¿Por qué es tan difícil para los pacientes de cirugía superior encontrar un buen postratamiento?

Nuestro malestar se convierte entonces en una premonición: Antes de entrar en las salas de tratamiento, nos confunden de género, porque los proveedores están más acostumbrados a tener como clientela principal a mujeres cis-femeninas. No les envidio esta realidad; la industria del bienestar está dominada por este tipo de consumidor.

Pero, ¿qué hace que Leola Davisde Leola Davis, Pansy Esthetics, es que, empezando por la iluminación de la sala, ella -una esteticista negra queer, cuya clientela principal está formada por otras personas queer, trans y de género no conforme- se declara diferente de sus colegas: Ha creado un espacio para nosotras, por nosotras.

Aunque Davis no lleva mucho tiempo en el mundo de la estética en Los Ángeles, en los últimos años ha fomentado una clientela cada vez mayor de personas que no se ajustan a las normas de género y que acuden a ella para recibir tratamientos faciales y corporales que incluyen la recuperación de cirugías de reafirmación de género, servicios que ha creado desde cero. Ya sería bastante especial encontrar a una esteticista queer negra, pero ¿encontrar a una que además se dedique sin complejos a prestar servicios a personas queer de color? Eso es suficiente para hacer llorar a sus clientes, y lo hacen, como un reloj, en su mesa de esteticista.

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Cuando te instalas para recibir tratamiento, estás rodeado de fotografías de personas trans que prosperan. Te rodea una abundancia de arte que afirma que las vidas de los negros importan, y también la belleza. Es lo que sientes cuando cierras los ojos y confías en Davis para que cuide de ti. Su spa está bañado por lo que yo llamo "iluminación bisexual": un resplandor ambiental de neón que llena la habitación como si fuera una película de suspense negra protagonizada por Charlize Theron. No hay beige; hay color, cuidado y comunidad. Todos estos detalles hacen que los tratamientos de Davis sean transformadores.

Entrevisto a Davis mientras ella me hace un tratamiento facial. En otras palabras, los dos trabajamos en nombre de la belleza.

Arabelle Sicardi: ¿Cuánto tiempo lleva ejerciendo? ¿Cómo le va?

Leola Davis: Abrí en agosto de 2021. Todavía estoy descubriendo los patrones y los surcos del negocio. Siento que el primer año, no podía decir lo que estaba pasando. Ahora no tengo que asustarme cuando estoy lenta, porque sé que es una temporada lenta. He hablado con otros esteticistas y me han explicado que los dos últimos meses pueden ser lentos porque todo el mundo está haciendo la declaración de la renta y está asustado. Pero cuando llegan las devoluciones de impuestos, puedes esperar una avalancha de clientes.

Sicardi: Es bueno tener gente con la que hablar.

Davis: Acabo de unirme a un grupo de esteticistas, un grupo de apoyo en Instagram, y hay un montón de esteticistas por todo Estados Unidos. El grupo se da consejos mutuamente. Son muchos esteticistas de DMK Skincare, que es la marca que más utilizo, que se dan consejos, se ayudan mutuamente y se asesoran unos a otros. Ahora utilizo DMK casi exclusivamente para mis tratamientos de cirugía estética. Es excelente para el cuidado de las cicatrices y para ayudar al cuerpo a cicatrizar después de una operación.

Sicardi: ¿Cómo ha cambiado su clientela desde que se ha consolidado como líder en tratamientos corporales de cirugía estética? No puedo nombrar otra esteticista que ofrezca el tratamiento, ni siquiera en Los Ángeles o Nueva York.

Davis: Busqué por todas partes para ver si alguien más hacía esto, y no era así. Empecé a ofrecer tratamientos de cirugía estética hace un año. He hecho cientos en este punto. Ahora la mayoría de mi clientela son personas no binarias y trans que han tenido cirugía superior, y que se ha convertido en uno de mis tratamientos más populares.

Con el tiempo, quiero crear algún tipo de curso para enseñar a otros proveedores a ofrecer el servicio correctamente. También acabo de empezar a ofrecer tratamientos posteriores a la cirugía de feminización facial (FFS). Una de mis mejores amigas se sometió a una FFS y, cuando la vi después, parecía que la había atropellado un camión. Le pregunté: "¿Qué te dijo tu cirujano que hicieras?" Me dijo que su cirujano no le dio ningún tratamiento posterior. Son cirugías muy intensas que necesitan cuidados posteriores y una atención adecuada. Empecé a investigar y a prepararme.

