Huérfana indefensa o adulta peligrosa: La extraña historia de Natalia Grace
Los críticos se rieron mucho cuando se estrenó Huérfana en 2009.
Ostensiblemente una historia al estilo de Bad Seed sobre una familia que adopta a una niña rusa de 9 años con tendencias asesinas, el gran giro fue que-oh, espera-¡esa no es una niña! Es una mujer estonia de 33 años con un raro trastorno hormonal que, sí, es muy peligrosa.
"Si el director Jaume Collet-Serra se propuso hacer una parodia de los clichés del cine de terror", señaló AV Club en su momento, "lo consiguió brillantemente".
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Pero Michael Barnett ha alegado a que él y su ahora ex esposa Kristine Barnett fueron presa de un escenario de pesadilla que no podía sino evocar el argumento de aquella película aparentemente inverosímil.
La serie de seis episodios de Investigation Discovery El curioso caso de Natalia Grace, que se estrenó en mayo, detallaba la historia de Michael sobre una adopción bienintencionada que salió terriblemente mal, contrastada con la opinión de otros observadores del caso que consideraban muy sospechosa la versión de los hechos de los Barnett. (En la serie se señalaba que, cuando se pidió a Kristine que comentara su papel en los sucesos que se describían en el programa, su única respuesta fue: "Tu cadena está mal").
Y pronto Natalia Grace tendrá la palabra en El curioso caso de Natalia Grace: Natalia Speaks, que se estrena el 1 de enero en ID.
"En cada mentira hay una verdad oculta, pero tienes que escarbar lo suficiente para poder verla", dice Natalia -que hasta la fecha ha negado ser otra cosa que una niña cuando los Barnett la acogieron- en un teaser del próximo especial. Esta es mi versión de la historia. ¿Te parezco un monstruo?".
Responde Michael: "Sé lo que vi".
Y así, la trama se complica.
Michael dice en El curioso caso de Natalia Grace que él y Kristine y sus tres hijos, Jacob, Wesley y Ethan, estaban viviendo el "pináculo de la vida" en 2010: familia feliz, gran casa en Westfield, Indiana, seis cifras en su cuenta bancaria.
En un principio iban a adoptar a un niño haitiano, cuenta Michael, pero el terremoto de 2010 que devastó el país insular paralizó el proceso.
El 26 de abril de 2010, él y Kristine adoptaron a Natalia Grace. Tenía un certificado de nacimiento ucraniano que decía que había nacido el 4 de septiembre de 2003, dice Michael, y les dijeron que tenía un tipo raro de enanismo llamado displasia espondiloepifisaria congénita.
(La propia Natalia ha mantenido -en entrevistas y testimonios ante el tribunal- que era una niña pequeña cuando los Barnett la adoptaron, y punto, y que no amenazó con hacer daño ni intentó hacerlo a miembros de la familia).
Antes de que los Barnett la conocieran, la futura madre adoptiva Judith Irving, de Clinton, Indiana, recuerda en la serie haberse enamorado de la foto de Natalia, pero al final su marido se negó a pagar los 25.000 dólares en honorarios legales que les pedían los actuales padres adoptivos de Natalia.
"En mi corazón", se lamenta Judith, "Natalia es la hija que nunca tuve".
Cuenta que más tarde Kristine intentó ponerse en contacto con ella a través de las redes sociales, alegando que Natalia amenazaba con hacer daño a su familia, pero Judith no se inmutó, explicando que era profesora y que se había encontrado con muchos niños problemáticos.
"Me han amenazado, ¿y qué?", señala. "Ese niño necesita ayuda, así que consíguele ayuda".
