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Cómo crear su mejor rutina de cuidado de la piel

Cómo crear su mejor rutina de cuidado de la pielUna rutina de cuidado de la piel no consiste sólo en limpiarla, sino también en hidratarla, tratar cualquier problema cutáneo y protegerla de los elementos. En su forma más básica, tu rutina de cuidado de la piel debe incluir siempre un limpiador, una crema hidratante y un protector solar.

Dependiendo de tu tipo de piel y de tus objetivos, puedes añadir tratamientos adicionales a tu rutina para tratar la piel seca, grasa, envejecida o propensa al acné. A continuación te explicamos cómo crear la mejor rutina de cuidado de la piel por la mañana y por la noche.

Rutina de cuidado de la piel por la mañana

Una rutina de cuidado de la piel por la mañana prepara la piel para el día eliminando la suciedad y la grasa acumuladas durante el sueño. También debe aportar hidratación a la barrera cutánea y ayudar a proteger la piel de los rayos ultravioleta (UV) y la contaminación. A continuación te explicamos cómo personalizar tu rutina en función de tu tipo de piel.

Paso 1: Limpiador

Lavarse la cara elimina el exceso de grasa y suciedad que puede obstruir los poros y provocar brotes. Opta por un limpiador suave y sin alcohol para evitar eliminar demasiados aceites que necesitas para mantener sana la barrera cutánea. Si tienes la piel seca, es posible que necesites un limpiador más hidratante a base de aceite. Cuando te limpies por la mañana, échate agua tibia en la cara y frota suavemente un limpiador facial con las yemas de los dedos. A continuación, aclara y seca la piel con una toalla.

Consideraciones sobre el tipo de piel: los limpiadores con ceramidas, glicerina o ácido hialurónico ayudan a hidratar la piel seca. Los limpiadores con peróxido de benzoilo, ácido glicólico, ácido salicílico o aceite de árbol de té pueden ayudar a controlar el exceso de grasa y reducir los brotes de acné.

Mapa facial del acné: Cómo determinar la causa de tus brotes

Paso 2: Tónico

Dependiendo de sus ingredientes, los tónicos pueden ayudar a hidratar la piel o a eliminar los restos de grasa y suciedad. La tonificación es un paso opcional de la mañana, pero puede beneficiar a las personas con piel seca o propensa al acné. Para aplicarlo, empapa un disco de algodón con tónico y extiéndelo suavemente por el rostro. Concéntrate en la zona T (frente, nariz y barbilla) si tienes la piel grasa o con tendencia acneica. También puedes aplicar algunos tónicos directamente sobre el rostro.

Consideraciones sobre el tipo de piel: Si tienes la piel seca o sensible, busca tónicos hidratantes con ácido hialurónico o agua de rosas. Los tónicos con ingredientes que absorben la grasa, como el ácido salicílico o el hamamelis, son ideales para las pieles grasas o con acné.

Paso 3: Tratamientos localizados o para el acné

Si quieres controlar los brotes de acné, aplica un tratamiento localizado o general para el acné después de limpiar o tonificar. Si lo que quieres es atenuar las manchas oscuras (hiperpigmentación), puedes aplicar un tratamiento localizado para aclarar la piel. Los tratamientos puntuales tratan pequeñas zonas de la piel y pueden utilizarse según sea necesario.

Consideraciones sobre el tipo de piel: Los tratamientos con peróxido de benzoilo y ácido salicílico pueden ayudar a tratar el acné. Si quieres atenuar las manchas oscuras, busca sueros con hidroquinona o ácido kójico.

Paso 4: Suero antioxidante

Un suero por la mañana puede ayudar a iluminar, hidratar y proteger la piel. Aplicar un sérum con propiedades antioxidantes -como vitamina C, vitamina E o niacinamida- es lo mejor para el día, ya que estos ingredientes pueden ayudar a reducir los daños causados por el medio ambiente y los rayos UV. Para aplicar un sérum, extienda suavemente el producto por el rostro y el cuello.

Consideraciones sobre el tipo de piel: la vitamina C es adecuada para todo tipo de pieles y puede ayudar a iluminar la piel y a difuminar la hiperpigmentación. Los sueros de vitamina E y ácido hialurónico pueden ayudar a hidratar la piel seca. Si quieres un sérum antioxidante matutino que ayude a reducir el acné y la grasa, prueba la niacinamida (una forma de vitamina B3). La niacinamida también puede ayudar a iluminar la piel, reducir los poros y suavizar las arrugas. Sin embargo, no mezcle la vitamina C con la niacinamida, ya que los sueros pierden eficacia.

