¿Ha caído Olivia Wilde en la doble moral sexista de Hollywood?

En las últimas semanas, Internet ha sido un hervidero de rumores sobre Don't Worry Darling, la próxima película protagonizada por Florence Pugh y Harry Styles, y dirigida por Olivia Wilde. Hay acusaciones y rumores sobre las escenas de sexo de la película, la relación entre Olivia y Harry, y sugerencias de una ruptura entre la protagonista y el director. ¿Qué está pasando? ¿Y por qué deberían preocuparse todas las directoras?

Es posible que conozcas a Olivia como actriz, en series como House y The OC y en películas como Tron: Legacy. Irrumpió en la dirección con la excelente comedia adolescente de 2019 Booksmart y fue identificada (con razón) como un verdadero talento. Hubo una acalorada guerra de ofertas de los estudios por el derecho a realizar Don't Worry Darling, su nuevo y elegante thriller feminista, sobre una ama de casa de los años 60 aparentemente feliz (Florence) que comienza a cuestionar su vida perfecta. Este tipo de recepción es exactamente lo que se supone que debe ocurrir cuando un cineasta se abre paso, pero no siempre es un hecho para las mujeres. Fíjese en las directoras que hicieron Mamma Mia, Crepúsculo o 50 sombras de Grey, y en los hombres que dirigieron todas sus secuelas.

Pero Don't Worry Darling se ha visto envuelta en la polémica, justo cuando se estrenó en el Festival de Venecia (no estará en los cines hasta el 23 de septiembre). Recapitulando: Olivia y Harry se enamoraron en el plató, cuando ella estaba en proceso de separación del actor Jason Sudeikis, e inmediatamente atrajeron la atención de la prensa sensacionalista, y la de una minoría de fans de Harry agresivamente hostiles. Los esfuerzos publicitarios se centraron en una escena de sexo, que se vislumbra en el tráiler, en la que el personaje de Harry practica sexo oral a Alice, de Florence. Olivia se inclinó por esa discusión para atraer a los titulares, aparentemente para incomodidad de Florence, exacerbando lo que parece haber sido una relación ya tensa, que se rumorea que se debe a que ella estaba incómoda con la relación de Olivia y Harry.

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'No es noticia que los directores de cine masculinos no se lleven bien con todos los miembros del reparto'

Olivia también afirmó que despidió al actor Shia LaBeouf -que originalmente fue elegido para el papel principal masculino- sólo para que él dijera que había renunciado, y publicara un vídeo de Olivia que aparentemente apoya su afirmación. La directora también tuvo que refutar las acusaciones de que Florence sólo cobró una fracción de los honorarios de Harry, lo que sería terriblemente predecible para Hollywood, pero no para una directora que se declara feminista. Mientras tanto, la ausencia de Florence de gran parte de la gira publicitaria, alegando compromisos de rodaje de la secuela de Dune, alimentó las historias de desavenencias.

Entonces, ¿se trata de un auténtico desastre, o estamos exigiendo a Olivia un nivel de exigencia superior al de sus compañeros masculinos? Por lo general, no es noticia que los autores masculinos no se lleven bien con todos los miembros del reparto. Tampoco sus relaciones con los actores suelen provocar el tipo de vitriolo dirigido a Olivia (nota, no a Harry) por su relación. Sus declaraciones, aparentemente engañosas, sobre Shia no son suficientes para provocar este nivel de indignación.

Sin embargo, todas estas controversias podrían ser devastadoras, especialmente si la película sufre ahora en la taquilla. Históricamente, las directoras no tienen otra oportunidad si son tachadas de "difíciles". David O Russell (Silver Linings Playbook, American Hustle) puede pelearse a puñetazos con George Clooney y seguir trabajando; el director de westerns Sam Peckinpah solía disparar una pistola en el plató y seguía consiguiendo trabajos.

Pero alguien como Olivia tiene que comportarse de forma impecable en todas las situaciones, ser amiga de todos los actores, hacer una buena película, criar a sus hijos y tener un aspecto fantástico para escapar de las críticas. Incluso si algunas de las historias negativas sobre ella son ciertas, deberíamos preguntarnos -como lo hace la película- si estamos hundiendo a otras mujeres al aceptar estas exigencias imposibles.