barra head

Cómo NO saber si va a ser niño o niña.

SUPONER SI TU BEBÉ SERÁ NIÑA O NIÑO PUEDE SER UN JUEGO DIVERTIDO.

Suponer si tu bebé será niña o niño puede ser un juego divertido.

Suponer si tu bebé será niña o niño puede ser un juego divertido y sin ningún fundamento científico. Porque toda la vida ha habido creencias y habladurías en torno a este tema y no es raro que cuando tú o alguna amiga te cuenta que está embarazada y todavía no conoce el sexo del bebé, os entretenga jugar al juego de las suposiciones en base a cómo está funcionando el cuerpo de la mujer que va a ser mamá.
Vamos a repasar alguna de estas creencias populares. Todos estos mitos carecen de demostración científica y si alguna vez han funcionado ha sido por pura coincidencia.


Por ejemplo está el caso de que la forma de la barriga de la embarazada, uno de los mitos más famosos. Según se dice desde tiempo inmemorial que si la barriga tiene una forma muy redonda y es grande, la embarazada espera una niña. Si por el contrario la barriga tiene una forma apuntada y no es demasiado grande, se dirá que lo que viene es un niño.


Este es muy similar al que dice que según la forma de tu barriga se sabe qué esperas. Si la forma de tu rostro cambia y se hace más redonda, esperas niña. Si se mantiene igual, es niño.
Siguiendo con el tema de la morfología de la embarazada, se tiende a creer que si el seno derecho es más grande que el izquierdo, está esperando un niño. Esta creencia tiene muy poco sentido ya que en todas las mujeres es un hecho que tenemos un seno más grande que otro aunque la diferencia sea apenas perceptible. También se dice que los pezones se oscurecen en el caso de esperar un niño y que si permanecen como siempre, lo que viene es una niña.
Y qué decir de los aumentos de peso. Se dice tradicionalmente que una embarazada come por dos, lo cual es en parte cierto en parte una excusa que utilizan algunas para satisfacer un apetito desmesurado. No obstante también hay embarazadas que durante el proceso de gestación apenas ensanchan por la zona del vientre, sin que eso sea indicio de nada malo.


Pero a lo que vamos. Las creencias populares apuntan a que si engordas mucho durante el embarazo, si notas que tu cintura se vuelve más ancha, serás madre de una niña. Y que si por el contrario, apenas engordas o por lo menos el aumento de peso no es muy excesivo, es posible que estés esperando a un niño. En cualquier caso, lo importante es que la embarazada siga una alimentación equilibrada.


Hablando de comer, los famosísimos antojos también son vistos como una manera de determinar el sexo del bebé. De ahí que hay quien dice que si te da por comer muchas cosas dulces será porque quieres satisfacer el apetito de una niña y que si tus preferencias son saladas es porque vas a tener un niño. Una estupidez tan poco demostrable como que a las mujeres nos gustan más las comidas saladas que las dulces.


Durante el embarazo se pueden dar también otros cambios en nuestro cuerpo, como es el caso de que aparezca vello por zonas donde antes no lo había o que las zonas con vello se vuelvan más pobladas. Ahí va otro mito: mucho pelo, esperas a un niño varón. Y si además tu pelo se convierte en un pelazo, se cree que efectivamente vas a tener un niño. O un pequeño hombre lobo ¿no te parece?

Existe otra creencia disfrazada de evidencia científica que asume que si la frecuencia cardíaca del bebé es superior a las 140 pulsaciones por minuto, esperas una niña y que si esta cifra es menor, será un niño. De nuevo otra idea falsa e indemostrable a pesar de su “envoltorio científico”.


De este tipo también son los mitos que dicen que como las niñas “roban la belleza a sus madres” provocan que la embarazada tenga acné o marcas en la piel y que si la embarazada tiene los pies fríos es porque está esperando un niño.
Respecto a las náuseas, también hay una creencia muy habitual. Si estas terribles molestias, tan habituales entre casi todas embarazadas son muy intensas, se dice que se está esperando una niña. Si por el contrario, las náuseas son muy llevaderas para la futura madre o casi imperceptibles, se dice que el bebé será un niño.


Y ya en un plano emocional, que no hay resquicio libre de mitos y creencias, es habitual escuchar que si durante tu embarazo tiendes a soñar con formas redondeadas se debe a que esperas una niña y que si lo que sueñas tiene que ver con angulosidades y formas puntiagudas (de nuevo la referencia de la forma de la barriga) tu hijo será varón.


Como decíamos al principio, todos estos indicadores no dejan de ser mitos y creencias sin ninguna base científica demostrable. Que hayan sucedido tiene que ver con la casualidad y más allá de como puro juego y entretenimiento no debes hacerles mucho caso tanto si estás embarazada como si quieres pronosticar el futuro de una amiga que lo está.


Además ¿qué importa? Viimos en un momento en que la tendencia es que las diferencias entre hombres y mujeres se vayan diluyendo cada vez más hasta ser sólo un rasgo físico, la alegría de traer un bebé al mundo, sano y feliz, será la misma independientemente del sexo con el que nazca. Y el sexo que decida tener en el futuro también será decisión suya.

Categorías:

¿Te gusta? ¡Puntúalo!

19 votos

Noticias relacionadas