Qué hacer si tus amigos no respetan el distanciamiento social
La pandemia es una situación estresante y es natural esperar que todos usen una mascarilla (y guantes, cuando sea necesario) y mantengan una distancia social de dos metros. Así que cuando amigos o familiares no lo hacen, la reacción inmediata puede ser de enojo e incredulidad o incomodidad al tratar de encontrar una manera de no asociarse físicamente con ellos. Sin embargo, esto puede ser contraproducente. Al entender primero por qué aquellos más cercanos a nosotros pueden no estar respetando las regulaciones de seguridad, es más fácil encontrar la reacción adecuada (y quizás cambiar su opinión) sin dañar las relaciones.
En primer lugar, es importante reconocer que las personas tienen diferentes niveles de aversión al riesgo y diferentes valores. Para algunas personas, la preocupación por los demás es más importante, mientras que para otras, la autonomía sobre sus propias decisiones es primordial. Otro factor importante es la naturaleza de la persona y su tendencia a preocuparse o ser cautelosa. Sin embargo, vale la pena notar que los individuos que consideran la situación particularmente preocupante pueden desear evitar pensar en ella, por lo que no practicar el distanciamiento social o usar una mascarilla les ayuda a no reconocer la realidad.
Pero quizás los factores más definitorios son su experiencia con el virus hasta ahora y su bienestar mental y físico. Aquellos que son vulnerables o viven con personas vulnerables, han tenido el virus ellos mismos o conocen a personas que lo han tenido y/o han fallecido a causa de él, son mucho más propensos a ser cautelosos y a practicar las pautas de seguridad. Por otro lado, aquellos que son jóvenes y saludables, que no viven con personas vulnerables y que no conocen a nadie que haya tenido el virus o haya fallecido a causa de él, pueden ser menos propensos a estar preocupados por el virus y, por lo tanto, a ser cautelosos. De manera similar, aquellos que han tenido dificultades físicas y especialmente mentales durante el confinamiento pueden buscar consuelo y familiaridad y, por lo tanto, rehusarse a distanciarse socialmente. Pero, ¿cómo se aborda esto?
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Para comenzar, acepta que puede que no puedas cambiar el comportamiento de la persona, ya que esto te ayudará a acercarte a ellos con la actitud correcta. En lugar de simplemente disentir con ellos, puedes entablar una conversación al respecto. Y recuerda, es perfectamente aceptable preguntar a alguien qué tan en serio está siguiendo las pautas. Luego, házles saber que tu comportamiento no proviene de una posición moral superior, sino de tus propios miedos, preocupaciones y experiencias. Pide que sigan las pautas más estrictamente, al menos cuando estén contigo.
Si se niegan, comparte la ciencia con ellos. La desinformación y las noticias falsas son alarmantemente rampantes y es posible que no conozcan o crean en los hechos, así que compártelos fuentes verificables como la Organización Mundial de la Salud y los resultados de estudios realizados hasta ahora. Hay una gran cantidad de información correcta y, al compartirla, estarás ayudando a prevenir la propagación de desinformación dañina y potencialmente perjudicial, aumentando así el número de personas que están bien informadas y, por lo tanto, protegidas. Si todavía se niegan, no te sientas mal por decir que no puedes reunirte con ellos ahora porque no te sientes seguro o piensas que no es algo responsable de hacer. Si estás luchando con esto, comprende que por ahora, tu concepto de ser un buen amigo puede tener que cambiar en favor de otras prioridades.
Finalmente, recuerda que cada relación necesita tener límites, pero si sigues chocando, pregúntate si se trata solo del distanciamiento social o si hay cuestiones más amplias en juego. Pero trata de no ser demasiado duro contigo mismo, o con los que te rodean. Una pandemia global es una situación realmente estresante y sería una pena perder un amigo a menos que realmente no se pueda encontrar un compromiso o solución.
