Lo que aprendí de tener un estilista personal para novias

O para citar una de mis películas favoritas, "hablar como un observador tercero completamente objetivo sin ningún interés personal en el asunto". Las emociones están a flor de piel durante este periodo, y si alguien más imparcial hubiera estado allí cuando compré mi primer vestido de novia, bueno, se podría haber evitado todo un fiasco.

En lugar de centrarte en cosas concretas, da un paso atrás para ver el conjunto. Parece básico, pero esto me ayudó a hacer balance de los estilos con los que me siento bien. Y sigo consultando esta información cuando voy de compras. Estas son algunas de las preguntas que Kate me hizo responder tras nuestra primera reunión de Zoom.

• ¿Qué escotes te suelen gustar más: palabra de honor, sin tirantes, de un hombro, redondo, corazón, de pico, etc.?
• ¿Qué siluetas de vestidos le suelen gustar más: ajustados o más ceñidos, vaporosos (boho), de línea A (ajustados en la parte superior, falda vaporosa), rectos (vestido columna), etc.?
• ¿Cómo describirías tu estilo?
• ¿Hay algún tejido que le guste o no?

Parafraseando a Gretchen Weiner, puedes pensar que te gusta algo, pero podrías estar equivocado.

La mayoría de nosotras no compramos vestidos a menudo, así que ¿cómo podemos saber si nos va a encantar el corte sirena? No hay nada más decepcionante que encontrar un look que cumple todos los requisitos sobre el papel y descubrir que no está a la altura de tus expectativas. Por supuesto, no digo que no te lo pruebes. Sólo que estés abierta a otras siluetas/formas/estilos.

Una de las cosas que más me gustó de Kate fue crear tableros para que pudiera ver todos los looks uno al lado del otro. Yo estaba abierta a vestidos midi, minivestidos o vestidos por separado para mi fiesta de bienvenida, así que creó un tablero para cada uno.

Tampoco tenía ni idea de qué accesorios ponerme para que mis zapatos y mi vestido vintage tuvieran un aspecto cohesionado, y ella también me preparó un tablero para ello.

Así fue más fácil centrarme en lo que realmente me gustaba. Kate me hizo repasar cada prenda de la pizarra y darle mi opinión. Me sorprendió la cantidad de veces que dije alguna versión de "Creía que esto me iba a encantar, pero viéndolo al lado de aquél, me doy cuenta de que me gusta mucho más". Sin eso, podría haber dudado indefinidamente entre los conjuntos sin ser capaz de tomar una decisión instintiva.

No te hagas selfies. Te harás una mejor idea de cómo quedará el conjunto cuando te lo haga otra persona. Cuando estaba indecisa entre dos looks, esto es lo que Kate me hizo hacer. Los compartí con ella para que me diera su opinión, y le estuve muy agradecida por sus amables pero sinceras opiniones.

Es un buen ejercicio para ver no sólo cómo te queda el traje, sino que tu lenguaje corporal y tus expresiones faciales pueden dar una idea de cómo te sientes con él.

(Por favor, sed amables con mi cara sin maquillaje y mi pelo sin lavar jaja).

Puede que esto no se deba totalmente a mis sesiones de estilismo personal, pero creo que tiene que ver con lo que he comentado antes: déjate llevar por tu instinto.

Cuando empecé a buscar mi vestido de novia, tenía claro que quería que fuera vintage. Pero acabé yendo a un salón nupcial tradicional y comprando un vestido precioso según el calendario tradicional de un año antes de la boda. Cuando lo recibí, unos meses más tarde, me di cuenta de que no era para mí. Me asusté y acudí por casualidad a Happy Isles, donde encontré un vestido vintage de Blumarine Sposa que describo como medieval de los 90 con un toque de Romeo y Julieta de Baz Luhrmann y un toque de Galadriel.

Mis dos cosas favoritas que elegí por mi cuenta (y que compré más o menos al mismo tiempo que mi lamentable elección de vestido) fueron mis zapatos de novia Mach & Mach y el vestido Selkie con el que acabé cambiándome después de la recepción. Los vi y lo supe. No tuve ningún debate interno. Aunque mis zapatos tardaron meses en llegar (los pedí en una feria), sigo tan enamorada de ellos como cuando los vi por primera vez.

Si hay algún aspecto de un look que te atrae, pero no estás del todo seguro, quizá merezca la pena probártelo. La ropa se ve muy diferente en cada cuerpo. El conjunto que acabé eligiendo para la fiesta de bienvenida era uno de los que más me atraía y me encantaba en un principio, pero me preocupaba que no fuera tan "favorecedor" como la otra opción que estaba barajando. Lo sé. De nuevo, aquí es cuando un ojo imparcial y experto resulta útil.

Había comprado unas sandalias de tiras preciosas y caras para la fiesta de bienvenida, y Kate las tuvo en cuenta a la hora de crear mis conjuntos, así como el lugar y el ambiente de la fiesta, por supuesto. La celebramos en un bar con máquinas recreativas, así que el ambiente era bastante específico.

Sin embargo, acabé por no ponérmelas, decidiendo en el último momento llevar unas plataformas plateadas de Zara que tenía desde siempre y que eran mucho más cómodas.

Dos de las mejores decisiones que tomé al planear mi boda fueron a) contratar a Emmily Jones de Gatherist como mi planificadora y b) recibir ayuda de Kate en el departamento de vestuario. Estaba muy estresada y paralizada por las decisiones, y ella consiguió ayudarme a encontrar un conjunto que nunca habría elegido por mí misma pero que, de alguna manera, era completamente perfecto. Si eres como yo y tienes problemas para encontrar un conjunto coherente, te lo recomiendo encarecidamente.