¿Qué es la placenta previa? Cómo evitar la complicación del embarazo que provoca hemorragias

Cuando estás embarazada, cualquier sangrado vaginal es motivo de preocupación. Si el sangrado se produce durante el segundo trimestre, tu médico te hará una ecografía para ver si tienes una afección llamada placenta previa.

La placenta previa se produce cuando la placenta cubre parcial o totalmente el cuello uterino. A continuación te explicamos las causas y quiénes corren más riesgo.

La placenta se desarrolla en el interior del útero y es un sistema esencial de soporte vital durante el embarazo. Permite a la madre transferir oxígeno y nutrientes al feto, así como transferir los productos de desecho del feto de vuelta a la madre para su eliminación.

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En la mayoría de los embarazos, la placenta se adhiere a un lado del útero y se desplaza con el músculo uterino en crecimiento hacia la parte superior del útero a medida que avanza el embarazo, lo que permite que el cuello uterino se abra para el parto.

Pero en los casos de placenta previa, el doctor Michael Dent, ginecólogo-obstetra y director general de HealthLynked, afirma que la placenta se implanta a poca altura, a unos dos centímetros del orificio cervical, lo que, en algunos casos, puede provocar complicaciones como hemorragias a lo largo del embarazo y dificultades durante el parto.

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¿La buena noticia? Llegar a este punto es relativamente raro. De hecho, la placenta previa sólo se produce en un 0,5% de los embarazos, dice Dent. "Muchas mujeres a las que se les diagnostica esta afección descubren que se resuelve de forma natural a medida que avanza el embarazo", afirma.

Pero si no se resuelve por sí sola, la placenta permanecerá parcial o totalmente sobre el orificio cervical cuando te pongas de parto, y es probable que necesites una cesárea.

La mayoría de los casos de placenta previa se diagnostican durante una ecografía prenatal rutinaria en torno a las 20 semanas, afirma el doctor Fady Khoury Collado, ginecólogo y obstetra del Centro Médico NewYork-Presbyterian/Columbia University Irving.

Algunas mujeres experimentan una hemorragia antes de esta ecografía, lo que a menudo las lleva a buscar atención médica. Pero muchas otras no presentan síntomas y descubren que tienen placenta previa durante este examen rutinario.

Es difícil determinar la causa de la placenta previa. De hecho, Collado afirma que aún se desconoce la razón exacta por la que algunas pacientes desarrollan placenta previa.

Sin embargo, los expertos observan una mayor tasa de placenta previa en las siguientes situaciones:

• La futura madre tiene 35 años o más.
• No es el primer embarazo de la madre.
• La madre ha dado a luz por cesárea en el pasado.
• La madre lleva más de un feto.
• La madre ha fumado regularmente durante todo el embarazo.

Aunque no hay forma de "arreglar" la placenta previa antes del parto, el médico le recomendará formas de reducir el riesgo de hemorragia durante el resto del embarazo.

Las recomendaciones pueden variar de un paciente a otro, pero Collado dice que pueden incluir instrucciones para evitar actividades extenuantes, levantar objetos pesados y mantener relaciones sexuales.

Si la hemorragia es grave, el médico puede ingresarla en el hospital para que guarde reposo y esté en observación. Aunque es poco frecuente, algunas mujeres tendrán que dar a luz antes de tiempo mediante una cesárea si la hemorragia intensa persiste.

La placenta previa se produce cuando la placenta cubre parcial o totalmente el cuello uterino, lo que puede provocar una hemorragia vaginal durante el embarazo. Aunque esta afección es extremadamente rara, el riesgo de sufrir esta complicación aumenta si tienes más de 35 años, fumas durante todo el embarazo o has tenido una cesárea en el pasado.

No hay forma de tratar la afección durante el embarazo, pero se puede evitar el exceso de sangrado reduciendo la actividad y las relaciones sexuales.