Sicardi: En cuanto a la recuperación, las cicatrices de la cirugía superior son diferentes del acné y otros tipos de cicatrices en el cuerpo. Cómo hay que tratarlas en casa o en la consulta?

Davis: Trabajamos para evitar que las cicatrices se conviertan en queloides o hipertróficas, intentando reducir la pigmentación y la inflamación. Por lo general, cuando la gente viene en que han establecido bastante, cicatrices hipertróficas, que son cicatrices elevadas, por lo que gran parte de la atención se centra en ayudar a romper el tejido cicatricial. Hago muchos masajes y tratamientos con LED. Es muy diferente de las cicatrices de la cara, porque en la cara son pequeñas cicatrices en forma de hoyos; nosotros tratamos cicatrices de cirugía.

Lo ideal es empezar a cuidar las cicatrices en torno a las seis semanas después de la operación, y mantenerlas hidratadas y protegidas del sol. Queremos cicatrices sanas e hidratadas. Tuve un cliente que vino con queloides muy intensos después de dos años, y le hicimos muchos masajes, enzimas DMK y LED, e hizo un cambio drástico. Cuando la gente se compromete a venir de forma regular y el mantenimiento en el hogar, sus cicatrices se ven muy bien.

También depende de lo que pienses de las cicatrices. Algunos quieren sus cicatrices, y otros no quieren que se vean en absoluto.

Sicardi: Cada persona tiene una relación diferente con su cuerpo y con el aspecto que quiere que tenga.

Davis: Depende totalmente de la persona. Siempre busco reducir la inflamación, hacer masajes y [añadir] hidratación. Me especializo en esto porque ya he hecho muchas cosas. Sé lo que funciona y lo que no.

Tuve un cliente con puntos giratorios, que es cuando los puntos empujan a través de las cicatrices, creando pequeños agujeros en la propia cicatriz. Descubrí cómo ayudarle y eso ayudó a otros clientes más adelante.

Me encantaría colaborar con los cirujanos y formar parte del paquete postoperatorio con el que envían a los pacientes a casa, para que la gente sepa que es una opción. Me encantaría repasar mi plan de tratamiento con los cirujanos y formar parte de los equipos de postratamiento.

Sicardi: Estás construyendo un cuerpo de conocimientos que no está al alcance de la gente que no lo experimenta directamente.

Davis: Cuando empecé a hacer esto, mi objetivo era que nadie se sintiera marginado. Eso es lo que intento hacer: llenar los vacíos de la comunidad estética en los que la gente se siente excluida o que no recibe la atención adecuada. Estoy aprendiendo mucho. Cada día, la gente dice: "Nunca pensé que podría venir a un espacio como este y recibir este tipo de atención".

Sicardi: Es una gran afirmación entrar en tu estudio y ver obras de arte de personas trans en las paredes, celebrar casualmente la belleza trans allí donde no se nos reconoce a menudo.

Davis: Hablo con la gente, especialmente con otros esteticistas, sobre cómo hacer que su consulta sea más accesible, y saco mucho este tema. A menudo me dicen: "Oh, estas son cosas en las que ni siquiera había pensado", ¡así que vamos a hacer que pienses en ellas! Dices que tus servicios son para todos, pero tu modelo de negocio no lo refleja.

Estuve en un podcast llamado Skin in the City, presentado por una esteticista llamada Casey Boone. Hablamos de cómo hacer accesible la sala de tratamiento y de la importancia de lo que estoy haciendo. Después de que saliera ese podcast, un montón de esteticistas y estudiantes se pusieron en contacto conmigo y me dijeron que estaban encantados de incorporar lo que habían aprendido.

Y a través de hacer un par de mensajes, he tenido otros esteticistas llegar a mí. Si veo una marca o una esteticista publicar algo que estoy como, "Esto es ofensivo," Voy a llegar a ellos y ser como, "Esto está excluyendo a un montón de gente."

Sicardi: ¿Cree que los estudiantes están más abiertos a atender directamente a las personas trans y queer que los esteticistas establecidos?

