La marca suiza Mavala se reposiciona para el futuro con una identidad renovada
Fundada en 1959 en Ginebra por Madeleine Van Landeghem, Mavala lanzó el primer endurecedor de uñas y suero de cuidado de uñas – Mavala Scientifique K+ sigue siendo uno de los más vendidos de la marca –, y pronto se destacó con esmaltes de uñas de 5 ml, algo innovador en su momento.
“Siempre nos hemos esforzado por innovar, combinando el cuidado de la piel y el maquillaje. Luego, ampliamos nuestro concepto a las pestañas con el producto de cuidado Double-Lash para estimular el crecimiento de las pestañas. Aún es nuestro segundo best seller en el mundo. Después, en la década de 1980, presentamos los primeros productos de cuidado de manos y pies con activos dermocosméticos que, hasta entonces, estaban reservados para el rostro, como el ácido hialurónico y los prebióticos. Finalmente, llegaron los productos para el cuidado del rostro. Hoy, tenemos una nueva oferta que incluye un suero para el cutis con activos prebióticos,” explica Maute.
Como una marca icónica de la industria cosmética suiza en todo el mundo, el negocio familiar sigue siendo independiente y está presente en más de 100 países, con “margen para el progreso” identificado en Asia y en el continente africano, según su fundadora.
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“Tenemos tres filiales, en Francia, Inglaterra y Alemania, pero para el resto del mundo, hemos estado trabajando con distribuidores en cada país. Nuestros canales de distribución son principalmente grandes almacenes, farmacias, perfumerías y algunos salones de belleza,” explica.
Las 800 referencias de nuestro catálogo se producen de principio a fin en la histórica sede de Carouge, cerca de Ginebra, en Suiza, excepto para lápices y polvos. Hoy, la compañía planea aumentar su capacidad de producción en un 35% con una nueva planta para mayor agilidad, también en el cantón de Ginebra.
Un patrimonio modernizado
Con una rica historia y catálogo, así como una fuerte presencia global, la marca ahora busca actualizar su imagen para alcanzar a un público más joven.
“Ya tenemos 65 años, así que queríamos cuestionarnos y llevar a cabo esfuerzos para rejuvenecer la marca, reinventarnos y atraer a las generaciones más jóvenes,” dice Maute.
Después de dos años de arduo trabajo, Mavala ha estado comunicando su nueva imagen desde el 31 de marzo, con un logotipo actualizado con una nueva tipografía y color, y una clara firma de su visión de belleza: Mavala. Tu cuidado. Tu estilo.
De este modo, la marca toma posesión de su propia comunicación, que había sido dejada en manos de los distribuidores en cada país, y está inundando el mundo digital con un vídeo corporativo transmitido en Instagram.
“Muchas personas conocen nuestros productos, pero no la marca. Es hora de darle visibilidad, y comunicar nuestro patrimonio de una forma más moderna, más diversa y más humana,” afirma Maute.
Mavala también ha lanzado recientemente su primera tienda en línea en Francia: otra revolución para la empresa.
“Somos fabricantes y no vendemos directamente a los consumidores, por lo que hasta ahora, Mavala no tenía un sitio web de comercio electrónico: la venta en línea solo estaba disponible a través de distribuidores. Junto con el rebranding, cambiamos este modelo a través de nuestra filial francesa. Creo que será un motor de crecimiento, porque claramente carecíamos de este tipo de oferta. Hoy, los consumidores que gustan de una marca visitan su sitio web en línea. Se espera que otros países hagan lo mismo, en particular Inglaterra e Italia,” explica Maute.
Gracias a esta nueva estrategia de visibilidad, Mavala también busca imponer su propia imagen como una marca global experta en cosméticos.
