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Aceptar nuestra irrelevancia es bueno para nuestra salud mental

POV: Contemplando nuestra propia irrelevancia.

Aunque la "terapia de la insignificancia cósmica" pueda parecer el nombre de un grupo de música emo de principios de los ochenta (lo decimos en el mejor sentido), en realidad se trata de una idea arraigada en la filosofía estoica y en otras sabidurías tradicionales antiguas.

"Fomenta el pensamiento global, recordando nuestra mortalidad y nuestro lugar en el espacio y el tiempo, y desprendiéndonos de nuestros pensamientos y sentimientos inmediatos", explica la doctora Anna Katharina Schaffner. El término fue acuñado por Oliver Burkeman, autor de 4.000 semanas: Gestión del tiempo para mortales.

Básicamente, se trata de aceptar el hecho de que, en el gran esquema de las cosas, no importamos. Pero no es deprimente, ¡lo prometemos! De hecho, esta forma de pensar puede ser muy beneficiosa.

¿Qué es la terapia de insignificancia cósmica?

"En realidad, la terapia de la insignificancia cósmica no existe todavía como escuela terapéutica basada en pruebas", explica el Dr. Schaffner. "Pero muchos terapeutas, entrenadores y filósofos utilizan poderosas herramientas y estrategias basadas en la idea de que alejarnos de nuestra experiencia y recordar que no somos más que una pequeña parte de un todo mucho mayor es beneficioso y pone nuestros problemas en perspectiva."

¿Qué beneficios aporta?

"La idea básica es que ser conscientes de nuestra propia insignificancia en el gran esquema de las cosas puede ayudarnos a vivir nuestras vidas con más ecuanimidad, calma y despreocupación. La terapia de la insignificancia cósmica también está relacionada con la antigua virtud de la humildad y con conceptos psicológicos como aprender a observar nuestros sentimientos y pensamientos con una sana distancia, en lugar de estar completamente atrapados en ellos", afirma el Dr. Schaffner. "También puede ser una invitación a vernos a nosotros mismos, nuestras luchas y nuestros retos con más humor y ligereza".

En otras palabras, deja de tomarte tan en serio.

"Adquirir una perspectiva cósmica -aunque sólo sea por un momento- crea la posibilidad de una mayor ligereza en nuestras vidas, porque los cambios radicales de perspectiva de este tipo requieren una disminución temporal del sentido de la propia importancia", afirma. "Por lo tanto, es un antídoto fantástico contra una perspectiva estrecha y egocéntrica que nos lleva a tomarnos demasiado en serio. Puede fomentar la capacidad de reírnos de nosotros mismos, incluso en situaciones estresantes".

¿Cómo podemos utilizar la terapia de la insignificancia cósmica como herramienta en la vida cotidiana?

A continuación, el Dr. Schaffner comparte consejos para utilizar esta forma de pensar en el mundo real:

  • "Cuando nos sentimos enredados con nuestros pensamientos y emociones, o cuando nos encontramos en un estado de estrés o ansiedad, podemos intentar, literalmente, alejarnos de nuestra experiencia".
  • "Podemos intentar mirarnos desde arriba y simplemente observar sin juzgar".
  • "Podemos recordar que no estamos solos con nuestro sufrimiento y que no somos más que una pequeña parte en un ecosistema mucho mayor."
  • "Podemos recordarnos a nosotros mismos que todo está en flujo, que lo que estamos pensando y sintiendo ahora no es permanente, y que esto, también, pasará."

    "Podemos recordar que nuestro planeta no es más que un pálido punto azul en el espacio profundo y que nosotros no somos más que la más diminuta de las motas de este punto".

  • "Al cambiar nuestra perspectiva espacial y temporal, podemos encontrar soluciones inesperadas o simplemente sentirnos más tranquilos y menos solos", dice.

Joder, ¿quién iba a decir que sentaría tan bien reconocer nuestra insignificancia cósmica?

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