barra head

Ácidos directos: ¿qué son y cómo ayudan a la piel?

El cuidado de la piel siempre ha sido un tema candente, pero hoy en día, la conversación se ha vuelto aún más popular. Todo el mundo quiere saber qué aplicarse para mantenerse en modo juventud el mayor tiempo posible, o cómo deshacerse de ciertas imperfecciones o reacciones alérgicas. Mantener una piel sana probablemente nunca ha sido tan importante como hoy, y eso ha llevado a la popularización de los ácidos directos.

Prácticamente todas las rutinas de cuidado de la piel que se difunden hoy en día en las redes sociales incorporan ácidos directos en múltiples formas, como limpiadores, cremas y sueros. El pH de la piel es naturalmente ácido, por lo que los ácidos directos son beneficiosos para mantenerlo. Aunque han penetrado en todas las esferas del cuidado de la piel, es comprensible que algunas personas sigan teniendo dudas sobre ellos. Mucha gente asocia el ácido con productos químicos agresivos que queman, y poner eso en la piel no parece una idea muy inteligente. Si aún no sabe qué son los ácidos directos y cómo utilizarlos, se está perdiendo algunos componentes eficaces de su rutina de cuidado de la piel.

Los ácidos directos ayudan a exfoliar la piel y tienen beneficios antienvejecimiento Ácidos directos: ¿qué son y cómo ayudan a la piel?

Los ácidos directos son ácidos que se aplican directamente sobre la piel, normalmente con fines cosméticos. Según Healthline, su principal objetivo es exfoliar la piel, lo que ayuda a reducir el aspecto irregular de la textura cutánea y a tratar afecciones como la hiperpigmentación y el acné, así como a reducir los signos del envejecimiento. Algunos ácidos se integran habitualmente en las rutinas personales de cuidado de la piel, mientras que otros son un poco más desconocidos. Todos los ácidos directos son hidroxiácidos, y esto es jerga química elegante para "ácidos frutales".

Los hidroxiácidos más utilizados para el cuidado de la piel pertenecen a dos categorías principales: AHA y BHA. AHA son las siglas de alfahidroxiácido y este grupo de ácidos es hidrosoluble y tiene moléculas pequeñas. Son ideales para tratar afecciones superficiales de la piel, como la hiperpigmentación y las arrugas, y son excelentes exfoliantes. Suelen ser más potentes que los betahidroxiácidos. Ejemplos de AHA son el ácido glicólico y el ácido láctico.

BHA son las siglas de betahidroxiácido y tienen moléculas más grandes y solubles en aceite, por lo que pueden penetrar en capas más profundas que los AHA. Esto significa que pueden tratar afecciones cutáneas más profundas, como el acné. Los BHA son menos agresivos que los AHA y el más utilizado es el ácido salicílico. Este ácido antiinflamatorio es uno de los ingredientes que debes buscar si tienes la piel grasa.

Cómo saber en qué orden debes estratificar los ácidos durante tu rutina Ácidos directos: ¿qué son y cómo ayudan a la piel?

Aunque los ácidos directos son generalmente seguros cuando se utilizan en las concentraciones adecuadas, sigue siendo crucial que recuerdes que tienen funciones diferentes. La estratificación de ácidos hace mucho por la piel si se hace correctamente. Si no, pueden interactuar negativamente. Empiece con los productos de pH más bajo antes de pasar a los de pH más alto. Si está tratando varias afecciones, tenga en cuenta que algunos ácidos no deben utilizarse al mismo tiempo y que otros pueden anularse entre sí. Por ejemplo, los retinoides y los alfahidroxiácidos, como el ácido glicólico, son agentes exfoliantes potentes y normalmente no deben usarse a la vez por miedo a provocar irritación e inflamación. Puede alternar los días de uso de uno u otro a menos que su médico se lo permita.

Aunque los ácidos directos suelen ser muy seguros, también pueden presentarse en altas concentraciones. Estas concentraciones más altas de ácidos deben ser utilizadas por profesionales médicos para casos extremos de afecciones cutáneas y no por uno mismo en casa. Los distintos ácidos tienen diferentes niveles de concentración recomendados para uso doméstico. Consulte a su dermatólogo para saber qué concentración es la más segura para su piel y para formular una rutina segura para usted.

Realiza una prueba de parche antes de aplicarte ácidos en la cara para asegurarte de que no eres sensible a los productos. Sobre todo, si no usabas protección solar antes, será mejor que te hagas con unos cuantos frascos ahora. Los ácidos directos aumentan la sensibilidad y la exposición de tu piel, por lo que necesitas protección extra si quieres empezar a utilizarlos.

Categorías:

¿Te gusta? ¡Puntúalo!

12 votos

Noticias relacionadas