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Por qué el masaje bucal es totalmente transformador

Ya te hemos enseñado todo lo que hay que saber sobre los masajes bucales, o eso creíamos. Pero, ¡espera! Aún hay más.

Anastasia Talan, de Kosha Spa, es una maestra en su oficio, lo que significa que es la primera en admitir que siempre está aprendiendo, creciendo y perfeccionando su técnica. Los masajes bucales, que alivian la tensión en la cara y el cuello, pueden ayudar a esculpir el rostro, aliviar el dolor de la ATM e incluso favorecer la claridad de la voz. Pero ella ha añadido algunos movimientos más a su lista.

Para aquellos que no han sido bendecidos por las manos de Anastasia para un máximo de 80 minutos de felicidad, puede ser difícil imaginar sentirse tan relajado que se deriva en un estado de ensueño o incluso tomar una siesta ... todo mientras que los dedos de alguien están en la boca. ICYMI, el masaje bucal requiere que el profesional introduzca uno o dos dedos enguantados para acceder a determinados músculos y zonas de retención de líquidos.

El masaje bucal consiste en manipular la almohadilla de grasa bucal de la zona de las mejillas y la mandíbula. Acceder a ella implica un masaje profundo y terapéutico a ambos lados de la mejilla, por dentro y por fuera.

Y sí, de alguna manera, eso es completamente relajante.

Pero la cosa no acaba ahí.

El tratamiento completo incluye masajear el cuello con un método que puede resultar incómodo para algunas personas. Requiere tirar y separar los músculos y tendones para aflojarlos, hacerlos flexibles y relajar la zona.

Pero no se trata sólo de relajarse.

Cuando nuestros músculos se tensan, también lo hace la fascia que los rodea, creando un obstáculo importante para el flujo linfático. Esto puede dar lugar a un estancamiento de líquidos que puede manifestarse como hinchazón en la cara, estrechez en el cuello e incluso papada. Esto no sólo afecta a nuestro aspecto, sino también a nuestra energía e inmunidad.

Anastasia aborda todo esto metiéndose dentro de la boca para llegar a la tensión profundamente arraigada (y casi siempre pasada por alto) en el suelo de la mandíbula (hola, zona de la papada). Aflojar esta zona puede tener efectos drásticos de drenaje y desinflamación.

Incluso emplea una técnica en la que tira de la lengua directamente hacia arriba. Es una sensación extraña, pero en realidad libera la tensión del cuello, la mandíbula y la parte posterior de la garganta. La lengua es un músculo increíblemente poderoso, un hecho que se hace evidente cuando finalmente se ve obligada a soltarse.

El resultado es una sensación de completa relajación, soltura y flexibilidad en toda la mandíbula, los hombros, el cuello y la cara, que te hace sentir también un poco más alto. La postura es mejor y los pensamientos y la voz son más claros. ¿Sus pómulos? Esculpidos. Los tratamientos de masaje bucal superan el estatus facial y entran en el nivel de bienestar necesario.

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