¿Por qué nos sorprendemos cuando las rupturas de los famosos son amistosas?

No se puede negar que las rupturas son lo peor. Pueden desgarrarnos por dentro, alterar todos los aspectos de nuestra rutina diaria, nuestra autoestima y nuestra identidad. Y en muchos casos, se pierde la cercanía con la ex pareja, lo que puede ser muy doloroso. Así que encontrar un terreno común amistoso con un ex puede parecer extraño, erróneo, raro... pero, ¿realmente debería serlo? El futbolista Gary Lineker y su ex mujer, la actriz y modelo Danielle Bux, han sido fotografiados por los paparazzi de vacaciones juntos en Ibiza con familiares y amigos, y ha llamado la atención lo aparentemente chocante que resulta que la ex pareja sea capaz de mantener una relación amistosa. Pero, ¿es así? ¿Por qué se consideran inevitables las rupturas turbulentas entre famosos?

Un testigo en Ibiza dijo a The Sun: "Era difícil pensar que Gary y Danielle no están felizmente casados. Se les veía tan relajados e íntimos el uno en compañía del otro.

Han reescrito las reglas de cómo puede llevarse una pareja divorciada. Está claro que aún se adoran".

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Tal vez el gran problema aquí sea el propio reglamento, que parece dictar que una ruptura o divorcio, sobre todo si es de alto nivel y afecta a personas ricas y famosas, tiene que implicar el lanzamiento de lodo y malos sentimientos. La capacidad de seguir "adorando" a un ex parece algo a lo que aspirar, no por lo que escandalizarse.

Después de todo, la pareja se divorció en 2016. Son siete años de experiencia y perspectiva. Danielle vive en Los Ángeles y Gary en Londres, pero se visitan y parecen mantener una sana amistad.

Gary Lineker visitó a su exmujer Danielle en Los Ángeles el año pasado, demostrando que los ex pueden ser amigos. (Foto de Rachpoot/Bauer-Griffin/GC Images)

Pero el propio Gary habló con The Mirror en 2019 sobre cómo su capacidad para ser "mejores amigos" con Danielle era "inusual". Así que da la sensación de que la expectativa de que las rupturas de famosos en particular deberían ser explosivas ha sido incluso interiorizada por las propias estrellas.

Después de todo, el tropo de los "divorcios turbios" ha sonado con fuerza en los cotilleos de Hollywood durante años. Piensa en Brangelina, Kim Kardashian y Kanye West, Johnny Depp y Amber Heard. La lista de ejemplos es interminable: desde batallas legales hasta broncas en Twitter e Instagram Stories pasivo-agresivas que salpican todas nuestras noticias.

A veces las cosas se complican cuando se acaba una relación. A veces muy desordenadas. Pero hay parejas en el candelero, como Gary y Danielle, que han sido capaces de forjar algún tipo de amistad, ya sea inmediatamente después de separarse o años después.

Chris Martin y Gwyneth Paltrow son, sin duda, el ejemplo a seguir. Pero Emma Stone y Andrew Garfield también son un ejemplo encantador, hablando con cariño el uno del otro y de sus relaciones en las entrevistas. Courtney Cox llama a su ex marido y coprotagonista de Scream, David Arquette, su "mejor amigo".

Es refrescante ver el respeto, la amistad y el amor residual entre ex. Así que la pregunta es: ¿por qué nos sorprendemos tanto cuando las parejas de famosos demuestran que pueden ser amistosas? ¿Es porque ansiamos el drama que aportan a nuestras vidas a través de la televisión, el cine o cualquier otro medio, y esperamos que se traslade a sus propias relaciones?

¿O es que todos hemos llegado a un punto de cinismo tal que no podemos concebir un mundo en el que los ex puedan ser respetuosos entre sí, sobre todo en el dramático y exacerbado mundo de Hollywood?

Esta postura parece decir mucho sobre cómo vemos la amistad y las relaciones, y el vínculo entre ambas. No cabe duda de que las mejores relaciones se basan en la amistad, algo que, con suerte, puede continuar después de una ruptura. ¿Ha llegado el momento de romper las reglas que dicen lo contrario?