Inodoros incineradores: ¿El futuro de la sostenibilidad?
En una noticia de actualidad cada vez más curiosa, quemar nuestras cacas -en lugar de tirar de la cadena- podría ser uno de los próximos grandes avances en sostenibilidad.
Sabemos que parece una parodia de Poosh, pero no lo es. Te lo prometo.
Kim (como Kardashian) nos hizo saber que esto es algo. Dejó caer un vídeo sobre un retrete incinerador en nuestro chat de grupo, curiosa por saber si sabíamos algo de ellos. No lo sabíamos, así que decidimos sumergirnos en el mundo de la quema de caca y los retretes incineradores.
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En concreto, ¿qué son? ¿Son más ecológicas que las cisternas? ¿Puede comprarlos la gente normal?
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¿Qué es un inodoro incinerador?
Más o menos lo que parece: un inodoro que incinera los residuos en lugar de tirarlos por el inodoro.
Como no utilizan agua, no necesitan las tuberías tradicionales. Las cenizas resultantes de la incineración son fáciles de eliminar y están libres de patógenos y malos olores, una de las principales razones por las que son populares en lugares como cabañas, autocaravanas y barcos.
Este tipo de inodoro existe desde hace décadas, pero hasta hace poco las opciones disponibles eran grandes, toscas y ruidosas. Sin embargo, los avances tecnológicos pueden hacer que se generalicen. Las iteraciones modernas, como las de Cinderella, son más pequeñas, informatizadas y más atractivas para los hogares.
¿Cómo se utiliza un retrete incinerador?
Antes de hacer nuestras necesidades, colocamos un forro de papel encerado en la taza. Al terminar, la taza se abre por dentro. Los residuos caen en la cámara de incineración y se convierten en una pequeña cantidad de ceniza (que puede utilizarse como abono, si se desea).
¿Son más ecológicas que las cisternas?
En términos de consumo de agua, sin duda. La descarga de la cisterna representa casi el 30% del consumo medio de agua de los hogares estadounidenses, mientras que un inodoro incinerador no consume agua.
Pero hay que tener en cuenta que la mayoría de los retretes de incineración funcionan con electricidad o gas, que tienen su propia huella de carbono. Por no hablar de que los costes pueden aumentar rápidamente.
¿Cuánto cuestan?
El precio es sin duda un obstáculo cuando se trata de estos inodoros. Los inodoros incineradores eléctricos de la marca Incinolet cuestan a partir de unos 2.500 dólares, y los inodoros Cinderella antes mencionados superan los 4.000 dólares. Y eso sin incluir los costes adicionales de alimentación eléctrica.
Así que, aunque estos inodoros no sean factibles para la mayoría de nosotros ahora mismo, puede que llegue un momento en que tirar de la cadena no sea la norma.
