Carta de amor a Bluey - El programa infantil que nos hace llorar de felicidad
¿Cuándo te adoctrinaron en el cálido mundo de Bluey? Para mí fue hace unos seis meses, durante ese extraño periodo en el que sabes que tu bebé no es lo suficientemente mayor como para asimilar nada de lo que está viendo en la televisión, pero realmente necesitas hacer la colada y te parece la mejor opción para mantenerlo entretenido. Así que mi hijo George se puso delante de CBeebies y descubrimos Bluey.
Para aquellos que no lo sepan, Bluey es un dibujo animado infantil australiano, creado por Joe Brumm, que comenzó en 2018, y sigue la vida de un cachorro Blue Heeler de 6 años, Bluey, y su familia, compuesta por el padre Bandit, la madre Chilli y la hermana pequeña Bingo. El programa logra el difícil equilibrio de ser lo suficientemente tonto y maravilloso para los niños pequeños, al tiempo que incluye bromas y sentimentalismo para involucrar a los padres que ven a sus hijos aprender y crecer como Bluey y Bingo.
Desde que se emitió por primera vez, Bluey ha creado una impresionante base de fans, con más de medio millón de seguidores en Instagram (así como cuentas de fans adultos como @blueymums, que hace memes inspirados en Bluey para sus 774.000 seguidores). Los premios le han seguido, incluyendo Logies, Baftas de TV para niños y un Emmy en 2019.
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¿Qué hace que el programa sea tan especial? Es la magia con la que Bluey y Bingo ven el mundo: y con la que Chilli y Bandit les permiten pintar hasta las tareas más mundanas. Siempre hay tiempo para jugar, y siempre hay tiempo para aprender una lección de vida en ese hogar (pero no vale la pena, no te preocupes). Los dulces momentos que pasas con tus propios hijos tienen su eco en los que Bandit y Chilli comparten con los suyos. Bluey nos recuerda que la verdadera maravilla de la vida reside en los momentos tontos que pasas jugando con tus hijos, incluso cuando pensabas que estabas demasiado ocupado.
Hay algunos episodios especialmente épicos. Rug Island es uno de ellos. Un paquete de bolígrafos da pie a un día de imaginación, en el que Bluey y Bingo fingen vivir en una isla desierta después de que Bandit les dijera que había estado demasiado ocupado para jugar. Aparece después del trabajo y le permiten unirse a su nuevo mundo antes de que tenga que irse "a casa" mientras ellos se quedan en Rug Island. El final me hace llorar siempre. No es el único episodio lacrimógeno. También está Sleepytime, que se ha hecho famoso entre los padres por ser uno de los episodios más emotivos de la televisión. Andrew P Street escribió para The Guardian que "en los próximos años, este episodio de Bluey será utilizado por la humanidad para comprobar si alguien es realmente un replicante". Bingo ve elementos de su vida a su alrededor mientras recorre el sistema solar, con su madre como Sol. Al final, Bingo le dice a Chilli que tiene que irse porque ya es mayor, a lo que su madre responde que siempre estará ahí y que siempre la querrá. Las lágrimas de todos los padres del planeta. Hay hilos enteros en Reddit dedicados al poder de Sleepytime.
Yo no he ido tan lejos como para verla cuando George se ha ido a la cama, pero no juzgaría a ningún padre que lo hiciera. Es reconfortante en un momento en el que no hay mucho más. Este es el poder único de Bluey. Ser divertido y tonto, burlarse de la paternidad (atentos al episodio de pasar el paquete), compartir miradas cómplices con padres que luchan y están agotados, pero también recordar que hay que bajar el ritmo y disfrutar de la magia. Es lo que harían Bluey y Bandit.
