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Guía de frutas y verduras de verano: La temporada

Las frutas y hortalizas de verano están en su mejor momento, y si quieres saber cuándo es la temporada de todo, desde las fresas hasta los tomates, esta guía de productos de verano es una práctica hoja de trucos, con ideas sobre cómo utilizar tu cosecha.

Guía de frutas y verduras de verano: La temporada

No hay nada como el primer bocado de una jugosa sandía en agosto. Cuando cambian las estaciones y sale el sol, es un buen momento para descubrir los mejores y más recientes productos y contagiarse del espíritu veraniego.

Cuando consumes productos de temporada, obtienes un sabor más rico y una composición nutritiva completa porque los productos se recogen en su punto óptimo de maduración. La compra de productos de temporada también le permite comprar localmente y apoyar a los agricultores locales con un guiño a la sostenibilidad.

Además, es más barato (¿has visto el precio de las fresas en pleno invierno?) porque hay más productos disponibles.

A continuación, compartimos nuestros productos de verano favoritos, cuándo están exactamente de temporada y consejos sobre cómo incorporar estos dulces veraniegos a los platos.

Calendario de la temporada de verano

¿Le apetecen frutas y verduras de verano? Esto es lo que puede esperar de la temporada en los meses más cálidos.

  • Albaricoques (mayo-julio)
  • Pepinoarmenio (junio-agosto)
  • Pera asiática (julio-septiembre)
  • Albahaca (junio-agosto)
  • Remolacha (todo el año, junio-octubre)
  • Pimientos (julio-noviembre)
  • Moras (mayo-septiembre; pico de junio-julio)
  • Arándanos (abril-septiembre)
  • Lechuga mantecosa (junio-agosto)
  • Cerezas (mayo-agosto)
  • Maíz (mayo-septiembre)
  • Pepino (mayo-agosto)
  • Berenjena (julio-octubre)
  • Tomates uva (junio-agosto)
  • Judías verdes (mayo-octubre)
  • Melóndulce (junio-octubre)
  • Limas (mayo-octubre)
  • Menta (todo el año, mejor en climas cálidos)
  • Nectarinas (mayo-agosto)
  • Melocotones (mayo-septiembre; máximo en julio-agosto)
  • Ciruelas (mayo-octubre)
  • Frambuesas (julio-octubre)
  • Chalotes (junio-septiembre)
  • Fresas (abril-junio)
  • Calabaza de verano (junio-agosto)
  • Tomatillo (junio-agosto)
  • Tomates (junio-agosto)
  • Sandía (junio-agosto)
  • Calabacín (junio-agosto)
Guía de productos de verano

Conozcamos más a fondo cada uno de los preciados productos que veremos esta temporada, incluidas ideas sobre la mejor manera de utilizarlos mientras podamos. Puede que te resulten útiles estos trucos para preparar los productos de verano.

1. Albaricoques (mayo-julio)

Son una de las primeras frutas de hueso disponibles en verano, por lo que se desvanecen bastante pronto en la temporada, pero mientras están disponibles son una gran fuente de fibra, vitaminas y antioxidantes. Además, tienen un bajo contenido en azúcar, pero no son demasiado ácidos para disfrutarlos sin más.

Pruebe a secarlas en un horno bajo para añadirlas a la granola casera, o córtelas en rodajas frescas para postres como un clafoutis o simplemente para servirlas sobre yogur. También combinan bien con platos salados y pueden conservarse como mermelada si no puedes acabártelas todas antes de que se estropeen.

2. Pepino armenio (junio-agosto)

Lo creas o no, este pepino es una especie de melón. El pepino armenio puede llegar a medir un metro de largo (vaya) y prospera en el caluroso clima estival. Quizá hayas oído su apropiado apodo: el melón serpiente.

Más dulces que un pepino normal y una gran fuente de vitamina C, añadirán un delicioso toque crujiente a cualquier ensalada. ¿Nuestro favorito? Combínalo con tomates uva, queso feta desmenuzado y un poco de aceite de oliva virgen extra.

3. Pera asiática (julio-septiembre)

Si una manzana y una pera tuvieran un hijo, sería la deliciosa pera asiática. Esta fruta de textura crujiente y sabor tan refrescante puede conservarse hasta 3 meses en el frigorífico. Además, tiene un alto contenido en agua, lo que la hace muy hidratante para los meses más calurosos del año.

Las peras asiáticas no suelen utilizarse para tartas o mermeladas, sino que se suelen servir crudas y peladas como tentempié rico en fibra. Ten en cuenta que pueden llenarte rápidamente, así que empieza con la mitad. También puedes utilizarlo en ensaladas.

