Un recién casado muere de un raro cáncer de vasos sanguíneos 3 semanas después de empezar a notar los síntomas

Matthew Robertson estaba "tan, tan emocionado de ser padre", especialmente de una niña, dijo su esposa Gracie a People.

La pareja neoyorquina se enteró de que estaba embarazada de su primer hijo poco después de su boda en septiembre de 2021, dijo Graziella "Gracie" Robertson a la revista. En medio de la emoción, su marido comenzó a sentirse cansado todo el tiempo, pero la pareja lo atribuyó a los viajes y a la preparación del bebé, dijo.

Pero su fatiga empeoró, le dolía la espalda y, en una cita anual con el médico en mayo, sus análisis de sangre mostraron signos de enfermedad. Menos de un mes después, el recién casado de 30 años estaba muerto.

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Roberston tenía un angiosarcoma epitelioide, un cáncer poco frecuente que afecta a los vasos sanguíneos. Murió tres semanas después de su primera visita a urgencias, donde los médicos le encontraron lesiones en el hígado, el bazo y la espalda.

Su mujer va a tener a su bebé en un par de semanas.

"Me entristece que no consiga tener a su padre como se merece", dijo Gracie, de 29 años, a People. "Me entristece que él no consiga ser el papá niña que tanto le entusiasmaba ser. Sé que ella traerá mucha alegría y felicidad a nuestra familia durante este tiempo de dolor, pero es agridulce porque él debería estar aquí."

Murió semanas después de su primera visita a urgencias

En su examen físico anual, el recuento de glóbulos blancos y las enzimas hepáticas de Robertson eran más altos de lo normal. El médico "no le dio demasiada importancia", dijo Gracie, pero una segunda extracción de sangre mostró niveles aún más altos que podrían indicar infección o inflamación.

El médico le dijo: "Si empieza a tener fiebre o a sentirse mal, vaya a urgencias", recuerda Gracie.

Días después, Matthew se sentía más cansado que nunca y había empezado a sudar a través de las sábanas por la noche. Pidió a su mujer que le llevara a urgencias, donde los médicos le ordenaron un TAC y una ecografía abdominal.

Encontraron lesiones en el hígado, el bazo y la espalda que parecían ser cancerosas. Otras pruebas descartaron la posibilidad de un cáncer de páncreas, por lo que el equipo médico le hizo una biopsia de hígado para saber más.

Mientras tanto, Matthew empeoraba. No podía dormir, se sentía hinchado y débil, y pronto dejó de comer y beber. El 31 de mayo, Gracie lo llevó de nuevo al hospital, donde lo trataron por insuficiencia renal aguda.

Aunque pudieron controlar su estado con diálisis, los médicos aún no sabían qué tipo de cáncer tenía.

"Mejoraba y luego empeoraba; era realmente una montaña rusa", dijo Gracie. "Los médicos ni siquiera pensaban que fuera a sobrevivir esa primera noche. Pero lo hizo, y luchó mucho".

Un cáncer "extraordinariamente raro

Los médicos diagnosticaron a Robertson un cáncer llamado angiosarcoma epitelioide. Los angiosarcomas suelen aparecer alrededor de los vasos sanguíneos, sobre todo en la piel de la cabeza y el cuello, según la Clínica Mayo.

Según el Instituto Nacional del Cáncer, las probabilidades de que se le diagnostique un angiosarcoma son literalmente de una entre un millón en Estados Unidos. La variedad epitelioide, que se origina en tejidos profundos como el hígado, representa un pequeño subconjunto de esos casos.

El angiosarcoma epitelioide es "extraordinariamente raro" y puede ser "muy agresivo", dijo a People el doctor Charles A. Forscher, director médico del Programa de Sarcoma del Cedars Sinai de Los Ángeles. Forscher no trató a Robertson, pero dijo que los beneficios del tratamiento con quimioterapia tienden a ser de corta duración. Como el cáncer es tan agresivo, el pronóstico depende de cuánto se haya extendido el cáncer y de si ha alcanzado los órganos esenciales.

Tras tomar medidas extremas para salvarle la vida -incluyendo cuatro choques al corazón y la colocación de un respirador-, los médicos recomendaron que se le retirara la respiración asistida a Matthew. En ese momento, su hígado era "más tumor que hígado", dijo su esposa.

"Estaba en la cama tumbada con él mientras daba su último aliento", dijo a People. "Le dije: 'Muchas gracias por haber luchado tanto. Todos los médicos están muy impresionados contigo. Has luchado mucho. Ahora puedes relajarte'. Espero que eso le haya reconfortado".