Me acabo de casar: esto es todo lo que hice el mes anterior a mi boda

Lo primero es lo primero. Tengo TDAH y la constancia no es precisamente mi fuerte. Así que cogí una pizarra, la dividí en secciones con cinta adhesiva y escribí cada cosa que tenía que hacer diaria y semanalmente para tener un recordatorio visual delante de mí.

Cuando invitaron a los Obama a su boda, se esperaron todo menos esto Me hice un trasplante de cejas y juro que mi cara parece más joven

La mascarilla Renee Rouleau Rapid Response Detox Masque es, literalmente, oro líquido, mi santo grial. Llevo años utilizándola. Es antiinflamatoria y realmente calmante. (Incluso la he usado para calmar mi piel después de una depilación brasileña). Pero también contiene ingredientes que combaten el acné como el aceite de árbol de té y el ácido salicílico. Unas cuatro semanas antes de mi boda, empecé a usarlo todas las noches antes de acostarme. ¿Es algo que podría permitirme hacer todo el tiempo? No. Pero mereció la pena porque mi acné hormonal no hizo ni pío. Y una o dos veces por semana, me hacía una mascarilla exfoliante antes de ésta.

También utilicé The Things We Do Coconut Collagen Eye Mask and Capsules. De nuevo, ¿puedo permitirme hacer de esto una parte permanente de mi rutina de cuidado de la piel? No. Estas fueron circunstancias atenuantes.

Estoy obsesionada con el Olyxir Lymphatic Cleanse Tea, y lo he estado desde que lo probé por primera vez. No puedo explicarlo mejor de lo que ya lo he hecho en esta reseña.

Lo mejor: Tiene cafeína, sabe muy bien y hace que me vea y me sienta mucho menos hinchada.

Casi me da un ataque cuando mi ahora marido la tiró accidentalmente porque pensó que la bolsa estaba vacía. Por un lado, le agradecí que intentara mantener el orden. Por otro... digamos que fue una suerte para todos que tuviera tiempo suficiente para comprar una de repuesto.

Jk, pero no realmente. Me encantó nuestra boda, y al final todo valió la pena. Pero maldita sea, fue estresante llegar allí.

Tu boda es algo muy importante. Por supuesto, va a salir mucho en las conversaciones, sobre todo a medida que se acerca y todavía hay decisiones que tomar. Pero mi pareja y yo empezamos a darnos cuenta de que dominaba muchas de nuestras conversaciones y aumentaba nuestro estrés. Así que reservamos ciertos momentos para hablar de la boda y el resto del tiempo para disfrutar de nuestro tiempo juntos y jugar al Uno o a lo que fuera.

Chicos, la cantidad de tiempo que pasé buscando un traje para este evento fue una tontería. Me quedé atrapada en la parálisis de la decisión. Ojalá hubiera sabido mucho antes (antes de comprar mi vestido de novia) que la gente normal como yo podía trabajar con un estilista.

Encontré Something White Styling en Instagram y me encantó su ambiente, muy de "novia guay". Su sitio web también es muy transparente sobre los precios y lo que obtienes con cada paquete, lo que lo hizo sentir mucho menos intimidante que otros servicios que vi. Me reuní con Kate, la fundadora, a través de Zoom. Después, me preparó unas pizarras de trajes preciosas, me ayudó a seleccionar mis favoritos y me hizo una prueba virtual para elegir "el elegido".

Es una de esas cosas que se pueden hacer en casa, pero no tenía tiempo ni atención para aprender a hacerme un masaje corporal completo. Así que acudí a los profesionales.

Tenía muchas esperanzas de hacerme un tratamiento facial una vez al mes antes de la boda, pero no fue así por razones como "soy mala cumpliendo las citas" y "dinero". Sin embargo, me aseguré de hacerme un dermaplaning profesional y un tratamiento facial DiamondGlow (dos tratamientos que ya me había hecho antes, así que sabía cómo reaccionaría mi piel) un par de días antes de la boda. Mi cara estaba bien preparada para el maquillaje y la pelusa de melocotón no apareció en las fotos.

Cuando fui a depilarme el bikini, añadí la depilación de las axilas y fue una gran decisión. Había tantas cosas que hacer los días de nuestra fiesta de bienvenida y de la boda que sin duda me habría olvidado de depilarme las axilas.

Entre el estrés y los nervios, no sentí hambre durante una semana (vale, quizá un mes) antes de la boda. Pero tener a mano tentempiés sencillos como yogur griego cubierto con granola proteica y bayas, galletas de semillas y hummus o mantequilla de cacahuete, y uvas congeladas (pruébalo y me lo agradecerás más tarde) me facilitó la alimentación.

No sabía qué tipo de faja quería ponerme. No quería tener que preocuparme de que se me bajara, así que al final me decidí por un body con el pecho abierto y utilicé cinta adhesiva de doble cara para asegurarme de que los tirantes no se movían y quedaban ocultos bajo los tirantes del vestido.

Piensa: otras cosas que pedí por pánico. Entre ellas, cinta adhesiva de moda, un par de tipos diferentes de cinta adhesiva para las tetas, un sujetador adhesivo, un pequeño kit de costura, imperdibles y, la verdad, ni siquiera recuerdo qué más. Quería estar preparada para cualquier cosa, pero también estaba en una especie de estado de fuga.

Me muerdo las uñas y suelo llevarlas postizas, pero mi madre y mi hermana me sorprendieron con una manicura con extensiones de gel que estoy aprovechando al máximo.

El pelo se explica por sí solo.

Al fin y al cabo, recuerda que tu boda trata de ti, de tu pareja y del amor que compartís. Eso es lo más importante, ¡no lo pierdas de vista!