Cómo lidiar con la misteriosa caída de un amigo
Nos pasa a todos, incluso a los que siempre nos hemos considerado los menos dramáticos socialmente. A veces, perdemos a un amigo.
Aunque personalmente evites el "drama", a nuestro alrededor existen personalidades, patrones e historias muy coloridas y texturadas. A pesar de nuestros esfuerzos, el conflicto nos encuentra y no siempre está en nuestra mano reconducir la conversación o salvar la relación.
A veces, esa pérdida de amistad es inmensamente significativa. Perder una amistad no es muy diferente del profundo dolor de una pérdida romántica. Y a veces, no es tan clara como una ruptura romántica. A veces, está envuelta en un misterio que nos deja rumiando cómo seguir adelante en un contexto que no comprendemos.
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Decidimos sacar la artillería pesada, es decir, a la Dra. Jaime Zuckerman, psicóloga clínica licenciada y experta en abuso narcisista. Ella nos ayuda a entender cómo actuar con respeto y pensar con claridad en estas situaciones. También explica cómo la responsabilidad, el amor propio y la reflexión pueden ayudarnos a evitar la rumiación.
Si últimamente has cortado con un amigo y no sabes por qué, aquí tienes sus consejos sobre las principales preocupaciones:
"Todas las amistades son únicas y dependen de lo que ambos individuos aportan. Sin embargo, si un amigo íntimo ha dejado de estar en contacto repentinamente y sin ninguna explicación, es absolutamente apropiado que te pongas en contacto con él a través de la forma de comunicación típica de esa amistad (por ejemplo, FaceTime, mensajes de texto, llamadas, DM, etc.).
Dada la naturaleza repentina de la ruptura del contacto, es bastante normal expresar preocupación y tender la mano. Sin embargo, si se trata de un tema recurrente dentro de la amistad que te causa frustración, sería comprensible que optaras por no volver a tenderle la mano."
"Por supuesto, es posible que sientas una amplia gama de emociones que van desde la preocupación a la ira. Tener una reacción emocional fuerte ante una ruptura tan repentina de la comunicación es válido. Lo importante es lo que decidas hacer con esas emociones. Puede ser fácil asumir que has hecho algo mal o tomar su falta de respuesta como un ataque personal. Puede ser tentador enviar un mensaje de enfado. Sin embargo, sentarse con tu malestar, en lugar de actuar sobre él, en realidad permitirá que esa ira disminuya".
"La confusión en este escenario también es una respuesta extremadamente válida. Sin embargo, intentar desesperadamente encontrar una razón para algo que está fuera de tu control no ayuda. Por desgracia, no tienes suficiente información para llegar a una conclusión.
"La gente ansía estructura y certidumbre. Cuando podemos predecir lo que viene a continuación, nos sentimos menos ansiosos. Sin embargo, cuando nos enfrentamos a la incertidumbre, gravitamos hacia la preocupación como habilidad de afrontamiento. Pensar en varias situaciones nos hace sentir que estamos resolviendo el problema. Sin embargo, la rumiación sólo ofrece la ilusión de control. En realidad nos saca del momento presente y nos atrapa en nuestras cabezas".
"Reconoce que su respuesta no tiene nada que ver contigo. Es su decisión. Puede haber infinidad de razones por las que hayan perdido el contacto. En resumidas cuentas: Si no obtienes una respuesta al por qué, a pesar de haber contactado, rumiar no lo aclarará. Además, te quita energía.
"Reconoce tus emociones, siéntate con ellas y déjalas pasar. Las constantes llamadas de auxilio que caen en saco roto y las continuas discusiones sobre las secuelas con los demás no harán más que alimentar aún más la rumiación. En su lugar, acude a un amigo que te responda si necesitas conectar con él. Deja el teléfono o las redes sociales un rato, sal a la calle y dedícate más a lo que te interesa".
"La autorreflexión puede ser una tarea desagradable. Hay que estar dispuesto a reconocer y tolerar pensamientos y emociones incómodos y, en última instancia, hacer cambios. Realizar una evaluación de valores puede ser muy útil para la autorreflexión. Te ayuda a ver si tus acciones, decisiones, objetivos y patrones de comportamiento actuales están en consonancia con tus valores o si te están alejando de ellos. Cuando tus comportamientos y acciones se basan en valores, encontrarás más satisfacción en la vida".