4. Albahaca (junio-agosto)

El mejor amigo de la sandía (y de casi todos los demás).

Esta hierba aromática con un toque picante es básica en muchas recetas italianas, pero la albahaca es una de las hierbas más versátiles para cocinar y crear. Mézclala en tu propio pesto casero, añádela a la pizza o rómpela para darle un poco de glamour y guarnición a tus bebidas. ¿Alguien quiere un margarita de sandía y albahaca?

5. Remolacha (todo el año, pero mejor en junio-octubre)

Las remolachas lo pueden todo. Están ahí para todos nuestros zumos, sopas, guarniciones y mucho más, ¡porque están disponibles durante todas las estaciones!

Lo que algunos no saben de la remolacha: Sus hojas también son comestibles. Utilice las hojas de remolacha como base de su próxima ensalada. Tienen un sabor similar al de las acelgas, pero más dulce.

6. Pimientos (julio-noviembre)

Saborea el arco iris. En serio, ¿qué verdura tiene más colores que los pimientos? Verde, amarillo, naranja, rojo, a veces morado y blanco, cada color refleja su madurez individual.

Cuanto más tiempo permanece el pimiento en la vid, más dulce se vuelve y más antioxidantes tiene. Los antioxidantes ayudan a proteger contra los radicales libres.

Los pimientos rojos son los más dulces (con más vitamina C), seguidos de los naranjas, amarillos y verdes, que son los más amargos. Puedes asarlos, asarlos a la parrilla, saltearlos, rellenarlos o simplemente picarlos y disfrutarlos con hummus en un picnic.

7. Moras (mayo-septiembre; pico de junio-julio)

Las moras son una de las frutas más ricas en fibra. Una sola taza aporta unos 8 gramos a tu ingesta diaria de fibra (de los 25-38 gramos de fibra recomendados al día).

La fibra se encuentra en las diminutas semillas de la mora y puede ayudar a regular el tránsito intestinal, reducir el colesterol en sangre y controlar los niveles de azúcar en sangre. Completa tus ensaladas y yogures con estos deliciosos bocados de jugosa bondad, o dales protagonismo en una tarta de moras. Tu estómago te lo agradecerá todo el verano.

8. Arándanos (abril-septiembre)

Al igual que las moras, los arándanos son una gran fuente de fibra y están repletos de antioxidantes. Contrariamente a su notable nombre, los arándanos son en realidad más bien una fruta morada porque contienen el antioxidante antocianina, que contribuye a su pigmento azul-púrpura.

Combina todas las bayas ricas en fibra -moras, arándanos, frambuesas y fresas- para preparar una saludable macedonia. O, si lo prefieres, este verano dedícate a un nuevo pasatiempo y conserva el sabor ácido de los arándanos en una mermelada para disfrutarla incluso después de que haya pasado la temporada.

9. Lechuga mantecosa (junio-agosto)

Las hojas de la lechuga mantequilla son dulces y suaves, y suelen venderse con las raíces aún unidas para conservar su frescura. Deben su nombre a que sus hojas son tan tiernas que se deshacen en la boca como la mantequilla. Además, es una de las verduras más sanas que se pueden comer.

Gran fuente de vitamina A (importante para el sistema inmunitario), la lechuga mantecosa debe conservarse en su envase original y lavarse sólo inmediatamente antes de usarla.

10. Cerezas (mayo-agosto)

A la gente le encantan las cerezas desde... no sabemos ni desde cuándo (pero los registros indican que se cultivan desde al menos el año 72 a.C.).

Estas frutas, un tentempié saludable, son perfectas mientras se trabaja en casa, ¡porque se pueden escupir los huesos a gusto! Las cerezas también tienen una gran cantidad de potasio, un mineral necesario para el funcionamiento normal de las células y para mantener nuestro corazón sano y latiendo fuerte.

11. Maíz (mayo-septiembre)

Palomitas de maíz, maíz de la calle o maíz en mazorca, esta verdura llena de almidón es una gran fuente de nutrientes.

Cultivado en todos los continentes del planeta (excepto en la Antártida), el maíz está repleto de vitamina C y otros minerales, además de aportar un poco de fibra y proteínas. Su sabor estalla cuando se le añade un ácido (como el zumo de lima) o un condimento picante o terroso, como la tahina.

Pruébelo crudo en ensaladas de maíz, cocínelo a la parrilla o consulte más recetas con maíz aquí.

12. Berenjena (julio-octubre)

Este gran miembro de la familia de las solanáceas tiene una textura esponjosa y un sabor suave y amargo. Gracias a su textura absorbente, las berenjenas absorben como una esponja los aceites de cocina y otros sabores.