Paso 5: Crema para el contorno de ojos

Las cremas para el contorno de ojos son opcionales, pero pueden aportar humedad e hidratación a la piel de la ojera. Para aplicarla, extiende suavemente la crema bajo la ojera con el dedo anular. En el caso de las cremas de día, elige productos con péptidos hidratantes, antioxidantes como la vitamina C y FPS para proteger la delicada piel de la ojera de los daños del sol.

Consideraciones sobre el tipo de piel: Si quieres parecer más despierta después de una noche agitada, aplícate una crema de contorno de ojos con cafeína. Una crema de ojos con cafeína puede ayudar a estimular la circulación sanguínea, mejorando las ojeras y la hinchazón de los ojos.

Paso 6: Crema hidratante

Masajear la cara y el cuello con una crema hidratante mantiene la piel protegida e hidratada durante todo el día. Las cremas hidratantes ayudan a aumentar el contenido de agua de la piel y a retener la humedad. Este es un paso importante para reparar la barrera cutánea, la capa protectora superior de la piel (la epidermis). Incluso las pieles grasas necesitan humedad e hidratación para mantener la piel equilibrada y reducir el riesgo de sobreproducción de grasa.

Consideraciones sobre el tipo de piel: Las cremas hidratantes enriquecidas con ceramidas, glicerina o manteca de karité pueden ayudar a hidratar la piel seca. Si tienes la piel grasa o con tendencia al acné, busca hidratantes en gel ligeros o sin aceites que no obstruyan los poros. Las cremas hidratantes con ácido hialurónico son ideales para las personas con piel grasa y propensa al acné.

Paso 7: Protector solar

El último paso en el cuidado de la piel por la mañana debe ser siempre el protector solar para proteger la piel de los rayos UV. La protección solar diaria reduce el riesgo de cáncer de piel, arrugas y manchas solares. Busca un protector solar mineral o químico con cobertura de amplio espectro y un factor de protección solar (FPS) de 30 o superior. Debe aplicarse una cantidad de protector solar del tamaño de una moneda de cinco centavos en la cara, el cuello, el pecho y las orejas. Acuérdate de repetir la aplicación cada dos horas.

Cómo colocar los productos de cuidado de la piel en el orden correcto Rutina de cuidado de la piel por la noche

Una rutina de cuidado de la piel por la noche elimina las impurezas del día y aporta hidratación a la piel. También puede ayudar a tratar la piel seca, el acné, la hiperpigmentación o las líneas de expresión mientras duermes. Irse a la cama con la cara fresca también permite que la piel se repare a sí misma, ya que las nuevas células cutáneas trabajan duro para reparar los daños de la piel. A continuación te explicamos cómo personalizar tu rutina nocturna.

Paso 1: Limpiador

Limpiarse la cara por la noche elimina la suciedad y la grasa acumuladas durante el día. Puedes utilizar el mismo limpiador suave, oleoso o antiacné por la mañana y por la noche. La principal diferencia con respecto a la rutina de limpieza nocturna es que es posible que también tengas que desmaquillarte con un desmaquillante sin aceite o realizar una doble limpieza.

Consideraciones sobre el tipo de piel: Si tienes la piel grasa y propensa al acné, desmaquíllate con un desmaquillante sin aceite o con agua micelar para evitar obstruir los poros. Las pieles sensibles y secas también pueden beneficiarse de una doble limpieza con un desmaquillante o bálsamo de base oleosa que elimine el maquillaje e hidrate la piel.

Paso 2: Tónico

Aplicar un tónico nocturno con un algodón o un splash sobre el rostro no es necesario. Pero el tónico nocturno puede ayudar a hidratar la piel seca o a eliminar los restos de suciedad que quedan después de la limpieza. También puedes cambiar tu tónico habitual de la mañana por un tónico exfoliante de noche. Puedes utilizar un tónico exfoliante una o dos veces por semana para ayudar a eliminar las células muertas de la piel y destapar los poros.

