Los microplásticos están por todas partes
Las imágenes de la contaminación por plásticos se han vuelto familiares: una tortuga asfixiada por una bolsa de la compra, botellas de agua arrastradas a las playas o el monstruoso "Gran Parche de Basura del Pacífico" de detritos flotantes. Millones de toneladas de plástico producidas cada año, en gran parte a partir de combustibles fósiles, llegan al medio ambiente y se degradan en trozos cada vez más pequeños.
"No imaginábamos hace 10 años que pudiera haber tantos microplásticos pequeños, invisibles a simple vista, y que estuvieran por todas partes a nuestro alrededor", afirma Jean-Francois Ghiglione, investigador del Laboratorio de Oceanografía Microbiana de Francia. "Y aún no podíamos imaginar que los encontraríamos en el cuerpo humano".
El pelo de las declaraciones estaba por todas partes en los Premios Grammy 2022 Las coletas de medusa estarán por todas partes este verano
Ahora los estudios científicos detectan cada vez más microplásticos en algunos órganos humanos, como"los pulmones, el bazo, los riñones e incluso la placenta", explica Ghiglione a la AFP. Puede que no nos sorprenda mucho que respiremos estas partículas presentes en el aire, en particular las microfibras de la ropa sintética.
Respirando plásticos durante años
"Sabemos que hay microplásticos en el aire, sabemos que están a nuestro alrededor", afirma Laura Sadofsky, de la Facultad de Medicina de Hull York (Reino Unido). Su equipo encontró polipropileno y PET (tereftalato de polietileno) en el tejido pulmonar, identificando fibras de tejidos sintéticos. "Lasorpresa para nosotros fue lo profundo que llegó a los pulmones y el tamaño de esas partículas", dijo a la AFP.
En marzo, otro estudio informó de los primeros rastros de PET encontrados en la sangre. Dada la pequeña muestra de voluntarios, algunos científicos afirman que es demasiado pronto para sacar conclusiones, pero preocupa que si los plásticos están en el torrente sanguíneo puedan transportarse a todos los órganos.
Evaluar el nivel de riesgo
En 2021, los investigadores encontraron microplásticos en el tejido materno y fetal de la placenta, expresando "gran preocupación" por las posibles consecuencias en el desarrollo del feto.
Pero la preocupación no es lo mismo que un riesgo probado. "Si se le pregunta a un científico si hay un efecto negativo, dirá que no lo sabe", dijo Bart Koelmans, profesor de Ecología Acuática y Calidad del Agua en la Universidad de Wageningen.
"Es potencialmente un gran problema, pero no tenemos pruebas científicas para confirmar positivamente cuáles son los efectos, si es que los hay."
Una de las hipótesis es que los microplásticos podrían ser responsables de ciertos síndromes que debilitan la salud humana.
Aunque los científicos han identificado recientemente su presencia en el cuerpo, es probable que los humanos hayan estado comiendo, bebiendo y respirando plásticos durante años. En 2019, un impactante informe de la organización benéfica medioambiental WWF estimó que las personas ingieren e inhalan hasta cinco gramos de plástico a la semana, lo suficiente para fabricar una tarjeta de crédito.
Koelmans, que impugna la metodología y los resultados de ese estudio, ha calculado que la cantidad se acerca más a un grano de sal. "A lo largo de la vida, un grano de sal a la semana es bastante", dijo a la AFP.
Toxicidad en animales
Aunque todavía no se han realizado estudios sobre la salud de los seres humanos, la toxicidad en determinados animales refuerza la preocupación.
"Los pequeños microplásticos, invisibles a simple vista, tienen efectos nocivos en todos los animales que hemos estudiado en el medio marino, o en tierra", dijo Ghiglione.
Añadió que el conjunto de sustancias químicas que se encuentran en estos materiales -incluidos los tintes, los estabilizadores y los retardantes de llama- puede afectar al crecimiento, el metabolismo, el azúcar en sangre, la presión arterial e incluso la reproducción.
El investigador dijo que debería haber un enfoque "preventivo", instando a los consumidores a reducir el número de productos envasados en plástico que compran, especialmente las botellas.
Sin embargo,"la gente no puede dejar de respirar, así que aunque cambie sus hábitos alimenticios seguirá inhalándolos", dijo Koelmans. "Están por todas partes."
Tratado internacional
A principios de este año, las Naciones Unidas iniciaron un proceso para elaborar un tratado internacionalmente vinculante para hacer frente a la plaga mundial del plástico. Ha advertido de que el mundo se enfrenta a una crisis de contaminación a la altura de las crisis de la biodiversidad y del clima.
En 2019 se utilizaron unos 460 millones de toneladas de plásticos, el doble que 20 años antes. Menos del 10% se recicló. La producción anual de plásticos a base de combustibles fósiles superará los 1.200 millones de toneladas en 2060, y los residuos superarán los mil millones de toneladas, según indicó el mes pasado la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