Esta verdura puede cocinarse a la parrilla (¡nuestra favorita!), al horno o frita (cúbrala con pan rallado para obtener una imitación satisfactoria de las patatas fritas). Recomendamos marinarla con aceite de aguacate o de coco antes de cocinarla por su alto punto de humo.

Echa un vistazo a nuestra abundancia de recetas de berenjena para conocer otras formas de prepararla.

13. Tomates uva (junio-agosto)

Tan llenos de nutrientes como su hermano mayor (el tomate normal), los tomates uva son una de las fuentes más ricas en licopeno, un valioso antioxidante que puede tener efectos reguladores de la tensión arterial y proteger de ciertos tipos de cáncer.

Conserve los tomates uva a temperatura ambiente, protegidos de la luz solar directa, e intente consumirlos en los 3 primeros días para obtener el mejor sabor. Pruébalos en todo tipo de ensaladas, ásalos, ahúmalos o úsalos como salsa para pasta sin cocción. Incluso puede convertirlos en una vinagreta de tomate.

14. Judías verdes (mayo-octubre)

Las judías verdes son una de las verduras más funcionales, y sus posibilidades de sabor son infinitas.

Adopte un sabor salado clásico cocinándolo en mantequilla y añadiendo ajo fresco picado. Si prefiere una alternativa más dulce, saltee con azúcar moreno (y añada un puñado de trocitos de beicon).

15. Melón dulce (junio-octubre)

¿Por qué el melón dulce siempre está por detrás del melón cantalupo? Sabemos que se merece algo mejor. El melón honeydew es el más dulce de todos los melones, con más azúcares naturales que el melón cantalupo y la sandía, lo que lo convierte en un sabroso postre o en la fruta ideal para infusionar en bebidas.

Pruebe el melón dulce troceado con yogur griego de vainilla, combínelo con pepino en una refrescante ensalada o conviértalo en polos helados. Una vez cortado, debe guardarse en el frigorífico y puede durar hasta 2 semanas. Como con todas las frutas y verduras, asegúrate de lavar bien la corteza exterior antes de cortarlo.

16. Limas (mayo-octubre)

Aunque para nuestro gusto son demasiado ácidas para comerlas solas, las limas son el pequeño cítrico perfecto para exprimir sobre cualquier proteína y conseguir un aroma refrescante yuxtapuesto a los sabores de la barbacoa. Mientras las carnes están en la parrilla, coge media lima y exprímela directamente encima, dejando que los jugos se doren con el humo. Las limas a la parrilla también están deliciosas mezcladas en cócteles.

17. Menta (todo el año, pero combina bien con los sabores del verano)

¿Te cuesta hidratarte con el calor del verano? Haz que beber agua sea un poco más apetecible añadiéndole menta. Puede que la menta no añada un sabor demasiado notable, así que no tengas miedo de añadir otros sabores naturales de temporada a tu botella de agua, como pepinos, limas o pomelos.

Recomendamos llenar las botellas de agua con estos ingredientes la noche anterior y degustar su frescura a la mañana siguiente. Por supuesto, la menta también es estupenda en cócteles, y siempre queda la sandía a la plancha con queso feta y menta.

18. Nectarinas (mayo-agosto)

Las nectarinas son bastante parecidas a los melocotones, menos el exterior peludo. En este caso, cuanto más maduras, más dulces, porque las nectarinas son climatéricas, lo que significa que siguen madurando después de la cosecha.

Puede ser una carrera contra el tiempo, así que no espere. Guardarlas en una bolsa de papel a temperatura ambiente hasta que estén maduras y consumirlas en 2-3 días es una buena pauta. Sabrás que está madura cuando pierda firmeza. Prueba a cortar una nectarina en rodajas con un poco de queso ricotta y rúcula para preparar una fresca ensalada veraniega o mézclala en un pastel.

19. Melocotones (mayo-septiembre; pico en julio-agosto)

Cuando das el primer mordisco a un melocotón maduro, sabes que es verano de verdad. Al igual que las nectarinas, los melocotones son climatéricos, por lo que hay que guardarlos en una bolsa de papel hasta que maduren y comerlos en 2-3 días.

Otro tesoro de antioxidantes y vitaminas, los melocotones también aportan un toque almibarado a cualquier ensalada veraniega. Truco profesional: ¡Son aún más deliciosos a la parrilla! En la próxima barbacoa, echa melocotones cortados por la mitad a la parrilla, rocíalos con glaseado balsámico y prepárate para alucinar.

20. Ciruelas (mayo-octubre)

Con la llegada del calor, hay que hidratarse bebiendo agua y comiéndola. Muchas de las frutas y verduras de nuestra lista tienen un contenido considerable de agua junto con valiosos nutrientes, incluidas las ciruelas, que contienen un 87% de agua.