Consideraciones sobre el tipo de piel: Puedes utilizar tónicos con ácido hialurónico o agua de rosas para hidratar la piel seca por la noche. Los tónicos con ácido salicílico o hamamelis, que absorben la grasa, también ayudan a controlar la producción nocturna de grasa. Las pieles mixtas, normales y grasas también pueden beneficiarse de los tónicos exfoliantes con alfahidroxiácidos (AHA), como el ácido glicólico o el ácido salicílico.

Paso 3: Tratamiento localizado

Puedes seguir utilizando un tratamiento localizado para eliminar los granos o difuminar las manchas oscuras por la noche. Puedes aplicar un tratamiento con peróxido de benzoilo o ácido salicílico para los granos. También puedes utilizar un tratamiento con hidroquinona o ácido kójico para la hiperpigmentación.

Consideraciones sobre el tipo de piel: Evite aplicar sérums o tratamientos con retinol adicionales en las zonas en las que haya utilizado un tratamiento localizado. Para evitar irritaciones, es mejor alternar las noches de aplicación de los tratamientos localizados, los sueros y el retinol. También puedes utilizar parches hidrocoloides por la noche para tratar los granos abiertos mientras duermes.

Paso 4: Sérums o tratamientos

contra el acné

Un sérum de noche o un tratamiento completo contra el acné son opcionales. Pero añadirlos a tu rutina puede ayudarte a tratar el acné y las líneas de expresión. Sólo asegúrate de elegir sólo uno para evitar irritar tu piel con demasiados ingredientes activos. Algunos sérums también actúan como exfoliantes químicos, eliminando las células muertas que apagan la piel y obstruyen los poros.

Consideraciones sobre el tipo de piel: si tienes la piel seca, prueba un sérum hidratante con ácido hialurónico, vitamina E, péptidos o ceramidas. Las pieles secas y grasas pueden utilizar AHA como el ácido glicólico y el ácido láctico para hidratar, exfoliar y suavizar las líneas de expresión. Estos sueros con AHA también pueden ayudar a tratar los puntos negros y los granos. Un sérum de ácido salicílico o ácido azelaico también puede ayudar a desobstruir los poros y reducir la inflamación si tienes acné.

Paso 5: Retinol

Los retinoides y el retinol (un tipo de retinoide) son derivados de la vitamina A que ayudan a tratar el acné y las líneas de expresión. Estos ingredientes estimulan la renovación celular y fomentan la producción de colágeno para ayudar a mejorar la textura general de la piel y prevenir la obstrucción de los poros. El retinol y otros tratamientos con retinoides sensibilizan la piel al sol y deben utilizarse siempre por la noche. Si no conoces el retinol, puede ser irritante, así que aplícate una cantidad del tamaño de un guisante cada dos noches.

Consideraciones sobre el tipo de piel: Si tienes la piel sensible -o sólo quieres tratar el acné leve, las arrugas o la hiperpigmentación- busca retinol, palmitato de retinilo y retinaldehído de venta libre (OTC). Para un acné más severo y beneficios antienvejecimiento, necesitarás una receta para tratamientos con retinoides como Differin (adapaleno), Retin-A (tretinoína), Aklief (trifaroteno) y Tazorac (tazaroteno). También puedes encontrar Differin (adapaleno) de venta libre, aprobado por la FDA para tratar el acné.

Paso 6: Crema para el contorno de ojos

Aplicar una crema para el contorno de ojos por la noche en la delicada zona de la ojera puede ayudar a añadir más hidratación para reparar la piel y reducir las líneas de expresión. Este es un paso opcional por la noche, pero es ideal para una rutina de cuidado de la piel antienvejecimiento para todo tipo de piel.

Consideraciones sobre el tipo de piel: Cuando elijas una crema de noche para el contorno de ojos, busca ingredientes reparadores o hidratantes como el retinol, la niacinamida o el ácido hialurónico. Estos ingredientes funcionan para cualquier tipo de piel, pero el retinol puede ser demasiado irritante si tienes la piel sensible.

Paso 7: Crema hidratante o crema de noche

Puedes hidratar tu piel por la noche con tu crema hidratante habitual o aplicar una crema de noche más espesa. Las cremas de noche ayudan a reparar la piel durante la noche y tienen una consistencia más espesa que la crema hidratante habitual. En cualquier caso, es esencial hidratar la piel por la noche para devolverle la humedad e hidratación perdidas durante el día.

