La armadura de Pedroche
Como era de esperar, Cristina Pedroche se ha vuelto a convertir en la protagonista de las campanadas de Nochevieja. Por sexto año consecutivo ha vuelto a sorprender a la audiencia con su atrevido look.
Este año la Pedroche nos va sorprendido con un vestido que realmente no es un vestido, sino como bien dijo ella con una escultura. Iba embutida en fibra de vidrio reciclado con la forma de su figura en la que marcaba mucho su busto y su trasero. Pasadas las once y media de la noche la presentadora aparecía junto al cocinero Alberto Chicote. Tapada con una habitual capa, de color negro, a modo de túnica larga complementado con unos guantes negros de cuero.
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Lo más sencillo que llevaba la Pedroche fue su peinado, un moño repleto de trenzas de raíz que despejaban su cara, maquillado de noche, con sombra de ojos ahumados en negro y dorado, con un labios rojos de su propia marca.
A las 23:57 llego el momento que más se esperaba, la presentadora se abría la capa para descubrir su vestido dorado. Nada menos que una obra escultural del artista Jacinto de Manuel, hecho con pan de oro reciclado de manera artesanal que su fabricante ha bautizado como Venus MMXX. La Pedroche se autodenomino 'estatua de Oscar'.
Un vestido con claro mensaje hacia el cambio climático que asola el planeta. Lo que es indudable es que la Pedroche cuando quiere que se hable de ella lo consigue, porque ya van seis años seguidos, con pinta de que veremos un séptimo, sobre todo teniendo en cuenta que fue la segunda opción en cuanto a campanadas según los datos de audiencia.