Mientras planeas tu próximo paseo por el barrio u otra actividad al aire libre, llévate un par de ciruelas para mantenerte hidratado. Con las que sobren, prepara un delicioso chutney de ciruelas.

21. Frambuesas (julio-octubre)

Con las frambuesas (y en realidad con cualquier baya), es mejor no lavarlas hasta justo antes de usarlas o comerlas. Mejor aún, saca del envase la cantidad que vayas a utilizar y vuelve a meter rápidamente en la nevera las frambuesas sin lavar. Las frambuesas absorben el agua rápidamente, por lo que sólo tardan un par de horas en convertirse en puré de frambuesas, algo que nadie quiere.

Combina las frambuesas con otras frutas de verano, especialmente melón y melocotón. Prepara divertidos polos afrutados añadiendo uno, dos o los tres troceados en cubiteras con una pequeña cantidad de zumo, y congélalos durante 4-8 horas.

22. Chalotes (junio-septiembre)

Las chalotas son una versión más suave de la típica cebolla. Las chalotas crecen de forma similar al ajo, en racimos con la cabeza compuesta de muchos dientes.

En cuanto al sabor, estas hierbas aromáticas añaden un suave toque picante a ensaladas, salsas y guarniciones. Pruebe a caramelizar las chalotas con hierbas como el romero o el orégano y aceite de oliva para crear un adobo para cualquier plato principal, o fríalas en la sartén y añádalas al tartar de atún.

23. Fresas (abril-junio)

Las fresas nos acompañan en el desayuno, la comida y la cena (y, por supuesto, en el postre).

Estas bayas rebosantes de sabor son el complemento perfecto para un montón de platos, incluido nuestro favorito: las tablas de quesos. Prueba a combinar las fresas con quesos como el gruyere, el feta, el parmigiano reggiano y el queso de cabra.

También puedes transformar estos maridajes en ensaladas con el aliño adecuado. Nos encantan las vinagretas balsámicas o cítricas que no eclipsan el sabor a fresa.

23. Calabaza de verano (junio-agosto)

El verano es el momento de la calabaza. Aunque suelen estar disponibles durante todo el año, la variedad de calabacines en el supermercado y el mercado agrícola se dispara durante el verano.

La calabaza de verano incluye el calabacín (redondo y largo), junto con otras muchas variedades como la tatuma, la pattypan y la crookneck, todas ellas con su propia textura y sabor únicos. Todas estas calabazas se cosechan antes de tiempo, por lo que su piel es aún tierna y comestible.

Juega con todas las formas interesantes de las calabazas haciendo divertidos barquitos o cuencos rellenos de tus proteínas o verduras favoritas.

24. Tomatillo (junio-agosto)

También conocido como "tomate de cáscara", el tomatillo tiene un sabor ácido y suele ser un ingrediente clave en las salsas verdes frescas mexicanas y centroamericanas.

Pero los tomatillos no son una maravilla de un solo golpe. Estos pequeños verdes se pueden disfrutar crudos, en compota, en sopas, salsas o como guarnición. Asegúrate de quitarles las cáscaras marrones (no son comestibles) antes de usarlos. Si el sabor es demasiado ácido para su gusto, añada un poco de azúcar antes de cocinar para realzar su sabor cítrico característico.

25. Tomates (junio-agosto)

Los tomates repletos de antioxidantes están en su mejor momento en verano, desde los beefsteaks inmaculados hasta los tomates reliquia nudosos. Guárdelos a temperatura ambiente y cómalos cuanto antes para aprovechar su sabor y textura perfectos. Esto no debería ser un problema, ya que están deliciosos crudos con una pizca de sal o mezclados con pasta.

26. Sandía (junio-agosto)

La sandía ha recorrido un largo camino desde que sólo se disfrutaba en la clásica rebanada triangular. Combina bien con multitud de sabores (menta, guindilla y quesos salados como el de cabra, el feta o el halloumi).

Además de su versatilidad, también es una gran fuente de nuestro antioxidante favorito, el licopeno (al igual que los tomates). Da rienda suelta a tu creatividad con la sandía este verano: Echa esta fruta a la parrilla y deja que el calor caramelice los azúcares naturales para obtener un dulce refrescante e hidratante.

27. Calabacines (junio-agosto)

Hemos pasado de la A a la Z de las frutas y verduras de verano, llegando finalmente al calabacín. Convierte estos calabacines alargados en zoodles o mételos en unos saludables macarrones con queso. Después, echa un vistazo a estas recetas con calabacín para encontrar aún más formas de aprovechar la abundancia veraniega de esta verdura verde.

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