Cómo gestionar una "discrepancia de deseos" con su pareja

¿Le suena familiar: ha deseado el sexo más que su pareja durante meses sólo para que ella quiera tener más sexo cuando usted se conformaba con un agradable abrazo? Si es así, definitivamente ha experimentado una "discrepancia de deseo" que, aunque frustrante, también es muy común entre las parejas.

La Dra. Emily May, terapeuta de relaciones, describe la discrepancia de deseo como una "diferencia de deseo sexual entre la pareja". En realidad es muy común y pueden experimentarla parejas de todas las edades. También puede experimentarse por fases, independientemente de cómo haya sido su vida sexual anterior o del tiempo que lleven juntos. "Los estudios demuestran que hasta el 80% de las parejas podrían verse afectadas por la discrepancia sexual al menos en algún momento de su vida", afirma. "Puede dar lugar a que una persona se sienta insatisfecha, así como a sentimientos de rechazo, frustración e inadecuación, y puede afectar a la conexión física y emocional de la pareja".

Para quienes experimentan diferencias en la libido, es importante no culparse ni culpar a su pareja.

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"Entender que es común y que puede afectar a parejas de todas las edades es clave para encontrar una solución y también puede ayudar a reducir cualquier sentimiento negativo", dice May. "En lugar de buscar algo o alguien a quien culpar, céntrate en una comunicación honesta y abierta sobre tus necesidades, deseos y preocupaciones. Adoptar un enfoque empático es clave y estar abierto a soluciones mutuamente satisfactorias". Un terapeuta profesional también puede ser de ayuda, proporcionando apoyo y asesoramiento para ayudarle a hablar de la situación y a manejarla con eficacia. Juntos, esto puede crear una conexión más sana y plena con tu pareja".

Según May, hay varios factores que contribuyen a la discrepancia de deseo. "Algunos de los más comunes son los cambios hormonales, como la menopausia, el estrés, los cambios en el estilo de vida y la dinámica de las relaciones", explica. "También puede tratarse simplemente del hecho de que algunas personas tienen una libido más alta en comparación con otras. Mientras que el sexo puede ser importante para una persona, la otra puede preferir una conexión emocional. Un miembro de la pareja puede creer que el sexo y la intimidad son claves para demostrar amor, pero otros pueden verlo como una necesidad física."

Si experimentas una discrepancia en el deseo con tu pareja, hablar de tus necesidades y deseos sexuales puede resultar difícil: no quieres hacer sentir culpable a tu pareja, ni tampoco quieres abstenerte de ser sincero con lo que quieres. La terapeuta sexual Melissa Cook aconseja que, a la hora de comunicar tu estado sexual a tu pareja, la clave está en un entorno seguro y de apoyo, "donde haya espacio para una comunicación abierta y honesta, sin juicios".

"Esto ayudará a que tanto tú como tu pareja os sintáis más cómodos expresando vuestras necesidades, deseos, preocupaciones y límites", afirma. "Esto también es clave para una conexión más fuerte y plena".

Cook también recomienda abordar cualquier conversación sobre tus impulsos sexuales desalineados con empatía y comprensión, estando abierto a sugerencias y evitando culpar y criticar. "Recuerda que las diferencias en el impulso sexual no indican ningún fracaso personal o en la relación, y son completamente normales", dice Cook. "En lugar de eso, véanlo como una oportunidad para crecer y mejorar su conexión física y emocional".

Otra cosa: no te culpes si no te sientes "de humor".

"Lo primero que debes hacer es recordar que eres humano", dice Javay Frye-Nekrasova, educador sexual de Lovehoney. "Nuestro deseo sexual fluctúa como todo en la vida. Así que reconócelo y sé amable contigo mismo y con tu pareja. Empieza por tener una conversación para asegurarte de que ambos estáis en la misma página y ver si son influencias externas, como la vida, o influencias internas las que están llevando a la discrepancia del deseo."

Frye-Nekrasova también recomienda trabajar en equipo. "Sed sinceros y compartid con el otro dónde os sentís sexualmente y cómo de activo es vuestro apetito sexual. Si sabes qué está afectando a tu libido, compártelo. Siendo abiertos y comunicándoos el uno con el otro, tú y tu pareja podréis encontrar algunas ideas sobre lo que se puede hacer para ayudar a aliviar algunos de los factores externos que están afectando a vuestro deseo sexual."

Dado que las relaciones son personales, dice Cook, un enfoque único no suele funcionar. En su lugar, sugiere comunicarse regularmente sobre cómo te sientes, hacer preguntas sobre las necesidades y preferencias de tu pareja y no tener miedo de probar cosas nuevas y experimentar con actividades para despertar la intimidad, incluyendo planear una cita nocturna, ponerse cómodo en el sofá, encender unas velas y disfrutar de un masaje y pasar tiempo de calidad juntos, sin centrarse en el objetivo final del sexo", dice.

Frye-Nekrasova afirma que es fundamental dar prioridad a la relajación. "Cuando estamos relajados, podemos llegar más fácilmente a lugares íntimos y excitantes y tener más deseo por nosotros mismos y por nuestra(s) pareja(s)". Para intimar con tu pareja puedes empezar con algún masaje sensual, planear y tener una cita, o bailar en el salón al ritmo de vuestra música favorita".

Si te preocupa la desigualdad de libido, Frye-Nekrasova dice que es totalmente aceptable buscar ayuda profesional en cualquier momento del proceso, incluso cuando notas por primera vez la discrepancia de deseo. "La ayuda profesional puede ser más impactante al principio del problema, especialmente si tú y tu pareja no sentís que tenéis las herramientas o que estáis equipados para intentar resolver el problema por vosotros mismos", dice. "No hay una respuesta correcta porque cada relación es diferente".

Frye-Nekrasova afirma que las personas preocupadas por si sus impulsos sexuales volverán a estar alineados pueden obtener resultados dispares. "El objetivo puede ser volver a ser como antes de que empezara la discrepancia, pero puede que no sea exactamente igual. Casi todos los aspectos de nuestra sexualidad fluctúan y cambian a lo largo del tiempo, incluido el deseo sexual. Por lo tanto, si tu deseo sexual parece un poco diferente o notas que está cambiando, no pasa nada. Asegúrate de hablar con tu pareja para averiguar qué funciona para ambos y recuerda seguir siendo paciente y flexible a medida que vuelves a alinearte."