¿Qué es la enfermedad del alma?

¿Conoces esa sensación cuando estás en una habitación llena de gente y sin embargo te sientes desesperadamente solo? ¿O cuando mantienes una conversación y todo te parece un poco sin sentido y superficial? ¿Quizá tienes la sensación de que te falta algo en tu vida, pero no sabes qué? Has marcado todas las casillas de la vida -carrera, familia, amigos, diversión, estado físico y salud-. Sin embargo, en tu interior sigue habiendo un profundo anhelo de algo más.

Esto es lo que yo describo como "enfermedad del alma". Hemos perdido nuestras muy necesarias anclas de comunidad, ancianos, valores compartidos, compromisos y una fe en aquello que es "más grande que nosotros". Cuando nada tiene sentido, propósito o profundidad, es una receta para una existencia solitaria y temerosa.

Entonces, ¿qué podemos hacer al respecto? Bueno, en primer lugar, es importante mostrar algo de compasión. La mayoría de nosotros luchamos con la enfermedad del alma en algún momento de nuestras vidas. Tampoco significa que tengas que regalar todos tus bienes mundanos e irte a vivir a un convento (a menos que quieras, por supuesto). Hay otro camino: un punto intermedio, que nos permite disfrutar de la abundancia de la vida moderna, mientras nos mantenemos conectados a las dimensiones más profundas de la vida.

Alma Aguilar se apea de Cibeles Keira Knightley, muy sensual, en la portada de Allure

He aquí algunos "ingredientes" para el antídoto de nuestra enfermedad colectiva del alma:

1. Busca conexiones más profundas con otras almas afines.

2. Introduce más rituales en tu vida y haz que lo cotidiano sea sagrado.

3. Vuelve a conectar con tu asombro y admiración por los muchos milagros de la vida misma.

4. Establece una práctica de meditación u oración que te lleve más allá de la mente egoísta.

5. Disminuye la velocidad para permitir que tu sabiduría intuitiva se escuche y te guíe.

6. Pasa tiempo en la soledad y la naturaleza, reconectando con la Madre Tierra.

7. Las prácticas de gratitud son fundamentales para vivir con plenitud de alma.

8. Encuentra formas de amar y servir dentro de tu comunidad.

9. Deja que tu alma hable a través de la expresión creativa: canta, baila, pinta, dibuja, escribe o esculpe. Elige lo que quieras.

10. Conecta con tus ancestros, hónralos y permite que te guíen.

11. Recuerda que todo el mundo necesita un anciano que le lleve de la mano. Encuentra el tuyo.

Si incorporas algunas de ellas a tu vida cotidiana, irás despejando los escombros que cubren tu propia alma. Con el tiempo, reavivarás tu fe en el panorama general de la vida y empezarás a sentirte pleno desde dentro. El amor mismo será tu guía.