Consideraciones sobre el tipo de piel: Las cremas de noche con ácido hialurónico y glicerina aportan más hidratación nocturna. Si tienes la piel grasa o mixta, busca cremas de noche que no sean grasas ni comedogénicas para evitar los brotes. Las cremas de noche también pueden contener AHA y retinol para ayudar a estimular la renovación celular, reducir las líneas de expresión e igualar el tono de la piel mientras duermes.

Paso 8: Aceite facial

Los aceites faciales son un paso opcional para el cuidado nocturno de la piel que pueden añadir aún más humedad e hidratación a la piel. Después de la hidratación, masajea suavemente unas gotas de tu aceite facial en la cara y el cuello.

Consideraciones sobre el tipo de piel: los aceites faciales con ácidos grasos, como el de argán o el de coco, son ideales para las personas con piel seca que necesitan más hidratación. La manzanilla y el aceite de rosa mosqueta pueden ayudar a calmar la piel sensible. También puedes utilizar aceites faciales en pieles grasas, pero opta por aceites más ligeros como el de jojoba o el de semillas de uva. Estos aceites ayudan a regular la producción de grasa sin obstruir los poros.

¿Qué tipo de piel tienes?

Determinar tu tipo de piel puede ayudarte a crear la mejor rutina de cuidado por la mañana y por la noche para las necesidades de tu piel. Los principales tipos de piel son: normal, seca, grasa, mixta y sensible. A continuación te explicamos cómo identificar tu tipo de piel:

  • Normal: La grasa y la hidratación de la piel están equilibradas, por lo que la piel no es ni seca ni grasa. La piel también está libre de acné y no es sensible a los productos.
  • Seca: La barrera de la piel carece de hidratación y humedad, creando una piel áspera, escamosa o con picores.
  • Grasa: Los poros generan un exceso de grasa, lo que hace que la piel brille y se engrase. La piel es propensa a brotes de acné debido a la obstrucción de los poros.
  • Mixta: La piel es grasa y seca, con piel grasa en la zona T y piel seca en las mejillas.
  • Sensible: La piel se irrita fácilmente debido a problemas con la barrera cutánea, el clima o los productos. El resultado es una piel enrojecida y con picor que puede escocer o quemar después de aplicar los productos.
Consejos y consideraciones adicionales

Al crear una rutina de cuidado de la piel, es posible que también tengas que averiguar cómo alternar los productos para evitar irritar la piel. Algunas consideraciones a tener en cuenta a la hora de alternar los productos de cuidado de la piel son las siguientes:

  • No combine AHA o BHA con retinol: Si desea utilizar un sérum además de retinol, considere alternarlos cada uno o dos días para evitar irritar la piel. Combinar retinol con AHA -como el ácido glicólico o láctico- y betahidroxiácidos (BHA) -como el ácido salicílico- puede provocar sequedad e irritación.
  • Exfoliar varias veces a la semana: Los exfoliantes químicos suaves pueden presentarse en forma de limpiadores, sueros, exfoliantes o tónicos. Utilizar sueros con ingredientes exfoliantes por la noche suele estar bien. Sin embargo, debes evitar mezclar los sérums y tratamientos de cuidado de la piel habituales con tratamientos exfoliantes más potentes, como exfoliantes, tónicos o limpiadores. Combinarlos puede irritar y agredir la piel.
  • Utiliza una mascarilla facial: Después de limpiar y tonificar por la noche, puedes utilizar una mascarilla facial un par de veces a la semana para reducir la producción de grasa o hidratar la piel seca. Dado que estos tratamientos suelen incluir ingredientes activos, evita utilizar otros sérums, tratamientos o retinol después de la mascarilla. En su lugar, séllalo todo con una crema hidratante después de aclarar.

Un repaso rápido

Una rutina de cuidado de la piel ayuda a limpiarla, hidratarla y protegerla de los elementos. Por la mañana, tu rutina de cuidado de la piel debe incluir un limpiador suave, una crema hidratante y un protector solar. Por la noche, puedes limpiar e hidratar. A partir de ahí, puedes añadir tónicos, sueros, tratamientos, retinol y aceites adecuados para tu tipo de piel. Consulta a un dermatólogo colegiado si necesitas ayuda para saber cuál es el cuidado de la piel más adecuado para ti.

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