Davis: Por supuesto. Me siguen muchos estudiantes que están estudiando o se acaban de graduar. Y siento que los nuevos esteticistas que veo, sus perfiles son más explícitamente accesibles. La gente se está dando cuenta de la importancia de tener espacios inclusivos. Parece que muchos de los esteticistas experimentados que llevan mucho tiempo en el sector son un poco anticuados, pero cuanto más aprende la gente, más abiertos son.

Sicardi: Eso es muy importante: un futuro más accesible. Es un sueño. ¿Cómo quiere ampliar el sueño en los próximos años?

Davis: Quiero abrir un spa médico que atienda a personas queer y trans. Quiero que sea un lugar donde, sin importar tu agenda, puedas venir y obtener servicios, atención de afirmación de género. Quiero que haya gente que se ponga botox y rellenos, que haga depilación láser, electrólisis, todo tipo de tratamientos faciales, cualquier cosa que alguien pueda necesitar. Quiero que haya otros esteticistas queer y trans trabajando allí. También me encantaría hacer una gira e ir a otras ciudades y hacer pop-ups por todas partes. Me encantaría participar en el circuito de conferencias de salones de belleza y hacer talleres, ser ponente, porque tenemos mucho que ofrecer a la comunidad estética; la comunidad se lo está perdiendo. Pero en realidad, mi objetivo principal es abrir ese spa médico.

Sicardi: Es increíble que no exista ya algo así.

Davis: ¡Es una molestia! Siempre viene gente y me pregunta a dónde acudir. Hay tantos servicios de afirmación de género que la gente se está perdiendo la atención y los clientes. Quiero que tengan acceso a eso, y a cosas más tranquilas, como bañeras de hidromasaje. Mi novia trans no puede ir conmigo al spa. Aunque sea mujer, como tiene pene, no puede ir y pasar el rato conmigo en el spa. Me encantaría tener un espacio donde eso no fuera un problema.

Sicardi: Tan real. Uno de los primeros ensayos que escribí para Allure Mis amigas venían a bañarse conmigo; no nos sentíamos seguras yendo juntas al spa, pero aun así queríamos cuidarnos mutuamente. Eso fue hace años, y el problema sigue existiendo.

Pero usted destaca continuamente a diferentes esteticistas trans en todo el país. Puedes contarme más sobre cómo los conoces?

Davis: Siempre estoy buscando a otros esteticistas queer, y conocerlos es la razón por la que sueño con hacer una gira.

Ojalá pudiera estar en todas partes a la vez. Más allá de querer ofrecer a las personas cuidados posteriores a su cirugía, otra razón por la que empecé a ofrecer kits de cicatrices de cirugía superior es para poder ofrecer cuidados a personas que no están en Los Ángeles. Muchos de los productos de la caja son los que utilizo cuando hago tratamientos en persona.

Sicardi: Tiene todo el sentido. Tu estudio lleva abierto sólo unos años; creo que llevará tiempo crear una red de personas que ofrezcan prácticas similares en todo el país. ¿Cuál es la lección que te llevas?

Davis: Tener fe en mí misma. La mayor parte del tiempo quería rendirme. No creía que fuera a ser capaz de seguir abierta más de un año. Aprendí a hacer muchas cosas sin el apoyo de mi familia ni de la comunidad estética. Mucha gente no quiere ir en contra del status quo. No he recibido mucho reconocimiento en la comunidad estética.

Sicardi: ¿Sientes que te has quedado fuera debido a la transfobia?

Davis: Sí. Me encuentro a menudo con esteticistas y marcas. Les recuerdo que el cuidado de la piel no tiene género, que es una estratagema de marketing, y me dejan en paz. Me pregunto si las marcas me toman en serio.

Pero disfruto con lo que hago. Hace poco organicé un pop-up con Cuties Los Angeles [cafetería], e hice tratamientos faciales exprés para mucha gente que nunca se había hecho un tratamiento facial. La mayoría eran negros y morenos. Me gusta poder ofrecer cuidados de la piel a gente que nunca antes se los había hecho.

Quiero ayudar a otras personas a sentirse bien, sostenidas y apoyadas. Eso es lo que pretendo. He visto a tanta gente llorar aquí, y son lágrimas de agradecimiento. Especialmente cuando hago los tratamientos de cirugía superior, son como, "Nunca pensé que tendría este tipo de atención. Quiero que la gente venga aquí y se sienta cómoda.