso por el rostro. Después no necesito más. La piel me queda perfectamente limpia, tonificada e hidratada (palabrita que no se me queda nada de tirante el rostro, cosa que después de usar otros productos sí me pasa) gracias a los extractos de altea y de albaricoque.

Lo dicho. Que desde mi experiencia lo recomiendo 100%, además tiene un precio más que asequible (6,90).