Peeling de ácido glicólico

Hoye te queremos informar sobre el peeling de ácideo glicólico, un tratamiento médico que mejora el aspecto de tu piel a través de la aplicación controlado del ácido sobre el rostro. Anque sea una técnica sencilla debes andarte con ojo, que siempre sea un especialista quien te la realice y controlando la reacción de tu piel.

El peeling de ácido glicónico es una técnica que se aplica sobre el rostro y que ayuda a renovar las capas superficiales de piel, de esta forma las nuevas capas están menos arrugadas y manchadas. El ácido glicólico es un alfahidrociácido natural, se obtiene de la caña de azúcar, favorece la eliminación de células muertas y estimula la creación de colágeno y elastina. De esta forma recuperas la elasticidad de la piel y su apariencia rejuvenecida.



El ácido se aplica sobre la piel y se deja que actúe durante unos minuto, dependiendo del tipo de piel y las necesidades. Una vez se neutraliza se consigue la sustitucion de las caspas superiores de piel. Esta técnica sirve para combatir el envejecimiento cutáneo, atenúa las arrugas tipo patas de gallo, mejor la pigmentación de las manchas de la edad. También contra el engrosamiento de la piel, controla la producción de grasa y bacterias en la piel, eliminando así el acné y sus consecuencias, además de tratar alteraciones de la piel como cicatrices.

Lo mejor del peeling de ácido glicónico es que no es tóxico, tienen efectos secundario mínimos y un alto grado de tolerancia, no impide hacer vida normal, se puede realizar sobre distitnos tipos de piel, se puede combinar con otros tratamientos y es una técnica sencilla, segura, eficaz e indolora.

El tratamiento se puede repetir cada semana o cada quince días, según las necesidades de cada uno, pero aproximadamente se realizan entre 7 y 10 sesiones. Es importante hacer casoa tu médico y aplicarte las cremas que te aocnseje ya que son un complemento del tratamiento.

Evita sobretodo las limpiezas de cutis, las depilaciones con cera o el láser antes de aplicar el peeling de ácido glicónico.

¿Te atreves?